E-LECTIA:
MODELO DE CREACIÓN DE SITIOS WEB
DE ORIENTACIÓN PEDAGÓGICA

Por Rodolfo Arenas R.
Universidad Internacional SEK
Universidad Bolivariana


"La gran prioridad de la educación actual es definir en forma realista el uso que se dará a las nuevas tecnologías". El País (22 de mayo, 2001)

El fenómeno de la prensa del corazón no es tan reciente como pareciese. Durante 10 siglos se ha comentado en extenso el caso del dramático romance de Pedro Abelardo con la adolescente Eloísa, pero los aportes de este maestro escolástico a la filosofía y a la teología sin duda nos resultan mucho menos conocidos.

Abelardo, primogénito de una familia acaudalada, renunció a sus derechos hereditarios para consagrar su vida a la búsqueda y transmisión del conocimiento. Discípulo de Guillermo de Champeaux, rompe con las ideas de su maestro y las rebate, creando su propia escuela. Y los alumnos le prefieren, atraídos por el dominio incontrastable que demostraba en las artes de la retórica.

Esos años de la ruptura y la posterior competencia produjeron un cambio paradigmático en los procesos educativos. Introducen una variable agonística a la enseñanza, la convierten en un campo de enfrentamiento en que la vigencia de un modelo pedagógico asegura el interés de los estudiantes. En ese momento se consolida la transmisión del conocimiento como un escenario retórico, en la perspectiva del educador como un combatiente de las ideas.

En nuestros años, en el año lectivo 2001 del hemisferio norte para ser más precisos, la variable agonística se reencarna en el viejo proceso, prefigurado por Heidegger, en que una tecnología rompe la admiración y se hace paulatinamente transparente. La universidad de Harvard -en una decisión cuya conveniencia debe estarse debatiendo- decidió grabar en video las clases de sus maestros y ponerlas en línea, con la idea de que estuvieran a disposición de los estudiantes que hubieran faltado a alguna sesión específica o cuya concentración hubiese fallado en algún instante. Pero el resultado, podríamos hablar de un efecto búmeran, no fue el deseado: las sesiones grabadas no funcionaron como un refuerzo a la clase tradicional, sino más bien tendieron a desplazarlas. Tal como señalan Leila Jackson y Gabriel Sama ("Wall Street Journal Américas", 1 de septiembre de 2001), un porcentaje significativo de los alumnos dejaron de ir a las sesiones con sus maestros y se dedicaron seguir las lecciones desde sus casas, sin tener que levantarse temprano ni estar formalmente sentados en el auditorio.

Poca gracia les provoca este fenómeno a los profesores, a quienes les comienza a mermar el auditorio, mas tampoco debe agradar a los padres de los estudiantes, en especial si se considera que pagan 37.000 dólares anuales (más de 25 millones de pesos chilenos) para que sus hijos vean una clase en el ordenador.

Sin embargo, lo que ocurre en la universidad estadounidense constituye un fenómeno anacrónico o, al menos, un fósil expresivo, a la altura del teatro filmado con que se inició el cine. La relación entre educación e informática en línea vive su evolución a velocidad digital y ya ha creado sus propios códigos, por lo que grabar videos de las clases funciona únicamente por su carácter just-in-time
Ese aparato expresivo propio, aún en construcción, viene principalmente por el lado del aprendizaje, el denominado e-learning. Fenómeno que abarca desde la traslación del campus completo a lo virtual, como la Universitat Oberta de Catalunya (Barcelona), en que toda la actividad de educación superior es replicada digitalmente, o el método andragógico, de la Atlantic International University (Miami), que hace énfasis en el rol autogestor del estudiante en una educación electrónica.

Sin embargo, lo más radical sigue siendo la no presencialidad en el proceso de aprendizaje, búsqueda heredera de la que se desarrolló en la educación a distancia analógica, y no la especificidad del medio a utilizar. Todavía es más "learning" que "e". Mientras que lo "e", por el contrario, está cada vez más presente en el "learning".

La más radical de las propuestas respecto de este maridaje corresponde a Perelman, con su célebre memorando (1992) en que llama al gobierno federal estadounidense a no construir más escuelas, ya que serían edificios vacíos al cabo de algunos pocos años, presagiando un futuro inmediato en que toda la educación se realizaría enteramente on line.

