Chile en pelotas
"You
can leave your hat on"(Puedes dejarte el sombrero)
Spencer
Tunick, el fotógrafo neoyorquino que desnuda masas, registró
el domingo 30 de junio a los santiaguinos sin ropa, en una mañana
en que el frío matutino congelaba algo más que la
intimidad.
El
ambiente había sido caldeado por presentaciones artísticas
donde el cuerpo desnudo se convirtió en el protagonista principal.
Por
Andrea Barrera y Luis Vidal A.
La
'Fevernova' de Adidas detuvo su andar por los pastos de Corea y
Japón, coronando a Brasil como nuevo monarca. En Chile algunos
sacrificados siguieron en los trasnoches el desarrollo lejano de
este mundial de fútbol, ya que la "Roja de todos"
se quedó en casa y la distancia enorme que existe, entre
Oriente y nuestro país, derivó en un desfase temporal
de doce horas que dejó a más de alguno con un sueño
irrecuperable.
Sin embargo,
la cita máxima del balompié no es la única
noticia que anima, por estos días, las pasiones de los chilenos.
El fotógrafo estadounidense Spencer Tunick se encargó
de retratar a cerca de cuatro mil personas desnudas en los alrededores
del Museo de Bellas Artes el domingo 30 de junio.
A pesar de un grupo de evangélicos que realizó protestas
en contra del montaje artístico, calificándolo de
inmoral y obsceno, la actividad se desarrolló con completa
normalidad y con una cifra de asistentes que sorprendió hasta
al más optimista.
Pero esta fiebre
por liberarse de la vestimenta no sólo concierne a este acto
que viene enmarcado dentro de la XXV Muestra Bienal Europa - América.
En los días precedentes a la llegada de Tunick, una joven
colegiala de 17 años se paseaba sin ropa por las calles de
Santiago, causando gran conmoción. Luizo Vega precursor de
la idea señaló que "con este desnudo queremos
generar debate en una sociedad muy tradicional y conservadora como
la chilena".
Vega plantea
que Chile requiere de este tipo de presentaciones para poder crecer
culturalmente y dejar atrás pudores heredados. "No podemos
tenerle miedo al cuerpo", afirmó a la prensa.
Historia de un mundo al desnudo
En Chile, país alejado de todo centro neurálgico del
mundo y en donde todo llega más tarde que al resto de la
civilización, aún se mantiene una tradición
católica medieval, adquirida de los conquistadores españoles
que llegaron a esta tierra en 1536, sobretodo en lo que al cuerpo
y su desnudez se refiere.
Esta concepción
pecaminosa, incluso, fue propuesta por la Iglesia tras la caída
del Imperio Romano de occidente en donde el culto a nuestra materia
física y su exhibición se habían realizado
libremente en los baños públicos. También encontramos
antecedentes en la Antigua Grecia, donde en los inicios de los Juegos
Olímpicos los participantes desarrollaban todas las pruebas
desprovistos de ropa, luego de que se descubriera que la vencedora
de una prueba masculina había sido una mujer.
Tan grande ha
sido la influencia de los clérigos en este asunto que durante
el Renacimiento, artistas como Miguel Ángel fueron obligados
a vestir las esculturas y pinturas que habían realizado.
Un ejemplo clásico fue el de la Capilla Sixtina donde se
modificaron todos sus frescos y que más tarde volvieron a
su estado original como el autor los había pensado.
No obstante,
el transcurso de los siglos, el advenimiento de una sociedad marcada
por la economía y la apertura en pos de un mundo basado en
la premisa de la razón, hizo que la idea mítica de
la cultura judeocristiana heredada del Génesis, y en la que
Dios recomendaba no acercarse al fruto prohibido, fuera perdiendo
validez.
El pudor dio
paso a una liberación del temor que el cuerpo generaba, expresión
que se manifestó de diversas formas: como protesta frente
a los atentados en contra de la ecología en el caso de famosas
modelos que posaron desnudas en una campaña para defender
la caza de animales y la comercialización de sus pieles;
o la oferta de sexo en vitrinas en el barrio rojo de Ámsterdam;
así como el amplio desarrollo que ha experimentado el cine
pornográfico en la actualidad.
