Belice, un país
chiquitito
Como
una pepita de ají
Con una pequeña
superficie, pero con hermosas playas y paisajes, Belice abre sus
puertas al resto del mundo.
A pesar de ser un país independiente hace sólo veinte
años, tiene una pugna territorial desde el siglo XVIII con
Guatemala.
Por
Francisca de la Vega y Ángela Quevedo
Un
trozo del Caribe
Belice forma
la parte sudeste de la península de Yucatán. Sus tierras
son bajas; su clima cálido y lluvioso al norte. Al sur hay
colinas donde se diversifican los cultivos. El litoral norte es
pantanoso y bordeado de islas planas. El litoral sur tiene excelentes
puertos naturales entre los arrecifes.
Su capital es
Belmopan y la nación está divida administrativamente
en seis distritos. La superficie de todo el país no supera
los 23 kilómetros cuadrados, en ella habitan cerca de 257
mil personas de las cuales sólo el diez por ciento es de
origen europeo, el resto es mestizaje de habla hispana. El idioma
oficial es el inglés y hay un alto grado de alfabetismo.
Sus principales
productos agrícolas son la caña de azúcar y
la madera. Pero sin duda su potencial está en el turismo.
Su sistema de gobierno es la democracia parlamentaria y su actual
Primer Ministro es Said Musa.
El último
intento de los españoles por posesionar estas tierras fue
conocido como "la batalla de St. Georges Caye". Tuvo lugar
el 10 de septiembre de 1798 y en el siglo XX pasó a ser el
día nacional. Esto fue cambiado el 21 de septiembre de 1981
cuando le fue concedida a Belice la Independencia del Reino Unido.
No obstante, al igual que los chilenos, el mes entero se ha transformado
en una gran excusa para celebrar ambas fechas.
Recuerdos
beliceños
En el territorio
de Belice (ex Honduras Británicas) se asentaron los Itzaes,
uno de los pueblos integrantes del Imperio Maya, que se extendía
por los actuales territorios del sur de México, Guatemala
y Belice. En 1502 Cristóbal Colón navegó hacia
la bahía y la denominó Bahía de Honduras. España
era nominalmente la potencia colonial de la región, pero
nunca se adentró en Belice, porque encontró una fuerte
resistencia de los nativos.
Por el Tratado
de París de 1763, España permitió a los británicos
iniciar la explotación maderera, autorización confirmada
por el Tratado de Versalles de 1783. En 1798 los británicos
controlaron la colonia, aunque España conservó su
soberanía. Sólo en 1862 las Honduras Británicas
se convirtieron en colonia de Inglaterra. El gobierno de la corona
se introdujo en 1871 y el territorio fue administrado por el gobernador
de Jamaica hasta 1884.
En
1950 se fundó el Partido del Pueblo Unido (PPU), dirigido
por George Price. Surgido como Comité Popular de protesta
contra las arbitrariedades de la administración colonial,
el PPU se impuso de manera abrumadora en la primera elección
en la que participó. En 1954 se estableció el sufragio
universal y la elección directa de una mayoría de
representantes en el Legislativo. En 1961 se adoptó un sistema
ministerial de gobierno y en 1964 el país conquistó
la autonomía interna, con lo que George Price pasó
a ser primer ministro. El 1º de junio de 1973 se cambió
el nombre del país de Honduras Británicas a Belice.
El 21 de septiembre de 1981 el país declaró su independencia.
En las elecciones
generales realizadas el 6 de setiembre de 1989, George Price retornó
al poder en virtud del triunfo del PUP. Luego, en 1991, el Presidente
de Guatemala, Jorge Serrano, reconoció oficialmente la soberanía
de Belice y el gobierno de éste último país
cedió a Guatemala el libre acceso al golfo de Honduras.
En 1993, luego
de la caída de Serrano en Guatemala, Price adelantó
las elecciones presidenciales de Belice para ratificar los acuerdos
con su par guatemalteco. En las elecciones de junio de 1993 el PUP
fue desplazado por el UDP, liderado por Esquivel y dominado por
los mestizos. De esta manera las intenciones de llegar a un acuerdo
territorial se cambiaron por fortalecer la industria del turismo
y la economía del país, aprovechando, precisamente,
su territorio.
