Gas de Bolivia
por puerto de Chile:
Una
apuesta económica y política
El consorcio Pacific LNG, formado por Repsol YPF, British Gas y
Pan American Energy, filial de British Petroleum, siempre ha estado
inclinado por usar puertos chilenos en lugar de los peruanos para
realizar la operación.
El
puerto chileno seleccionado ofrecerá amplias facilidades
operativas e impositivas para hacer el negocio, pero no aceptará
la presencia policial o militar boliviana en la zona.
Por:
David Azocar César Vera.
Los
gobiernos de Chile y Bolivia llevan avanzadas conversaciones en
la discusión de un "acuerdo marco" para que
uno de los puertos nacionales sea usado por el consorcio hispano-británico
Pacific LNG para exportar gas hacia Estados Unidos. El acuerdo implica
la cesión de Chile a Bolivia de un puerto en condiciones
ventajosas, "casi con soberanía", específicamente
en la Segunda Región, para que pueda exportar a California
el gas producido en el campo Margarita, uno de los más ricos
de América del Sur
Sin embargo,
ambos gobiernos aún no han llegado al histórico acuerdo,
ya que se está esperando un momento oportuno para finiquitarlo,
algo que tendría que producirse después de las elecciones
presidenciales del país altiplánico, es decir, en
cualquier instante, ya los comicios se desarrollaron el 30 de junio.
Bolivia y Chile
son los únicos dos países de Sudamérica que
no tiene relaciones diplomáticas, debido a la demanda boliviana
de una salida marítima soberana al Pacífico tras la
guerra del Pacífico de 1879, en la que también estuvo
involucrado Perú.
Pacific LNG se inclina por Chile
El consorcio
Pacific LNG, formado por Repsol YPF, British Gas y Pan American
Energy, filial de British Petroleum, siempre ha estado inclinado
por usar puertos chilenos en lugar de los peruanos para realizar
la operación. Esta implica una inversión de 5.000
millones de dólares. No obstante, el gobierno boliviano evaluó
las ofertas de los puertos, tanto de Perú como Chile, durante
varios meses, alegando que una decisión de este tipo implicaba
connotaciones geopolíticas dada la situación mediterránea
de Bolivia.
El consorcio
consiguió que la distribuidora de gas en California, Sempra
Energy, aplace hasta después de las elecciones, el acuerdo
de exclusividad que tienen suscrito para definir el negocio, pero
está solicitando 15 días más hasta que el panorama
político en Bolivia se defina tras los comicios. Las elecciones
se realizaron el domingo 30 de junio y aún no está
claro si el ganador fue el ex militar derechista Manfred Reyes o
el ex Mandatario socialdemócrata Gonzalo Sánchez de
Losada.
En Chile, la
primera opción como puerto para la salida del gas la tiene
Patillos, (cerca de Iquique) y la segunda Mejillones, por cuestiones
técnicas y de distancia, aunque ésta es una evaluación
que sigue haciendo el consorcio multinacional. El puerto chileno
seleccionado ofrecerá amplias facilidades operativas e impositivas
para hacer el negocio, pero no aceptará la presencia policial
o militar boliviana en la zona.
La empresa Pacific
LNG ya ha manifestado que prefiere la opción chilena por
las condiciones de seguridad jurídica que ofrece el país
para recibir la millonaria inversión y porque la presencia
de Chile en el negocio facilita la obtención de los créditos
internacionales para el proyecto.
En el caso de
Perú, la mayor distancia que existe entre el sur de Bolivia
y el puerto de Ilo, que puede encarecer el proyecto hasta en 600
millones de dólares, además de la menor calificación
de ese país ante organismos financieros, fueron razones de
peso en el consorcio para descartarlo.
"Si la
exportación no se hace por Chile, el consorcio puede levantar
las manos porque por el lado del Perú el proyecto se complica
aun más", señaló el cientista político
de la Universidad Mayor, Patricio González.