Tan sólo
un paréntesis
Esta
suerte de compulsión por sacarse la ropa en público
está invadiendo los debates sobre los modelos de expresión
artística. El "efecto Spencer Tunick", Carolina
Fadic posando desnuda en su programa de espectáculos Primer
Plano (Chilevisión), el estelar Por Fin es Lunes (Canal 13)
exhibiendo fotografías de El Rumpi (firmadas por María
Gracia Subercaseaux, quien a su vez hace más de un año
que es tema debido a sus autorretratos en cueros) o el polémico
caso del argentino Luizo Vega, quien expuso en Santiago, sin más
accesorios que zapatos, calcetines, unos lentes de sol y un bolso
a una colegiala de 17 años, son sólo una muestra.
Sin embargo,
creer que esto es un fenómeno nuevo es un error. Un hito
importante en la historia del arte nacional lo constituye el proyecto
de Francisco Copello. En agosto del '73 organizó un cuadro
plástico en vivo, llamado "Pieza para Locos". La
propuesta, alentada por el entonces director del Museo Nacional
de Bellas Artes, Nemesio Antúnez, contempló desnudos
y semidesnudos de nueve personas. El ensayo final fue fotografiado
por Luis Poirot, mientras la acción programada para los días
12 y 13 de septiembre fue cancelada debido al golpe militar.
Seis años
después, el artista de la Universidad de Chile Elías
Adasme, se quitó la ropa y se colgó de los pies desde
la señalética de la estación del metro Salvador.
La acción, arriesgadísima para una época ferozmente
opresiva, constituyó una protesta que rescataba el nombre
del derrocado Salvador Allende. La acción fue fotografiada
y posteriormente Adasme realizó un montaje en el que hizo
calzar su cuerpo desnudo sobre el mapa de Chile, proponiendo así
un contraste entre lo privado y lo social.
Luego de un
período represivo en torno a las libertades públicas,
la vuelta de la democracia, en 1989, permitió retomar el
hilo de estas expresiones artísticas, junto al apoyo o histeria
medial. Así, el colectivo Las Yeguas del Apocalipsis, de
Pedro Lemebel y Francisco Casas, realizó un singular acto
en la sede de la Facultad de Arte de la U. de Chile. La dupla irrumpió
al recinto completamente desnuda y montada sobre una yegua, lo que
en palabras de la directora de la Revista de Crítica Cultural,
Nelly Richard, significó una inversión de travestismo.
La crucifixión
de Patricia Rivadeneira, tapada de la cintura para abajo sólo
con la bandera tricolor, en el Museo Nacional de Bellas Artes (1992)
y La Casa de Vidrio (2000) del proyecto Nautilus fueron otros antecedentes
al momento que se vive
La desnudez
por dentro
Se podría
decir que la reticencia al desnudo en vez de verse superada por
un desarrollo cultural que dé un espacio para hablar y mostrar
el cuerpo abiertamente, se ha manifestado en forma de voyerismo,
ejemplificado en el aumento de Cafés con piernas, la euforia
desatada por los santiaguinos por ver desnuda a una actriz que vivía
en una casa de vidrio y por que no decirlo el halo de misterio y
expectación que precedió la visita del fotógrafo
Spencer Tunick.
Sin embargo,
sin saber con exactitud la base de nuestro temor y exagerado pudor
respecto al cuerpo, la verdad es que en estos tiempos la sociedad
chilena no parece tan conservadora como se piensa, más bien
es una nación inhibida que empieza a liberarse de sus tapujos.
Es común
encontrarse con personas que frente a los amigos o las personas
que le rodean en su ambiente laboral o de estudios se muestren como
conservadores y que rechazan toda puesta en escena que involucre
desnudos. "Yo no posaría, ni aunque me pagaran"
o "Me da vergüenza sacarme la ropa" son frases recurrentes
en un mundo de máscaras que desaparecen en la intimidad de
una revista o de un canal de televisión calificado para mayores
en donde es posible saciar la curiosidad o morbosidad que genera
la desnudez.
No temerle al
cuerpo parece ser una frase clave en la discusión que hoy
en día está presente en las diversas esferas de la
sociedad, pero ¿será ésta la manera correcta
para avanzar en una superación de la culpa que el cuerpo
genera en los chilenos? Al menos en lo que a la esfera pública
se refiere porque pareciera que esta situación no es tan
así en el mundo de lo privado.
Sitios relacionados:
www.mariasubercaseaux.com
www.spencertunick.com
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