DESAFIOS DEL PERIODISMO TELEVISIVO EN LA ERA DIGITAL
Los avances tecnológicos aplicados a las telecomunicaciones, especialmente los desarrollados durante los últimos años, han modificado gran parte de la industria televisiva a nivel mundial. La producción y difusión de los mensajes es cada vez más rápida y variada, lo que ha generado importantes cambios en la formas de ver, o mejor dicho, consumir los contenidos programáticos por parte de los espectadores. El periodismo televisivo se ha desarrollado precisamente dentro de este escenario lleno de profundas transformaciones, donde los avances tecnológicos se suceden con extraordinaria rapidez y hasta en algunos casos de manera muy silenciosa. La incorporación de modernos y sofisticados equipos en los departamentos de prensa y en la labor reporteril en sí, han modificado la forma de trabajo del profesional. El análisis y proyección de estas transformaciones, sin embargo, requieren conocer el contexto general en el que ha evolucionado la industria de la televisión durante el último tiempo en nuestro país. II.- Cambios tecnológicos asociados a la televisión Desde el inicio de la primera transmisión oficial de un canal de televisión chilena, en 1959, hasta nuestros días, diversos han sido los cambios tecnológicos que han revolucionado la industria televisiva. Quizás el más recordado fue el paso de la imagen blanco y negro a color hace poco más de veinte años, lo que junto con renovar equipos y aparatos televisivos hasta entonces utilizados, obligó a modificar una serie de aspectos técnicos como la iluminación y el maquillaje. A nivel mundial, se asiste hoy a una revolución mucho más profunda que está modificando y modificará aún más las formas de producción y emisión televisiva, así como los hábitos de consumo del público receptor. Es la llamada revolución digital, cuyos efectos y transformaciones aún no están del todo claras, pese a las profecías de algunos expertos que auguran la muerte de la televisión, tal cual hoy la conocemos, y su reemplazo por un nuevo medio, mezcla de televisión y computador en la que el público tendrá un rol sumamente activo . En nuestro país, los nuevos satélites de comunicación y los numerosos adelantos técnicos, entre otros factores, lograron romper el duopolio televisivo que por casi 30 años mantuvieron en Chile las universidades y el Estado. Gracias a estos avances surgió la televisión privada, tanto de transmisión abierta como cerrada, incorporando una múltiple oferta de canales generalistas y temáticos orientados a satisfacer las demandas de una audiencia cuyos gustos se perfilaban heterogéneos. En sólo un par de años, de los prácticamente 2 únicos canales de cobertura nacional que existían al finalizar la década de 1980 en el país -TVN y TVUC-, los espectadores pudieron acceder a más de 100 alternativas, que incluían canales temáticos de noticias, cine, música, deporte y cuanta variedad se podía demandar. Si bien los factores económicos, sociales y políticos también contribuyeron a la expansión de la televisión privada en nuestro país, la revolución tecnológica digital aplicada a las telecomunicaciones fue vital para que se concretara su puesta en marcha y posterior desarrollo. Tras poco más de diez años de introducida la televisión de pago en nuestro país, el número de abonados crece día a día. Según un informe elaborado el año pasado por el Consejo Nacional de Televisión, en Chile existen 787.961 hogares abonados a este tipo de televisión, sea en su modalidad de cable o satelital, lo que equivale a un 20,7 por ciento del total de hogares a nivel nacional . Desde 1997 al 2000, el número de suscritos se ha incrementado en un 4 por ciento, tendencia que parece seguir su ruta ascendente sobre todo con la televisión satelital. Esta multiplicidad de ofertas televisivas ha modificado también el consumo que del medio hacen los espectadores. De un rol ciertamente pasivo que tenía el público hasta hace algunos años, fruto de la escasez de alternativas entre las que elegir, se ha dado paso a uno mucho más activo: más canales, más programas, más variedad. Gracias a la convergencia del teléfono, fax y correo electrónico, la relación espectador-programa es mucho más inmediata y cercana, mucho más interactiva. No obstante, los cambios producidos en la forma de consumo de la televisión no pueden ser atribuidos exclusivamente a los adelantos tecnológicos, sino que también influyen en ellos una compleja serie de variables demográficas, culturales, económicas, sociales y políticas, exteriores al medio televisivo. El próximo paso en este continuo avanzar tecnológico es el reemplazo definitivo de la televisión analógica por la digital. En Estados Unidos se espera que esto ocurra el 2006, en España, el 2012 y en Chile, en el 2014. Todos estos plazos, sin embargo, están condicionados, en parte, por los propios televidentes quienes deben adquirir los nuevos aparatos receptores en el menor tiempo posible. Se calcula que la masificación de los televisores digitales podría producirse dentro de los próximo 10 a 15 años, según sea la situación económica imperante en el país. Lo cierto, es que más temprano que tarde, la digitalización total de la televisión será una realidad a la que ningún medio podrá escapar. Siguiendo el análisis del español Prieto Barrero, es posible destacar las siguientes consecuencias técnicas y sociales aplicadas a todo este proceso :