Más intermedia, y ya en funcionamiento, es la experiencia de la Western Governors University, iniciativa conjunta de varios gobiernos estaduales del oeste estadounidense en que el campus y los profesores están declarados piezas de museo. Este ámbito educativo no dicta cursos, se limita a ubicar expertos en cada área, quienes entregan los conocimientos a los alumnos, y luego a certificar mediante una batería de evaluaciones que el estudiante está debidamente acreditado para desempeñarse en la disciplina elegida.

Pero con los datos de que disponemos actualmente, el modelo que aparece como más inmediato es el diseñado por Bosco (1995), cuando augura que las escuelas tradicionales coexistirán pacíficamente con el e-learning, congeniando en un proceso que buscará potenciar la "educación natural".

La idea de un alumno que escoge entre distintas fuentes de información, para construir interpretaciones personales del mundo, presupone un rol activísimo del maestro como guía frente a la profusión de las vías y estilos de búsqueda. La importancia de esta función nos recuerda lo que el e-learning parece olvidar: el otro componente de la díada educativa, la lectia.

La vieja disciplina de la clase, condenada a muerte sucesivamente por la imprenta, por los medios electrónicos y por la fotocopia, siempre resulta finalmente sobreseída. Y no parece que el mundo digital pueda tampoco detonar su obsolescencia. Por desarrollada que se halle la información disponible y los protocolos de acceso a ella, todavía resulta imprescindible la lectia, los procesos de selección y entrega de los contenidos.

Y, recordemos que la educación es al menos desde Abelardo una experiencia agonística, además resulta imprescindible que los contenidos se encuentren presentados de acuerdo con las características del medio a utilizar y según las peculiaridades de las personas que los recibirán.

Por ende, entremos ya en materia, la idea de una comunicación en que mensajes digitalizados y puestos en línea constituyan un ingrediente importante del proceso, seguramente mayoritario, obliga a pensar en una lectia electrónica. Una comunicación específica, fundamentada en la entrega de contenidos didácticos.

Durante el seminario "E-lectia..."

se trabajó delimitando los elementos de esta comunicación específica: adecuación a las características propias del medio a utilizar, evaluación de las características del usuario y una estrategia discursiva acorde. El objetivo inmediato era reiterar una circunstancia que porfiadamente escapa a una buena parte de las construcciones de signos: el ámbito referencial no es la única, ni siquiera la más importante, dimensión del mensaje.

El resultado de esta búsqueda fue una serie de sitios web, largamente superiores a la mera presentación de contenidos, con marcado énfasis en lo lúdico e interactivo.

Esta constatación empírica nos anima a presentar el modelo resultante, una propuesta de construcción de sitios web de índole pedagógica que se esquematiza en el diagrama a continuación:

De Internet al aula y viceversa

"Al utilizar distintos recursos de aprendizaje, las estrategias deben cambiar en función con ese recurso". Albert Sangrá (rector de la UOC).
Con la rápida aclimatación de los medios electrónicos a nuestro tiempo, no es ya necesario detenerse en las manidas características de Internet, las denominadas "seis íes" (inmaterialidad, interactividad, instantaneidad, innovación, integración e interconexión).

Pero sí ingresar un poco más en el tema de lo que hay que "pagar" para participar de la información en línea. El costo energético, que parece insignificante, pero psicológicamente incide; el costo monetario, incluyendo equipo y el valor de la conexión; el costo temporal, que implica la desazón frente a las esperadas largas; el costo intelectual, ya que se precisa distinguir en el exceso de información, y, finalmente aunque no por eso de menor relevancia, el costo de frustración, con la decepción como resultado del desbalance entre expectativas y logros reales.

Obviamente, el primer input de un sitio pedagógico debe ser la reducción de costos, prefiriendo la simplicidad frente a la estética, e incluso planificando adecuadamente los contenidos, para, por ejemplo, evitar las "costosísimas" páginas innecesarias.

