Derechos humanos:
Libertad
y memoria: un desafío de país
Hace más
de doscientos años se aprobó la Declaración
de los Derechos del Hombre y del Ciudadano Universal de Derechos
Humanos. Hoy, nadie cuestiona la existencia de ellos. Sin embargo,
queda mucho por avanzar para su pleno ejercicio.
Las más
de 4.000 personas que asistieron al Festival Internacional de Cine
sobre Derechos Humanos, realizado en Santiago, muestran una búsqueda
de la ciudadanía por revivir y por condenar un pasado y configurar
un presente con más justicia y solidaridad.
Por
Claudia Farfán y Angela Quevedo.
"El
Estado de Chile le ha negado la posibilidad a la vida y al tratamiento
médico justo a cientos de miles de pacientes dejando como
única alternativa asilarse en una embajada o hacer movilizaciones",
afirma el abogado de la Asociación Chilena de Enfermos Terminales
y Catastróficos, Francisco Chaguán, a Con Tinta Negra
(CTN).
Este abogado
cuestiona la aplicación real de los derechos humanos. La
negativa del Estado de prestar atención a demandas prioritarias
de salud es "el atentado más flagrante al derecho a
la vida".
Frente a una
verdad que pone en juego el derecho a la vida, cabe cuestionarse
¿Hasta cuándo durará la transición a
la democracia? Las leyes de desacato que frenan la libertad de expresión
y una Mesa de Diálogo inconclusa revelan que al gobierno
le queda mucho por avanzar en tema de derechos humanos.
Sin duda, la
tolerancia y la conciencia social de exigir el cumplimiento de ellos
es un paso que el país debe retomar. Dentro de este contexto,
el Primer Festival Internacional de Cine sobre Derechos Humanos,
que se realizó en junio en el Teatro Oriente, contribuyó
a entender que éstos no son, exclusivamente, un tema del
pasado sino una necesaria proyección al futuro. En torno
a ello, se presentaron documentales como La Flaca Alejandra y Dulce
Patria que no tuvieron, anteriormente, un lugar de difusión
apropiado
Este festival contó con la participación de Asociación
Chilena de Organizaciones No Gubernamentales (ACCION). La directora
del organismo, Ana María Medioli expresó a CTN que
cumplen el rol de proteger distintos ámbitos de la sociedad,
enfrentando los problemas de pobreza y desigualdad, defendiendo
y promoviendo los derechos de las personas.
.
Reivindicar lo vivido
"Recordar
es un acto sagrado, es un proceso que conduce a la sanación",
afirmó Patricia Verdugo en su libro Bucarest 187,donde narra
la muerte de su padre en manos de la dictadura militar. Sin embargo,
en un Chile, que opta por la desmemoria y donde el discurso incita
el olvido, es difícil seguir el consejo de la periodista.
El sociólogo
Tomás Moulian, autor del libro Chile Actual: Anatomía
de un mito declaró a CTN que "existe un gran vacío
en la memoria del país: el hueco de la tortura", que
mantiene una herida abierta en la gente que padeció la degradación
de ella.
El académico
reconoce el avance en el tema de los desaparecidos, pero plantea
que los pueblos que han sufrido violaciones masivas a los derechos
humanos necesitan de una memoria aguda y siempre alerta. Moulian,
que asistió al Festival de Cine, calificó como positiva
la actividad ya que, según su opinión, "del modo
cómo se elaboren estos temas va a depender mucho para que
no se vuelvan nunca más a repetir".
Ana González,
miembro de la Agrupación de Detenidos Desaparecidos que perdió
a cinco miembros de su familia durante la dictadura explica a CTN
la "tortura permanente" que significa la falta de un ser
querido.
González,
hasta el día de hoy no sabe si su nieto nació y relata
emocionada: "Mi nuera estaba embarazada cuando la detuvieron
junto a mi hijo Luis Emilio. Si él hubiese nacido, ¿dónde
está?, ¿quién meció su cuna?".
Hasta que no
se dé una respuesta a las preguntas de los familiares de
los detenidos desaparecidos, las heridas no cicatrizarán.
No obstante, el sobreseimiento definitivo de Augusto Pinochet socava
la esperanza de miles de personas, que, como Ana, esperan una claridad
completa de lo ocurrido, no la solución de hechos aislados.
Patricio Fernández,
director de The Clinic es categórico al afirmar a esta revista,
que el lento avance en el tema de derechos humanos se explica "por
falta de voluntad política y por amnesia social". Manifiesta
su preocupación por el esfuerzo, que a nivel de país
se impone, por avanzar sin revisar los hechos de la dictadura militar.
Lo anterior es, según Fernández, "una manera
de aliviar dolores y de saltarse la solución de problemas
que son muy profundos en Chile", para seguir adelante con una
aparente tranquilidad.
