ECONOMÍA PARA "LA MAMÁ DE CARMELO":
una propuesta para recrear el periodismo económico desde la universidad

Por Marcelo Castillo Sibilla
Asociación Iberoamericana de Periodistas de Economía y Finanzas, AIPEF

1.-Algunas definiciones previas

El periodismo es, desde una definición general, el arte de explicar de una forma sencilla fenómenos complejos. Esa premisa, que es válida para todos los géneros y especializaciones de la actividad informativa, es la esencia del periodismo económico.
De allí también el nombre de esta ponencia. La mamá de Carmelo es una señora que vive en un pueblito de España, pero que podría ser la madre de cualquiera de nosotros, ajena al stress de los mercados globalizados, pero inevitablemente a merced de sus vaivenes. Es por eso que necesita saber qué ocurre con sus ahorros y con su pensión. Y para ello, trata de entender aquello que dicen los especialistas en la materia, los ingenieros comerciales.

Pero la verdad es que estos no están muy interesados en que la mamá de Carmelo entienda, porque si ella entiende, todos seríamos economistas y, en consecuencia, el poder del economista se vería puesto en tela de juicio.
De allí que el trabajo del periodista económico no esté exento de tensiones. Su papel es intermediar información entre especialistas en una ciencia controvertida y el conjunto de la población. Y ello será siempre visto con escepticismo por quienes tienen poder económico, para los que sería preferible que la economía siempre fuese sólo un asunto de círculos selectos, separado de los demás fenómenos sociales.

Sin duda que esta percepción tiene múltiples matices y manifestaciones. Allí donde el funcionamiento de la economía de mercado ha alcanzado mayores grados de madurez y se ha combinado de manera sólida con la democracia política, la información económica puede ser un producto de consumo masivo.

Es el caso de Estados Unidos y muchos de los países europeos, donde los periódicos especializados en economía alcanzan altos tirajes. Por ejemplo, Wall Street Journal es el diario de mayor tiraje nacional en Estados Unidos. Pero en el mejor de los casos, la información económica está orientada al inversionista, a quien tiene una capacidad de ahorro y rara vez a quien debe tomar decisiones desde la perspectiva de trabajador y consumidor.

Además, rara vez la información económica se inserta dentro del conjunto de fenómenos sociales y ambientales a los que está vinculado. Una de las evidencias más claras de este fenómeno la hemos tenido recientemente en Chile. Ninguno de los medios especializados en economía ha comentado un libro que ha sido uno de los best seller de los últimos meses: "El saqueo de los Grupos Económicos al Mercado Chileno", de la periodista María Olivia Monckeberg.

Un nuevo paradigma para el periodismo económico debería plantearse entonces tres objetivos centrales:

- Integrar la economía al conjunto de los fenómenos sociales para un mejor entendimiento de cómo funciona la sociedad.

- Dar la posibilidad que todos los agentes económicos, independientemente de su tamaño, puedan tener opinión en la cobertura informativa.

- Aportar al funcionamiento transparente de los mercados, mediante la entrega de una información veraz y oportuna.

2.-El diagnóstico de la situación actual

Diversas investigaciones dan cuenta de que el aumento de la información económica en los medios de comunicación masiva no ha significado un incremento en la cantidad y calidad de las fuentes informativas consultadas.

Un estudio realizado en la Universidad de Santiago sobre la calidad de las informaciones periodísticas económicas en Chile concluyó que "si bien en Chile se hace buena información económica, hay varios aspectos - como el lenguaje, demasiado técnico, la escasa contextualización general de las noticias y la alta cantidad de fuentes señaladas como agentes y operadores no especificados - que alejan a la economía del lector".

Posteriormente, el capítulo chileno de la Asociación Interamericana de Periodistas de Economía y Finanzas (Aipef) pidió al Centro de Estudios de la Prensa de la Universidad Católica que evaluará la calidad informativa de la prensa económica chilena. La investigación se hizo estudiando la crisis eléctrica de 1999.

Entre otras conclusiones de este estudio destacan :

- La cobertura periodística tiende a variar su comprensión del tema desde una relación "crisis eléctrica versus esfuerzos por superarla" hacia una confrontación gobierno-empresas eléctricas", ubicando ambas instituciones en los ámbitos de protagonistas y antagonistas. A veces el Gobierno es el protagonista y otras, el antagonista. En este proceso de "politización" del conflicto se pierde en perspectiva el interés de los consumidores, afectados por la crisis.

- Las fuentes informativas tienen una influencia directa y determinante en la pauta de los medios, según se desprende del alto porcentaje de noticias cuyo origen es formal y el también alto porcentaje de fuentes afiliadas o institucionales consultadas. El experto independiente y el "hombre de la calle" son los grandes ausentes.

A pesar de los notables progresos del periodismo especializado, la economía sigue siendo un tema de expertos, pobre en confrontación de puntos de vista y excesivamente influida por los círculos de poder económico.