Aunque en nuestro país la digitalización aplicada a la televisión se desarrolla a pasos un poco más lento que en las naciones más avanzadas, sus efectos tienden a ser similares en cuanto a la nueva forma de producción y emisión televisiva. Dichos efectos también se dejan sentir en el periodismo televisivo, el cual cuenta con modernas herramientas que evolucionan día a día y que obligan al profesional a replantear su manera de trabajar. III.- Periodismo en la televisión digital Hasta hace poco más de 10 años, la oferta informativa de los canales nacionales, en cuanto a noticieros se refiere, era bastante reducida. Tal situación se explica, en parte, por el escaso número de estaciones televisivas existentes en el país y las limitaciones propia de la tecnología vigente. En la actualidad, el número de horas dedicadas a la información se ha multiplicado en forma considerable: aumentó la cantidad de canales y los avances técnicos proporcionaron una mayor flexibilidad al momento de la entrega informativa. Los denominados canales "grandes" cuentan con a lo menos 4 noticieros de más de media hora de duración y una serie de boletines horarios emitidos durante la mañana, de lunes a viernes. Si ha esto se suma los contenidos informativos de las estaciones medianas y pequeñas y las de la televisión de pago, dicha cifra aumenta aun más. Queda en evidencia que las demandas informativas de la audiencia son cada vez mayores. Según un informe elaborado por el CNTV, en 1997, el principal medio a través del cual las personas se enteran del acontecer local, nacional y mundial es la televisión, seguido muy de lejos por la radio y los diarios . Esta realidad ha obligado a los medios televisivos a invertir grandes sumas de dinero en sofisticadas tecnologías que favorezcan la inmediatez en la entrega de información a mejor calidad y menor costo. La incorporación de estos modernos equipos en los departamentos de prensa está modificando la forma de trabajo del periodista: de las antiguas máquinas de escribir existentes en las salas de redacción se pasa a computadores conectados en red donde cualquier profesional puede ver las noticias que están en la pauta del día; los pesados equipos de grabación separados en cámara y magnetoscopio se integran en un solo aparato miniaturizado y de calidad mucho mejor. Todos los adelantos tecnológicos aplicados a las telecomunicaciones y, por consiguiente, al periodismo televisivo, junto con favorecer la inmediatez en la información, han obligado al profesional a trabajar cada vez más contra reloj. El tiempo que media entre la cobertura de una noticia y su elaboración se ha reducido notablemente gracias a los satélites y enlaces, lo que en cierta medida repercute en el modo de captar, elaborar y presentar el producto final: la noticia. La llegada de la revolución digital -según algunos autores- supone cambios más amplios y profundos que los ocurridos con el paso del cine al video, la implantación del color o el uso de satélites. Poco a poco la tecnología digital se está introduciendo en los principales departamentos de prensa de las estaciones televisivas del mundo. El nuevo sistema es más sencillo, más económico, permite mayor rapidez y proporciona niveles de calidad mucho más altos que el soporte video. Si bien en nuestro país la digitalización de los principales departamentos de prensa es todavía parcial, todo indicar presagiar que en el corto plazo se imitarán las experiencias que en este sentido han desarrollado las naciones más avanzadas. El proceso de digitalización aplicado al trabajo del periodista requiere de una preparación profesional mucho más completa, capaz de integrar otras áreas de la comunicación audiovisual. Los entornos completamente digitalizados, exigen del periodista que a la labor propia de redacción y off, se sume la de compaginador o editor. Vale decir, el nuevo profesional asume funciones que antes estaban asignadas a un grupo de técnicos y que ahora puede desarrollar desde su propio computador y en forma independiente. El nivel de responsabilidad es mucho mayor ya que controla todo el proceso. Como era de esperar, estas transformaciones están generando importantes efectos en los departamentos de prensa. En este punto concordamos con algunas observaciones expuestas en El periodismo en la televisión digital :
Las nuevas tecnologías digitales aplicadas al periodismo televisivo están generando el efecto de concentrar en un solo sujeto todo el proceso de producción de la noticia. La responsabilidad del profesional, por tanto, es aun mucho mayor, lo cual requiere de éste no solo una completa preparación técnica sino también una sólida formación ética. La digitalización exige un cambio de mentalidad en la forma de crear noticias, tal cual lo han asumido las más importantes cadenas de televisión del mundo. Este cambio de mentalidad también debe ser promovido por las escuelas de periodismo en su rol formador de futuros profesionales. En este sentido, considero que los desafíos deben apuntar en las siguientes direcciones: - Infraestructura y perfeccionamiento
- Formación profesional
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