Estos costos, además, se vinculan con algunas características descritas por numerosas, y coincidentes, investigaciones tanto en Estados Unidos como en áreas hispanohablantes. Verbigracia, la juventud (en Chile, el 46,2 son estudiantes, e incluso el 49 por ciento llevan menos de un año y el 24 por ciento, menos de tres meses), la comodidad (75 por ciento no se desplaza en la página), el pragmatismo (quieren respuestas concretas e inmediatas), el gusto por participar (30 por ciento del uso es correo), el marcado audiovisualismo de su exposición a los medios (la TV es tercera actividad después del sueño y el trabajo / estudio) y la tendencia a la concentración (utiliza pocos sitios, siempre los mismos).

La vinculación de estos dos grupos de variables con las características propias el medio arrojan como resultado una matriz de aspectos que resulta necesario tener en cuenta a la hora de confeccionar un sitio web de índole pedagógica. Por ejemplo, la fragmentación del contenido, para evitar páginas demasiado extensas; la imprescindible claridad, que se traduce en menús orientativos y el cuidado de la unidad en el diseño, o la necesidad del apoyo gráfico, con atención en el dinamismo.

De los requerimientos del mensaje, especialmente su carácter didáctico, se desprende la necesidad de organizar guías y, lo que es aún más relevante, la prioridad de prever una respuesta reforzadora. Esto deviene del estudio respecto de aprendizaje con guías de estudio de Jorge Luzoro y Jorge Amigo, 1987, en que se demuestra el impacto positivo de presentar los contenidos en forma dirigida. Incluso, por añadidura, esa investigación llega a una conclusión menos previsible: la necesidad decisiva de establecer un sistema de recompensa inmediata para mantener el interés y la atención.

Este desafío conduce a otro de los inputs, siempre desde el punto de vista del mensaje, lo imprescindible de romper la monotonía constantemente a fin de volver a capturar al receptor que se ha extraviado en lo previsible. Y para esto se regresa a la díada transparencia-admiración de Heidegger, para indicar que la translucidez resulta indispensable para la apropiación de labores, pero es tan peligrosa como una música monótona, embota nuestra atención. Resulta necesario, ergo, romper la rutina, volver aunque sea momentáneamente a la sorpresa. Esa es la noción de quiebre: llevar de vuelta al receptor, por medio de alguna estrategia comunicacional, a una etapa deliberativa, superior al estadio mínimo de conciencia.

Para la construcción propiamente tal del sitio se adopta un recurso tan antiguo como efectivo, la retórica. Un arte clásico que está siendo redescubierto como una fuente de intuiciones que hoy se vislumbran tanto o más fecundas que los sistemas desarrollados mientras se descreía de sus alcances.

Para los fines del seminario, se redujo las cinco partes clásicas del discurso retórico a sólo tres: inventio, dispositio y elocutio. Los dos restantes, actio y mneme, sólo se relacionan muy tangencialmente con los propósitos en cuestión.

Se mantuvo, por su sutil traslación entre la res y la verba, en como del conmover se adentra en el convencer, el orden clásico de exposición.

Por ende, el punto de partida fue la inventio. Elemento que, pese a su nombre, lejos de aludir a invenciones se refiere al hallazgo de los tópicos a presentar. Este tema, además debe estar dotado de las necesarias pisteis, para convencer, el conocimiento debe ser avalado por la evidencia, toda la evolución de nuestra sociedad nos habla claramente de la crisis del modelo de autoridad, y los exemplum, los casos ilustrativos que sirven de anclaje a las peripecias del discurso.

La dispositio deambula entre lo pasional, el exordio, pasando por lo demostrativo, la narratio y la confirmatio, para regresar a la pasión del epilogo. En el exordio creemos útil la estrategia de captatio benevolentiae, que propone distintas opciones según la firmeza de nuestra propuesta: abstenerse (si es clara nuestra posición), llamar la atención (si es neutra), hacerlo receptivo (si es difícil) y tratar de convencer (si es claramente desventajosa). Suenan a posiciones de abogados en un juicio, y ese es su origen, pero también tiene un uso respecto de la dialéctica entre una estrategia de lectia y el nivel de la carga motivacional de sus receptores potenciales.
El resto de los elementos (la narratio como elección de un orden de exposición, la disgressio en tanto herramienta de quiebre, la confirmatio de los argumentos y la perotatio como cierre apelativo) son conocidos y su efecto resulta evidente.