En muchos medios se dan por sobre entendidos una gran cantidad de conceptos y las cifras se presentan sin mayor apoyo gráfico, porque se subentiende que quienes la leerán están interesados de antemano en ellas.
Por último, los periodistas nos vamos acostumbrando a aquellas fuentes que, a la hora de los grandes titulares, siempre serán privilegiadas porque "son las que mueven mercados". Evadimos entonces la confrontación de opiniones y se va conformando una visión monocorde de los fenómenos económicos.

3.-El dilema entre reproducir o recrear

La experiencia que muchos de nosotros hemos tenido en nuestra formación académica en relación al periodismo económico es nefasta. La mayor parte no sería periodista de economía, si fuera por el estímulo que se nos proporcionó en la universidad. Generalmente, lo que se enseña es economía positiva. Es decir, lo mismo que se entrega a un estudiante de primer año de ingeniería comercial. Después de pasar por ese "sacrificio" (economía suena a matemáticas y los periodistas solemos ser enemigos de los números), nos olvidamos que alguna vez existió esa dimensión de la realidad.

Finalmente, quienes van a especializarse en periodismo económico son aquellos que tienen una gran motivación anterior al paso por la universidad; quienes por razones familiares están vinculados al mundo de la empresa o los que ven en esta especialización una inserción laboral medianamente rentable. El resultado es que, finalmente, quienes optan por el periodismo económico sólo están en condiciones de reproducir el tipo de prácticas que hoy se dan en los medios.

Para que tenga sentido la enseñanza universitaria del periodismo es imprescindible que se plantee siempre como objetivo el ANALIZAR CRITICAMENTE Y RECREAR las prácticas de la profesión. Ello sin perjuicio que se entreguen todas las herramientas técnicas para la adecuada inserción en el campo laboral.

Si algún sentido tiene enseñar economía en los primeros años de la malla curricular es justamente para estimular en la práctica de este desafío de explicar temas complejos de manera sencilla. Y para eso se requiere hablar más de teorías económicas vinculadas a la historia que de elasticidad de la oferta y la demanda y puntos de equilibrio; más de las fuentes de información económica, que de los cañones y la mantequilla de Samuelson. Por supuesto, se trata de una cuestión de énfasis y no de ideas excluyentes.

La perspectiva económica de los fenómenos sociales debería cruzar toda la malla curricular de la enseñanza del periodismo, de manera que - independientemente de que exista vocación por esta especialización- se tenga una visión efectivamente científica de los fenómenos sociales.

4.- Mención en periodismo económico

Esa formación sólida desde la perspectiva de las ciencias sociales debería estar coronada con la alternativa de la especialización. La posibilidad de una buena inserción laboral está dada en gran medida por la profundidad de los conocimientos que se provean desde la universidad. Sólo con una formación académica especializada el periodista estaría en condiciones de aumentar el valor incorporado al producto periodístico y, en consecuencia, a su sueldo.

Por eso sería interesante que luego de una formación científica y técnica común en los primeros años de la carrera de periodismo existiera una especialización conducente a menciones, entre las que podría estar el periodismo económico.

Una mención en periodismo económico debería considerar al menos tres ejes formativos:

-Teoría económica. Ella permitiría estar en un nivel adecuado para entenderse con las fuentes. Esto implica estudios de teorías económicas comparadas, macroeconomía aplicada, microeconomía (sectores productivos, regulación de mercados, mecanismos de fijación de precios. Etc.) y análisis financiero, entre otros.

-Análisis de casos. Estudiar experiencias concretas de periodismo económico. Por ejemplo, las escuelas de Wall Street Journal y Financial Times; experiencias latinoamericanas: Gazeta Mercantil y Ambito Financiero. También en el análisis de casos se debe asumir la perspectiva ética. Por ejemplo, el conflicto de intereses entre el periodista de medios y el de la empresa.

-Propuestas de medios. Creación de medios y programas propios, dirigidos a nuevos públicos, nuevos formatos. Respuestas creativas a los medios integrados on line (radio, TV y lectura).

Finalmente, siempre cabe la reflexión respecto de invertir el orden de la formación ¿Por qué no transformar el periodismo en una especialización para economistas? Esta visión es estimulada hoy por la práctica de diversos economistas que hacen periodismo o pretenden hacerlo. Esa opción puede resultar notablemente funcional. Es sintomático que en muchos medios los cargos de mayor responsabilidad en el área de economía no son asumidos por periodistas, sino por ingenieros comerciales o abogados. En la medida que se va subiendo en la escala de responsabilidades es menor la presencia de periodistas.

Cabe reivindicar aquí la especificidad de la comunicación social, como ámbito de estudio teórico y como práctica. En esta perspectiva, el periodista es un tecnólogo social. Es decir, un profesional que aplica en su actividad un conjunto de técnicas con fundamento científico.

Desde esta perspectiva, la comunicación es una disciplina en sí misma y no un anexo o un complemento de otras. Esta idea básica es la que justifica, en última instancia, la existencia de las escuelas de periodismo de pregrado.

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