Para las autoridades
bolivianas, son necesarias al menos 1.000 hectáreas en la
costa, de las que el consorcio Pacific LNG usaría sólo
600 y el resto sería destinado a proyectos como petroquímica
o la conversión de gas licuado en gas óleo.
¿Es más barato por Chile?
Exportar gas
liquido por Chile es la mejor opción, ya que se ahorrarían
en el costo de construcción aproximadamente unos 540 kilómetros
de tubería. La creación del gasoducto Margarita-Ilo
será de aproximadamente 1.320 kilómetros, 540 más
que la alternativa Margarita-Mejillones.
A primera vista
la construcción parece mayor, pero lo que no se ha considerado
es que el costo de transporte de gas en estado líquido desde
Mejillones será más caro ya que se añaden 1.440
kilómetros de distancia en transporte marítimo (ida
y vuelta). Y, todos los técnicos que trabajan en la industria
de transporte de fluidos saben que es más caro mantener y
operar barcos tanque que tuberías y bombas.
Si el gasoducto
se construye hacia Ilo (Margarita-Tarija-Cerro Lípez-Uyuni-Oruro-Calamarca-Santiago
de Macha-Ilo), la longitud d e tubería en territorio boliviano
es de aproximadamente 1.070 kilómetros con un costo estimado
1.605 millones de pesos (1.5 millones de pesos por kilómetros
de tubería). Un mayor costo de construcción beneficiará
a Bolivia y reducirá el desempleo por lo menos durante el
proceso de construcción. Es aún más importante
resaltar que la creación de un gasoducto de esta magnitud
en el altiplano boliviano proporcionará una estrategia de
desarrollo sin precedentes en la historia de Bolivia y a largo plazo.
La aparente
diferencia de costo entre Ilo y Mejillones es de 81 millones de
pesos más hacia Ilo. Sin embargo, construir un gasoducto
en el altiplano puede resultar más económico, ya que
se puede utilizar el derecho de vía del ferrocarril para
el transporte de la tubería y para su instalación.
Por ejemplo, Petrobras Bolivia S.A. construirá el gasoducto
Yacuiba - Rio Grande por un precio unitario de aproximadamente $700
mil dólares por kilómetros. Si fuera posible construir
un gasoducto en el altiplano por un costo similar, el costo adicional
del proyecto sería sólo de 378 millones de pesos.
Por lo tanto, la inversión para Paficic LNG por el Perú
subiría sólo un 5%. Costo que puede ser financiado
por el gobierno o por el Departamento de Tarija, con derechos exclusivos
para su uso en el futuro.
A Bolivia se le acaba el tiempo
El problema
para Bolivia es que compite con otros países para abastecer
de gas a Estados Unidos. Por lo tanto, si la decisión no
se toma de aquí al 30 de julio, el consorcio que pretende
construir el proyecto podría quedar fuera de competencia
para materializar la iniciativa.
Es por eso que
se ha mencionado que una de las opciones más factibles es
que la decisión se tome en forma conjunta entre Jorge Quiroga,
el actual Mandatario y el próximo Presidente. Aunque Quiroga
ha postergado la elección frente a la creciente reticencia
de la opinión pública boliviana, él tendría
interés en que la exportación sea a través
de un puerto chileno.
Mientras el
gobierno boliviano estudia aún, las ofertas para el puerto
del proyecto Pacific LNG, firmó con Chile un memorándum
de entendimiento para desarrollar la integración caminera.
El más
interesado en la continuidad del suministro de gas y, por ende,
en evitar que pueda alterarse, es Bolivia. En definitiva, es la
imagen de esa nación -y su futuro económico- la que
pagará los mayores costos en caso de cortes en el abastecimiento
a Estados Unidos.
Con todo, el
gobierno chileno debe garantizar el libre acceso de Bolivia y hacer
todo lo necesario para evitar los riesgos asociados a un proyecto
de este tipo. Y eso implica contratos modernos, eficaces pero a
la vez realistas: la integración energética es parte
sustantiva, e irrenunciable, del orden regional y mundial. No se
puede acceder a este proceso sin aceptar, al mismo tiempo, sus riesgos.
|