La elocutio ingresó tarde a la historia de la retórica y, sin embargo, la vulgarización la entiende englobando el resto de sus componentes. De su batería de opciones rescatamos la electio, como el desplazamiento en el paradigma de los términos y figuras, y la compositio, como el sintagma, la vinculación entre los elementos.

La figuración del autor y el receptor en el texto parecen tomados directamente de las teorías pragmáticas de Umberto Eco. Sin duda son tributarias, pero el concepto es muy anterior, viene de los griegos. De hecho, la retórica clásica ya hablaba del ethe, los atributos del emisor (franqueza, sabiduría, complicidad) y pathe, sentimientos del receptor (la pasión que predispone a la recepción).

La base de esta herramienta radica en el concepto de cooperación textual, el fenómeno que posibilita la actualización de un texto y que se manifiesta como la relación entre la estrategia del autor y su lector modelo. No hablamos de un autor empírico, real, un ser humano, ni de un lector empírico, otro ser humano igualmente real, sino de estrategias. El autor modelo constituye una previsión del lector modelo, mientras que este último son las condiciones para que un texto sea felizmente recibido.

Por ende, para no caer en sicologismos, se estimó pertinente revisar si era conveniente establecer en el mensaje la marca de un autor, adoptar una personalidad, proyección de la presentada en aula. Y de la misma manera, caracterizar al receptor cuando resultara necesario. Las presentaciones neutras, bien lo sabemos, sólo son una representación de neutralidad.

Para cerrar el círculo, se llegó hasta la tríada de la página educativa, las tres "C": contenidos, contacto y coordinación. Y el énfasis está puesta en la necesidad de la coexistencia de todas ellas, para evitar el uso actual, en que los contenidos empañan, e incluso ignoran, el resto de las variables.

Los contenidos, obviamente, incluyen los resúmenes de clases, las ya mencionadas guías de estudio, las sugerencias didácticas, el material complementario, bibliografía y fuentes (fáciles de adosar mediante los hipervínculos) y las actividades.
El contacto responde a la posibilidad, y necesidad, de una comunicación horizontal. Esta dimensión incluye el correo, las noticias, los foros temáticos y, si es posible, los chateos dedicados al tema o a su periferia.

La coordinación, el menos explorado de estos elementos, contempla la ubicación del segmento de contenidos dentro del plan general de la docencia, el plan de la presentación, las agendas y, de ser necesario, por ejemplo cuando el sitio responda a una asignatura, de las asistencias y calificaciones. Estos aspectos, pese a su apariencia netamente escolar, en especial los dos últimos, permiten responder a variables que se apreciaban en la descripción de las características del infonauta: la importancia de los aspectos prácticos y la necesidad de ganarse un espacio entre los pocos sitios habituales en el listado mental de "favoritos" del potencial usuario.

Dos falacias y un nuevo escenario

"La sociedad del futuro será una sociedad del conocimiento... A través de ella (la educación), ya sea formal o informal, los individuos serán dueños de su destino y garantizarán su desarrollo". Comisión Europea de Educación (1995)

Al comenzar el ya mencionado seminario experimental "E-lectia...", se constataba como es de común confundir contenidos con comunicación, creer que la función referencial es única, desdeñando las restantes (la fática, la apelativa y la poética, al menos).
Las experiencias obtenidas en el citado seminario permitieron insistir en lo erróneo de la falacia referencial, ya que la preocupación por las demás funciones enriquece especialmente los resultados comunicativos.

Además, también resulta habitual la falacia tecnológica, suponer el conocimiento del software asegura éxito comunicacional. El seminario también adelantó indicios de lo equivocado de este concepto, mostrando como existen otras dimensiones (en el caso específico del sitio web educativo, al menos el diseño y la construcción de contenidos) que acrecientan el caudal comunicativo.
Y aunque ese no era el objetivo inicial, el seminario permitió medir el aporte educativo del sitio web. Aspecto en que se concluyó, en la interacción con los docentes, como ellos vislumbran el uso de las nuevas tecnologías como una herramienta útil hoy, pero imprescindible en el mediano plazo.

