A pesar de los esfuerzos de las autoridades

Panorama adverso pone en jaque precio del crudo en Chile

- La negativa del gobierno de Irak de abastecer de petróleo por 30 días a los Estados de Occidente mientras se prolongue el conflicto palestino-israelí, y la crisis política por la que atraviesan muchos países de la OPEP, coloca nuevamente en peligro a las economías que dependen de esa fuente de energía, entre las cuales se encuentra nuestro país.

- Ante la inestabilidad del precio del petróleo surgen nuevas voces que temen un retraso en la recuperación económica a nivel mundial, lo que afectaría las perspectivas de crecimiento para Chile. Es por esto que desde un tiempo se está exigiendo una nueva política de autonomía energética y el fin del uso del petróleo como la mayor fuente de combustión.

Por Iván Falcón P. y Raúl Rodríguez O.

ECONOMÍA


No hay mal que por bien no venga

- El país transandino se ha vuelto una verdadera tentación para los chilenos

- Comerciantes y autoridades argentinas se encuentran optimistas y buscan mayores incentivos para los turistas extranjeros.

Por Ana Yáñez

(Texto completo)


La crisis en Oriente Medio ha traído consigo no sólo la muerte de unas dos mil personas, sino también graves consecuencias sociales y económicas que no se remiten solamente a la región en conflicto. El tema del petróleo demuestra este fenómeno, ya que por su cualidad de bien energético se está empleando como arma política para contener la arremetida hebrea.

De esta forma, Irak anunció hace unas semanas, como medida de presión, a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) el embargo del crudo por 30 días a las naciones aliadas de Israel. Con esta resolución el precio se empinó por sobre los 23 dólares el barril, lo que afecta el consumo y los costos de importación de las distintas economías que dependen de él, entre las cuales se encuentra la chilena.

En este contexto, el presidente de la Asociación de Distribuidores de Combustible (ADICO), Luis Ávila, señaló la semana pasada al diario El Mercurio que Chile ha seguido en el último tiempo la evolución semanal de los precios internacionales en los mercados donde se cotiza el crudo.

Somos un país dependiente de los vaivenes externos de la producción petrolera, lo que obliga a la Empresa Nacional de Petróleo (ENAP) a fijar el precio interno de acuerdo a los patrones internacionales, mientras el consumidor observa desconcertado la variación semanal del valor de las gasolinas, sin lograr entender el porqué de las recurrentes medidas.

Esto se explica por la política comercial de la Enap, la cual compra petróleo crudo para refinar en Chile, originando una propia estructura de costos. Sin embargo, al momento de definir el precio de mercado, se rige por la evolución internacional, ajustándose además a las variaciones que pueda registrar el tipo de cambio, los impuestos y el Fondo de Estabilización de los Precios del Petróleo (FEPP).

Gentileza de www.globovision.com

 

Visión de las autoridades

En este sentido, el gerente general de Enap, Daniel Fernández, admitió a principios de abril a El Mercurio que el (FEPP) no cuenta con los recursos suficientes para enfrentar una alza prolongada de los precios del crudo que se produzca en los mercados internacionales.

"El Fondo tiene 45 millones de dólares que van a ser usados para subsidiar los precios en la medida que vayan subiendo. Ahora, esa cantidad no es muy grande, es un alivio menor y de corto plazo", dijo en entrevista a TVN el 4 de abril.

Fernández también aclaró que no todas las alzas que ha experimentado el crudo en el extranjero tienen que ver directamente con el conflicto en Medio Oriente, sino que con decisiones tomadas por los países exportadores de restringir su producción y por un aumento inesperado de la demanda estadounidense, cuya economía ha experimentado una recuperación.

Una situación distinta ocurriría si los países árabes exportadores de crudo tomaran un mayor protagonismo en la crisis en Oriente. "Israel ni la Autoridad Nacional Palestina (ANP) son productores. Lo que estamos viendo en los precios es una percepción de los analistas por la amenaza que podría haber por la expansión de este conflicto a las áreas donde se produce petróleo o las vías por las que éste se transporta", comentó Fernández en aquella oportunidad.

En tanto, una medida tranquilizadora fue dada por el secretario general de la OPEP, el venezolano Alí Rodríguez, quien anunció que se mantendrá el actual nivel de producción hasta junio, desconociendo, de esta forma, el llamado de Irak en favor de un embargo a principios de mes.

Realidad en América Latina

No obstante, el optimismo debería ser moderado, pues el inventario norteamericano está con una tendencia a la baja luego del conflicto en la petrolera estatal de Venezuela, miembro de la Opep, los primeros días de abril, lo que puede incidir en los precios internacionales.

A esto se suma la complicada situación argentina, que ha puesto en jaque los medios productivos de esa nación, involucrando la exportación de gas natural y petróleo a varios países latinoamericanos, entre ellos Chile.

A pesar del panorama sombrío en la región y de la fluctuación de los precios en Estados Unidos, Fernández descartó cualquier problema de abastecimiento para Chile, ya que Ecuador y Perú son otras grandes fuentes de suministro.

Además señaló que "está claro que la economía del mundo no resiste precios del orden de US$ 30 el barril y la Opep lo sabe. Lo más probable es que Estados Unidos intervenga, porque un impacto en los precios los afecta a ellos también", puntualizó.

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Alternativas al conflicto

Y aunque la actual crisis afecta directamente el precio del barril de crudo y retrasa la incipiente recuperación económica, desde hace algún tiempo existen voces que exigen el fin del petróleo como la única gran fuente energética de la actualidad, para evitar de este modo nuevos conflictos en torno a él. Esto, no sólo por la inestabilidad que significa la alta dependencia del mundo en este combustible, sino también por el daño ecológico su uso provoca al planeta.

¿Pero por qué no se plantean estrategias serias para desbancar al rey petróleo? Resulta paradójico que George Bush padre fuera uno de los promotores de la Convención Marco sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas, firmada en la Cumbre Mundial de 1992 y que ahora su hijo, el actual presidente norteamericano, después de las divagaciones de Bill Clinton, se niegue a firmar el Protocolo de Kyoto.

George W. Bush ha manifestado en varias ocasiones que no cree en realidad que el cambio climático se esté produciendo, y que las actuales tendencias energéticas y económicas no son compatibles con las peticiones de Kyoto. Un poco más allá, el huésped de la Casa Blanca ha mostrado su interés por el Protocolo, siempre y cuando, obligue en sus disposiciones por igual a su país, que a cualquiera de los que puedan estar "en vías de desarrollo".

Sin duda, una prerrogativa difícil de asumir para los países subdesarrollados, teniendo en cuenta su posición desfavorable, ya que Estados Unidos produce la cuarta parte de las emisiones de CO2 (dióxido de carbono) del planeta con tan sólo el 4% de la población mundial.

En tanto, la industria del petróleo, junto con la eléctrica, se concentra cada vez más en manos privadas, sin tener la disposición a explotar nuevas alternativas energéticas y advertir las exigencias ecológicas.

Sitios relacionados:

www.opecfund.org
www.pdv.com