La
reactivación tarda... pero va a llegar
Por
Carlos Castillo
De
acuerdo a los antecedentes, nuestra economía por lo menos se
encuentra en un estrato superior al del resto de las economías
sudamericanas, e incluso, de algunas economías mundiales, según
señaló el ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre,
el 8 de octubre ante la Comisión Mixta de Presupuesto. Al contrario
de lo que se podía imaginar, Chile no ha pasado por los "corralitos"
que afectan a Uruguay y Argentina, ni tampoco por la crisis brasileña.
Los efectos
negativos en el Producto Interno Bruto (PIB), debido a colapsos
económicos exteriores de otros años, han sido abordados
de manera eficiente, lo que se debería, según el propio
ministro, a las medidas tomadas por el gobierno para solventar estos
desbarajustes. Entre éstas, la que parece tener más
importancia es la idea de mantener al Banco Central en forma autónoma,
lo que facilita las decisiones importantes.
Otro factor
que lleva a la economía chilena a ensalzarse como la más
estable dentro del contexto sudamericano, es la apertura que ha
caracterizado, en especial, a este gobierno. El tratado de libre
comercio con la Unión Europea es un claro ejemplo de ello,
y si a eso se le suman otros posibles tratados, Chile aparece ante
el mundo como un país estable en el que si bien se ha tenido
que apretar el cinturón en más de una ocasión,
al menos puede respirar tranquilo.
Pero en resumidas
cuentas, lo que atraviesa Chile es un estado de restricción
más que recesión económica. Sobre este punto,
conviene recalcar que tal restricción deriva de hechos que
afectaron al orbe durante los últimos años del milenio
anterior.
La "crisis
asiática" hizo estragos en muchas partes del mundo y
si sumamos la recuperación que se venía dando en el
sector económico mundial y que cayó nuevamente debido
a la tragedia del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, vemos
que Chile ha salido airoso en muchos aspectos y que en otros sufrió
las repercusiones de los acontecimientos.
Por una parte,
como ya se dijo, el PIB mostró efectos negativos a lo largo
de estos tres años y en lo que respecta al actual, se presentó
un crecimiento menor de lo esperado debido a un ingreso menor de
lo que se tenía previsto y que registraría aproximadamente
un 0,9% de déficit del PIB. Sin embargo, de acuerdo al comportamiento
a largo plazo, este déficit se transformaría en un
superávit estructural equivalente también a un 0,9%
del PIB. En otras palabras, tendríamos eventualmente un "cheque
a fecha".
Sobre la base
de esto mismo, se hace necesario resaltar la labor de los economistas
del gobierno que han realizado una política fiscal adecuada
al contexto económico y a los factores externos que inciden
en nuestro país. El mercado de capitales, que se ha mantenido
estable, así como la solidez del sistema financiero han hecho
que Chile se encuentre bien parado respecto a otros países
que han vivido problemáticas situaciones económicas.
Ahora cabe preguntarse: ¿que vendrá? En la misma exposición,
Eyzaguirre sostuvo que la economía mejorará, aunque
en forma pausada -Lógico si se piensa en todos los factores
que interrumpieron el libre accionar de la economía durante
estos años-, al igual que la demanda interna. Mas esta mejoría
no depende tan sólo de nuestra fuerza de voluntad ni tampoco
de las estrategias propuestas, tales como controlar la inflación
para seguir estimulando la política macroeconómica
interna. También depende de lo que pueda pasar en el exterior
ya que todas estas tácticas para lograr la tan famosa reactivación
económica se suscitan bajo la hipótesis de que el
escenario global se recupere en gran medida.
Por
esto, el gabinete en pleno debe cruzar los dedos para que los Estados
Unidos siga ejerciendo la resistencia económica que ha provisto
después de la caída del World Trade Center y que Rusia
mantenga el crecimiento autosostenido que experimenta actualmente.
Además es necesario también que mejoren algunas economías
asiáticas importantes, e incluso, algunas latinoamericanas.
Así se lograría que la tasa de expansión consiguiera
la meta de un 2,3% para este año y de paso, en 2003, dejar
el camino allanado para lograr la tasa de crecimiento presupuestada
que es de un 4%.
Todo esto suena
muy bien, pero en la práctica es otra cosa. Las exportaciones,
que este año han liderado la expansión gracias a la
depreciación del tipo de cambio, deberán seguir junto
a una recuperación mundial de la actividad económica
y en especial deberán recuperarse aquellos países
que comercian con Chile. Sólo así se podrá
alcanzar la meta de la reactivación.
Por otra parte,
queda solucionar el problema de la demanda interna. En este sentido,
como lo destacó el ministro, hay que esperar que se combinen
dos factores de importancia para lograr una reactivación
dentro de nuestro país: las rebajas de las tasas de interés
y que el ambiente externo proporcione las condiciones favorables
para que los términos de intercambio se recuperen. Así
se alcanzaría una tasa de expansión de un 4,5%.
Sin embargo,
existe otro factor a tomar en cuenta: la inflación. En este
sentido, al Banco Central le toca jugar un papel importantísimo
para evitar que los precios se disparen. En todo caso, el mismo
Eyzaguirre aseguró que no se esperan presiones inflacionarias.
Eso es en el ámbito externo, pero queda el problema de posibles
presiones inflacionarias externas que puedan acarrear el movimiento
en otros mercados. Sin embargo, el gobierno ya tiene previsto esto
y espera que haya un déficit producido por el ajuste en el
tipo de cambio, pero dicho déficit no va a tener secuelas
en la economía porque existe la forma de financiarlo.
Por esta razón,
lo que debe hacer el gobierno es proseguir con la política
fiscal que lleva hasta ahora donde el austerismo y la sobriedad
permitieron hacer recortes que cubrieron ejes donde el dinero escaseaba
y donde la regla de balance estructural debería conseguir
que el ciclo económico se suavizara. De esta manera, el gasto
fiscal quedaría en un 0,7% y se obtendría lo que en
economía se llama efecto macroeconómico real de un
3,4%.
Esperemos ahora
que el año esta por terminar que todas estas promesas y expectativas
para el año nuevo que viene dejen de serlo y se conviertan
en realidad.
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www.minhda.cl
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