Finalmente, haciendo gala de un mínimo de fantaciencia, se puede vislumbrar un mundo cercano en que la educación no se limitará al docente clásico. Será, lectia mediante, una actividad netamente comunicacional, donde probablemente encontremos brokers educativos, suerte de agencias en que los creadores y transfundidores de contenidos tendrán que ser sujetos de capacitaciones específicas o deberán asociarse con expertos en su transmisión, con comunicadores.

La informática en línea está sacando a la educación del aula. Pronto la diferencia entre una institución educativa y un medio de comunicación será meramente anecdótica.

Y ahí se vislumbra un nuevo escenario. Los comunicadores como protagonistas en la creación y actualización de sitios electrónicos que alimentarán con contenidos y actividades a los periplos pedagógicos jus-in-time y "naturales" de los grupos educativos.
Sin embargo esta nueva escena será también, recordemos a Abelardo, una palestra. El seminario también apunta sus resultados a la necesidad de asumir un rol activo; tanto frente a la tecnología, no transparentarla como una mera herramienta, así como a los contenidos, la mera repetición se anula en la acumulación informativa on line. Todo para, como siempre, estar dispuestos a disputar un lugar en el espacio, real o virtual, de las interpretaciones del mundo.

Bibliografía y fuentes

"Aprendizaje con guías de estudio: una forma de mejorar la instrucción universitaria": J. Luzoro y J, Amigo, en Revista Latinoamericana de Psicología, volumen 19, 1987.

"Los internautas tienden a la concentración", por Baquia Inteligencia, junio de 2001.

"Ontología del lenguaje": Rafael Echeverría. Dolmen Ensayo, Santiago de Chile, 1998.

"Lector in fabula": Umberto Eco. Editorial Lumen, Barcelona, España, 1981.

"Los expertos alertan de la falta de objetivos educativos ante las tecnologías": El País, Madrid, 22 de mayo de 2001.

"elmundo.es se sitúa en cabeza de los medios informativos europeos en Internet": El Mundo, Madrid, 25 de mayo de 2001.

"Tendencias en educación en la sociedad de las tecnologías de la comunicación" (paper): Jordi Adell.

Entendemos por sitio educativo, desde el punto de vista de la lectia, a aquel que se relaciona con la labor en aula, ya sea como una prolongación o antecediéndola.

Desde la publicación del epistolario de la pareja, que obviamente opacó los textos filosóficos de Abelardo, hasta la recreación con muñecos del largometraje "Being John Malkovich").

El nominalismo, que rechazaba la existencia real de los nombres propios, lo que en la época se consideró herético.

Información que está a disposición del usuario en el momento en que es requerida.

HYPERLINK "http://www.uoc.es"

HYPERLINK "http://www.aiu.edu"

"e" alude a electrónico.

Entró en funciones en 1997. Ver
HYPERLINK "http://www.wgu.edu"

Esto es precisamente lo que está ocurriendo con el e-comerce, donde los sitios puramente electrónicos tuvieron un fulgor y ahora viven un mayoritario descenso. Finalmente, los sitos de mayor éxito están siendo los denominados brick and click, aquellos que están presentes en el mundo analógico y en el virtual simultáneamente.

En que cada alumno buscará lo que le interese conocer según las vivencias de ese momento, de la manera en que se actúa naturalmente en la vida diaria, sin necesitar de programas reglados.

"E-Lectia, estrategias y técnicas del sitio web educativo", encuentro en la modalidad de estrella organizado por la Línea de Tecnología de la Escuela de Periodismo de la Universidad Internacional SEK, julio-agosto-septiembre 2001.
Por ejemplo, las realizadas por Jupiter Media Metrix en Estados Unidos (2001), que arrojó resultados muy similares a los recogidos por Reach Medio en España (2001).

Media Group, 2001.
La tendencia actual en los diarios electrónicos, una situación susceptible de comparar, es la inclusión de diagramas animados en la ilustración de las noticias. Ver por ejemplo, www.elpais.es.
No existe acuerdo respecto a si fue luego de Gelón y Hierón, en Sicilia, o Trasíbulo, en Siracusa, pero el origen de la retórica está los litigios posteriores a un quiebre institucional.
La Western Governors University ya denomina a sus unidades lectivas como "education providers".

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