En marzo de
1994 el UDP ganó también las elecciones en los siete
concejos locales del país. El gobierno formó un grupo
de asesores económicos con el fin de estudiar incentivos
para el mercado de capitales y el turismo, así como el establecimiento
de una o más zonas francas. El temor de nuevas demandas territoriales
de parte de Guatemala y el retiro de las tropas británicas
condujeron a un aumento del gasto militar y de los efectivos en
la Armada.
Guatemala
versus Belice
Los inicios
del conflicto se remontan al siglo XVIII, tiempo en el que la corona
española ejercía aún jurisdicción sobre
el territorio de Guatemala. En 1763 España otorga a la corona
británica, en usufructo para explotación de madera,
el área ubicada entre los ríos Hondo y Sibún
(Belice), que formaba parte de Guatemala.
En el año
1821 Guatemala se declaró un país independiente y
aceptó formar parte de la Federación Centroamericana
constituida por El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
Paralelamente a la unión de los países del Istmo,
Gran Bretaña avanzaba sobre el territorio guatemalteco hasta
llegar al río Sarstún. Para evitar que Inglaterra
siguiera avanzando más allá de lo que la corona española
le había permitido, Guatemala suscribió con Gran Bretaña
en 1859 el tratado Aycinena-Wyke, el cual establecía que
Gran Bretaña construiría una carretera a cambio de
que Guatemala cediera el área ubicada entre los ríos
Sibún y Sarstún.
La carretera
no fue construida y en 1863, Guatemala y Gran Bretaña firmaron
un convenio en el que acordaron sustituir la carretera por el pago
de 50 mil libras esterlinas. Por incumplimiento de Gran Bretaña,
el gobierno de Guatemala declaró en 1884 caducado el tratado
de 1859, y en consecuencia, exigió la reincorporación
del territorio de Belice.
En 1975 terminó
el coloniaje de Belice. Posteriormente, en 1981, Belice se declaró
independiente, y fue aceptado como miembro de la Organización
de las Naciones Unidas. El nuevo país fijó entonces
sus límites territoriales que eran los establecidos, según
el Tratado de 1859, en su Constitución.
En 1991 Guatemala
reconoció a Belice como Estado independiente y a su pueblo
el derecho de autodeterminación. Pero en 1997 la Corte de
Constitucionalidad de Guatemala resolvió declarar nulo el
convenio de 1859, por incumplimiento; por consiguiente, Guatemala
presentó un reclamo para que se le restituyera el territorio,
que según su visión, le estaba siendo usurpado.
El
caso fue tratado en la Organización de Estados Americanos,
OEA, y el 30 de septiembre de 2002 se llegó a un acuerdo,
donde los mediadores de ambos países aceptaron oficialmente
las propuestas y recomendaciones planteadas por la organización
hemisférica. Estas propuestas deberán ser aprobadas
por cada pueblo, beliceño y guatemalteco, mediante un plebiscito.
El documento
redactado por las partes conciliadoras, se refiere tanto a los aspectos
terrestres como marítimos. El informe define las coordenadas
de la frontera entre los dos territorios y hace una convocatoria
para la creación de una Comisión Técnica, encargada
de la demarcación de la línea divisoria y su mantenimiento
en el futuro.
Respecto a los
límites marítimos, la frontera entre los mares es
la llamada Línea de equidistancia. Asimismo, establece una
comisión tripartita (conformada por Guatemala, Belice y Honduras)
encargada de administrar la pesca en el Golfo de Honduras.
Si no aceptan
las propuestas de la OEA, las partes pueden someter el Acuerdo Territorial
a la Corte Internacional de Justicia.
Belice es un
país soberano e independiente, con territorio claramente
definido en la Constitución y reconocido por la comunidad
internacional, las Naciones Unidas, la OEA y los países de
todo el mundo. Esto a Guatemala le parece injusto, ya que no se
toman en cuenta antecedentes históricos. Por esta razón,
Belice está de acuerdo en facilitar a Guatemala la entrada
a sus puertos que tienen salida al mar pero no están dispuestos
a negociar su territorio.
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