- Los riesgos de esta revolucionaria técnica reproductiva son inestimables si se le asocia al desarrollo paralelo del proyecto genoma. - Sin embargo, la ciencia no se detiene y ya se anunció que la primera clonación humana está en curso. Por Michelle Zarzar y David Azócar |
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SOCIEDAD
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- Durante los Juegos Olímpicos de Munich de 1972, fundamentalistas árabes secuestraron y asesinaron a 12 atletas israelíes que participaban en la competencia. Este hecho fue el comienzo de una larga historia de actos terroristas en el deporte. Por Paulina
Cabanillas y |
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Superhombres dotados de una inteligencia y capacidad física superior, inmunes a las enfermedades, el retorno de ideologías xenófobas que anhelan encontrar la raza perfecta y la producción de humanos en serie, son algunos de los temores que surgen cuando en la televisión se escucha la temible palabra : clonación. Pero sabemos en qué consiste este procedimiento. Qué es la clonación
La acción de clonar, en biología, alude a la generación de dos o más organismos genéticamente iguales. Este proceso ocurre desde hace miles de años en la naturaleza, en la reproducción de bacterias, algunos invertebrados y gran parte de los vegetales. Aunque parezca increíble, la clonación se da de forma espontánea en los seres humanos, al igual que en animales inferiores. Cada vez que una madre concibe gemelos, ha dado origen a un par de clones genéticamente idénticos. Esto, debido a que un único huevo formado a partir de la fusión del óvulo (gameto femenino) y el espermio (gameto masculino) se divide por la mitad, resultando dos cigotos con el mismo material genético. Como técnica, la clonación apareció por primera vez hace 40 años bajo el nombre de splitting. Este método posibilitaba la generación en laboratorio de dos embriones a partir de la división de uno, en otras palabras, una gemelación artificial. Pero no hay que confundirse. Este procedimiento no
fue el que dio origen a la famosa Dolly. Fue sólo en 1997, cuando
el brtánico Ian Wilmut fue capaz de llevar a la práctica
algo impensable: clonar a un mamífero mediante transferencia nuclear. A diferencia de una fecundación natural, en que los núcleos de los gametos masculino y femenino se fusionan para dar origen al huevo, aportando cada uno la mitad del material genético de este proceso natural; en las clonaciones transnucleares es el núcleo de una célula somática (no sexual) el que 'fecunda' un óvulo anucleado, ya que ésta posee, en sí misma, el total de cromosomas de su especie. Este hecho marcó un hito en la genética universal abriendo la posibilidad de aplicar el mismo procedimiento a gran escala y de experimentar también con seres humanos.
Los pro y contra de la técnica En cuanto a la aplicación de este mismo procedimiento en seres humanos, el experimento que dio origen a Dolly arrojó claros riesgos. La doctora Beatriz Shand de la Pontificia Universidad Católica de Chile, entendida en el tema, explicó, a Con Tinta Negra, algunas de las desventajas de esta técnica. Afirmó que la clonación es altamente ineficiente, con apenas una probabilidad en cien pruebas de que resulte exitosa. Esto grafica la gran cantidad de vidas que se pierden cada vez que se intenta realizar este tipo de reproducción artificial. Las cifras pueden ser aún más dramáticas si se considera clonar seres humanos, ya que la experimentación de este tipo es reciente y las perdidas de embriones podría ser aún más cuantiosa por la falta de experiencia en el campo. Además del reducido número de clones que llega a término, la mayoría muere al momento del parto, a menudo por problemas derivados de malformaciones. En caso de nacer, los clones, cuyo ejemplo más
claro es la famosa Dolly, sufrirían serias complicaciones físicas,
tales como hipertensión pulmonar, cardiomegalia (tamaño
anormalmente grande del corazón), anomalías placentarias