El limitado
debate
Por las mismas
circunstancias que afectaron a los derechos humanos y violaron su
integridad, así como por la poca o casi nula memoria histórica
del país, la libertad de expresión ha sido coartada.
"Las leyes
tienes que respetarlas cuando te gusten y cuando no te gusten"
advierte el conductor del programa de Chilevisión, El Termómetro,
Iván Núñez a CTN. Este es justamente el punto
que sirve de reflexión para tratar de entender la actitud
de todo un país, pues sobre las leyes recaen y se ajustan
determinados poderes para ejercer su hegemonía.
La aprobación
de la constitución vigente en Chile durante la dictadura
es, sin excepción, un precedente a considerar. Conocidas
son las leyes de desacato que coartan la libertad de expresión
en varios sentidos. Así el artículo 263 y 264 del
Código Penal y el 284 del Código de Justicia Militar
impiden el principal derecho de los ciudadanos a expresarse en un
país democrático.
La prohibición
de actuar, hablar o pensar durante la dictadura se proyecta hasta
nuestros días con casos específicos como el de Eduardo
Yánez, panelista del El Termómetro, quien por opinar
que la justicia "es inmoral y corrupta", fue condenado
a prisión y actualmente se encuentra procesado. Precisamente
, el artículo 263 del Código Penal que se le aplicó
a Yánez es la muestra de que, aún cuando se derogó
en el 2001 el articulo 6b de la Ley de Seguridad Interior del Estado
(que sancionaba como delito la difamación contra los poderes
del estado) la disposición política y gubernamental
chilena avanza a pasos de tortuga.
Mantener
el equilibrio
Tal como lo
expresa a CTN el actor Hugo Medina, (Un Ladrón y su mujer;
Gracia y el forastero) es muy difícil para un gobierno de
transición tocar o remover los temas que le "revuelven
el gallinero". Los canales de televisión, la prensa,
la radio, luego de superar el impacto del cambio, luchan por sobrevivir
en una sociedad distinta. Ejerciendo la autocensura. ¿O no?
"Creo que
no solamente se ha autocensurado, sino que la situación ha
llevado al país a buscar un status quo, un equilibrio y,
por el hecho de estar en una democracia tan rara y tener que administrar
un Estado que le fue entregado con una constitución nueva,
con una economía de mercado, no le queda otra que tener que
equilibrar esa situación y quedarse callado", afirma
Medina. Ejemplo de este silencio es el caso de las películas,
Prisioneros Desaparecidos de Patricio Castilla y El Paso de Orlando
Lubbert que no han sido mostradas nunca en ningún festival,
pues hablan de la tortura y de lo que "hicieron los milicos",
sostiene el actor.
Otro factor
más que imposibilita la libertad de expresión es el
poco espacio que existe para el debate público. Ante esto,
el abogado Chaguán plantea que medidas como el IVA a los
libros y otros gravámenes que imposibilitan a las personan
publicar y con ello expresarse libremente y difundir su cultura,
son el resultado de un escasa movilidad política.
"La democracia
no es solamente un fin sino un medio y se va construyendo día
a día". "En la medida que somos mas tolerantes
y que usemos la libertad de expresión con responsabilidad,
vamos o poder construir una sociedad más abierta a la información",
advierte Chaguán.
En definitiva,
no existe respeto a los derechos humanos cuando éstos dejan
de violarse, sino cuando su respeto es instalado en la sociedad.
De esta forma, las opiniones en Chile acerca de los derechos humanos
que tiene relación con la dignidad de la persona, son más
desalentadores que auspiciosas. Sin embargo, el mismo número
de personas que participó en la fotografía de Spencer
Tunick asistió al Festival de Cine de Derechos Humanos. ¿Es
algún tipo de señal?
Ellos
opinaron...
"La
impunidad de alguna manera es el gran pecado de los derechos
humanos en Chile". (Patricio Fernández, director
de The Clinic)
"Durante
la dictadura salí expulsado del país con ocho
actores hacia Europa. No nos quedaba otra que expresar, a
través de nuestra expresión artística,
lo que nos había tocado vivir. A mí se me planteó
como un deber moral". (Hugo Medina, actor)
"El
gran llamado a la clase política es a terminar con
sus privilegios, el gran llamado al gobierno es a abrir los
canales del debate público". (Francisco Chaguán,
abogado y panelista del programa El Termómetro)
"Existe
mucho menos autocensura y por tanto mayor libertad de expresión
que hace cinco años o más, pero queda mucho
por hacer". (Augusto Góngora, conductor de
Cinevideo más Teatro)
"Falta
voluntad política para tocar estos temas y falta de
conciencia de esos problemas, que es más grave".
(Guido Girardi, diputado)
Opiniones
recogidas por Con Tinta Negra en el Primer Festival de Cine
sobre Derechos Humanos.
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Sitios de interés:
www.festivalderechoshumanos.com
www.accionag.cl
www.derechoshumanos.cl
www.ong.cl
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