y aplasia medular (falla en la producción de glóbulos rojos). En los seres humanos, el patrón a seguir sería el mismo: una corta vida debido a la presencia de núcleos celulares atemporales a su nacimiento y mucho más antiguos que el mismo clon. Pero esta técnica ofrece también ciertas utilidades. La clonación favorece la investigación de los procesos de diferenciación celular y sus alteraciones, lo que permitiría desarrollar técnicas que impidan las fallas en este sentido. Además, los métodos clonativos facilitarían un mayor estudio y perfeccionamiento de terapias para enfermedades degenerativas como el parkinson, la diabetes o la esclerosis múltiple. Lo anterior, unido a los avances paralelos en la secuenciación del genoma humano, permitirían evitar que los bebés nazcan con predisposición genética a enfermedades tan terribles como la diabetes o el cáncer. Por otro lado, los procedimientos de clonación podrían servir para la producción de órganos que no provoquen rechazo en los pacientes que requieran transplantes, ya que se originarían desde las mismas células del paciente. Para ello, no sería necesario clonar a un ser humano íntegro, como algunos piensan, sino que se desarrollarían vísceras a partir de células específicas capaces de dar origen a distintos tejidos de un ser humano. El debate ético
El anuncio del ginecólogo italiano Severino Antinori, de que en noviembre próximo nacería el primer ser humano clonado, estremeció al mundo, no sólo por el hecho mismo, sino por la implicancias que esto podría tener a futuro. El debate moral y valórico respecto a la vida y el respeto por la individualidad ha sonado fuerte. La gran mayoría de los países se han declarado férreos detractores de este método reproductivo, pero lo cierto es que científicos como Antinori no se detienen y el clon "de una personalidad importante y rica", según los dichos del médico a comienzos de abril, ya tiene ocho semanas de gestación. La Iglesia Católica es clara al decir que las técnicas clonativas que pretenden reproducir asexualmente seres humanos son "inmorales". El motivo de oposición es explícito "la negación de la dignidad de la persona sujeta a clonación y la negación misma de la dignidad de la procreación humana". El sacerdote Fernando Chomalí, responsable de la Pastoral Universitaria y profesor de Teología Moral de la Universidad Católica de Chile, comentó la postura del Vaticano frente a la utilización de esta nueva técnica.
Otra de las razones esgrimidas fue la gran cantidad de embriones que se pierden por cada intento de clonación. Observó que a estos seres, aunque engendrados de modo antinatura, tienen derecho a vivir, por lo que la matanza indiscriminada de cientos de futuros bebé, independiente del fin que se persiga con ello, es "gravemente inmoral". El Presidente de la Sociedad Bioética de Chile, doctor Carlos Trejo también se refirió al tema. A su modo de ver -relató a este medio- la clonación humana es una "audacia imprudente" de la ciencia actual, ya que para "para obtener todo esto se han tenido que sacrificar por lo menos quinientos embriones", dijo a Con Tinta Negra Algunos científicos difieren de la posición eclesiástica, considerando que la clonación traería consigo más beneficios que problemas. El caso más conocido es el del doctor Severino Antinori quien, pese al rechazo en Estados Unidos e Italia, intenta traer al mundo al primer clon humano. El ginecólogo solventa sus experimentos en que sus objetivos serían terapéuticos, ya que de este modo, padres infértiles que no pueden tener hijos vía fertilización in vitro podrían conseguirlo gracias a su técnica. Antinori afirma que, en el caso de la clonación, el problema no es la ciencia, sino el uso que se hace se ella. "Como la energía atómica, la clonación puede ser utilizada para fines beneficiosos". El médico argumenta que su técnica reduce "las posibles deformaciones atribuidas a la reproducción asistida (cifradas en un cuatro por ciento), pues el riesgo se controlaría "antes de que el embrión sea implantado". Para el Padre Chomalí las cosas van mucho más allá. Este tipo de concepción sería "un atentado contra la dignidad de la persona, en cuanto no se le respeta su derecho a ser concebido como don". Agrega que "la mujer pasaría a ser un mero elemento instrumental en el acto generativo, además de abrir la posibilidad de exclusión del hombre en el proceso de procreación". Para el doctor. Trejo "el resultado no legitima los medios". La tecnología estaría tomando el camino más fácil en esta dirección sin postularse otro tipo de procedimientos de los que se obtengan resultados provechosos. Coincide con el párroco en el sentido de que la clonación se presenta como un modo de utilización de los seres humanos, porque iría "contra los derechos fundamentales de las personas". Tanto el capellán como el facultativo concuerdan en que la base en que se sustenta Antinori es muy débil. Ambos comparten la idea de que tener un hijo no constituye un derecho, sino un "deseo" que, aunque válido, no justifica todo lo que trae consigo la clonación. El sacerdote fundamentó que esta es una forma muy unilateral de ver la maternidad, dejando de lado los derecho del niño. Declaró además que "las personas tienen derechos sobre las cosas, no sobre las personas". La crítica más acérrima de ambos entendidos alude al problema jurídico y moral de filiación que surge de las prácticas clonativas. En efecto, el hijo que resulta del núcleo de una célula materna solamente introducida en el 'cascarón' de uno de sus óvulos presenta terribles problemas en el aspecto familiar. La madre resulta ser a la vez su hermana gemela, no tiene padre y sus abuelos son biológicamente sus padres. Y ¿qué pasaría si el dador nuclear es el padre, cuyo material genético se inyecta dentro de uno de los óvulos de la madre, desprovistos previamente de su núcleo?. Si consideramos que la capa externa del óvulo contiene un 2% del material genético, pese a no tener núcleo, el niño tendría parte de ambos progenitores, aunque sería un 98% parecido a su padre. Chomalí aseveró que la clonación se da en el "contexto de una sociedad eugenésica que valora a las personas según sus características genéticas", razón por la cual, los clones quedarían expuestos a todo tipo de discriminaciones por su condición. En este sentido, agregó que esta técnica aplicada sobre seres humanos "se sitúa en una lógica de poder que dará inicio a las categorías de manipuladores y manipulados". Además, planteó la posibilidad de que futuras experimentaciones originaran clones modificados genéticamente con características excepcionales o la selección de ciertas personas sanas o inmunes a ciertas enfermedades. Trejo destacó el problema de la temporalidad genética de los individuos obtenidos por esta técnica. En este sentido, las células que componen su organismo no corresponderían a su reloj biológico personal, sino al de su progenitor nuclear, como ya lo hemos visto, por lo que a juicio del profesional, también se violaría este derecho vital "intrínseco a la personalidad". Lo único cierto es que hoy en día la clonación humana y su posterior perfeccionamiento es un hecho y que se debe tener claros los riesgos reales y las diversas aplicaciones benéficas que esta técnica podría tener para la humanidad, como la clonación de órganos a partir de células somáticas, sin la necesidad de reproducir seres humanos íntegros. Como toda nueva tecnología, ésta puede ser usada para bien o para mal, por lo que se requiere con urgencia que todos los países legislen sobre el tema, bajo la tutoría de una comisión multidisciplinaria para evitar todo riesgo innecesario por su uso indiscriminado. Una buena reglamentación soslayaría situaciones futuras en que gente inescrupulosa utilice este método en pro de sus intereses personales y casos extremos, como que en 20 años más existan supermercados de personas o clones de personalidades importantes y pudientes que quisieron perdurar en el tiempo. Son millones de dólares los que se invierten en este tipo de técnica, cuando este dinero podría emplearse en nuevas investigaciones que persigan alternativas más éticas para todos los implicados en casos de infertilidad, en los cuales se vele por el respeto a los derechos inalienables del futuro bebé en tanto ser humano. Como en muchos otros casos, el hombre debe decidir: transformar la tecnología en un instrumento benéfico o convertirse en su esclavo, sin perder de vista la protección de los valores inherentes al hombre. Sitios Relacionados http://members.fortunecity.es/kaildoc/clonacion/clonacion.htm
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