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Deportes extremos
El gusto de respirar entrecortado

Muchos jóvenes están practicando deportes extremos hoy en día. En busca de emociones fuertes y segundos de peligro se embarcan en esta aventura, poniendo en riesgo su vida a cambio de admiración y respeto.

A través de los años ciertos juegos han traspasado la barrera del tiempo y han llegado hasta la actualidad con gran fuerza.

Por David Azócar y María Carolina Pérez


Practicar skate es sólo para valientes, debes estar dispuesto a sacarte la cresta miles de veces y sólo la superación y la dedicación pueden llevarte a ser un verdadero maestro", cuenta Juan Enrique Sepúlveda, que practica este deporte hace seis años.

El skate es uno de los tipos de deportes extremos que se realizan en Chile. Éstos generalmente implican un riesgo para el que los practica. Hace alrededor de una década que estas nuevas expresiones deportivas entraron a nuestro país. En un par de año se han multiplicado las tiendas que venden artículos y ropa especializada para estas actividades. En las calles vemos niños en sus "tablas" haciendo piruetas en el aire. Durante el verano aparece el bungee, las alas delta y el rafting. Todo estas actividades caen en la clasificación de x-games, como le llaman en Estados Unidos. Los productores que organizan este tipo de encuentros están de acuerdo en que el riesgo es lo que vende y lo que logra reunir a un buen contingente de público.

El nacimiento de una nueva disciplina

El crecimiento y posicionamiento de los llamados "deportes extremos" ha copado rápidamente las horas libres de millares de jóvenes en todo el mundo, y también en Chile. Recién en 1993, el ejecutivo de ESPN de producción deportiva, Ron Semiao, tuvo la idea de crear una olimpíada para los juegos extremos y así agrupar a una serie de actividades ya existentes, como el bungee (lanzarse a un precipicio atado a un elástico) y el skateboard (hacer piruetas sobre una tabla con cuatro ruedas). De esta forma nació una organización en 1995, dándole a este tipo de actividades un nombre: x-games, o deportes extremos, como se conocen en nuestro país. La primera competencia de skateboarding calificada fue en Newport y Providence, en el estado norteamericano de Rhode Island.

Sin embargo, fue gracias a la cadena de cable deportivo ESPN que esta actividad se expandió por todo el mundo, y ya para la versión de 1996 hubo competidores de varios países.

Sin lugar a dudas la práctica de los deportes extremos en Chile es muy diferente a la de Estados Unidos. Aquí se inventan juegos para que los pueda practicar todo tipo de público, no obstante lo cual sus cultores siguen siendo una minoría en la población, según explican los vendedores de tiendas especializadas.

Esto se ve en las distintas derivaciones que ha tenido el bungee, deporte que en su esencia consiste en lanzarse desde gran altura sujetado por un elástico especial capaz de cargar 5 mil kilos. Ahora también existen trampolines sobre los que los niños pueden saltar sujetados con este tipo de elástico. Se los ve especialmente en la playa o los centros comerciales.

En todo caso, entre los deportes extremos más importantes que se practican en nuestro país están el skateboarding, rafting y bungee jumping.

"Andar en skate es todo un desafío", cuenta Claudio, un joven de 17 años que lo practica todos los fines de semana junto a sus amigos al costado de la Plaza Baquedano. Los que practican este deporte hacen con sus tablas de las más variadas piruetas y usan como lugar de práctica las calles, escaleras y plazas de Santiago. Se distinguen varios puntos de reunión como Parque Bustamante, Los Cobres de Vitacura, la Plaza de Maipú, sólo por mencionar algunos.

Para los que gustan de los deportes con agua, existe el rafting. Los ríos donde comúnmente se practica son: Aconcagua, Maipo, Los Queñes, Teno,Tinguiririca, Bío-Bío, Ñuble, Trancura, Bueno, Petrohué y Futaleufú. La dificultad de descenso se mide en una escala de uno a seis. Este deporte puede ser muy peligroso si no se realiza con las medidas de seguridad pertinentes, explica el guía de Cascada Expediciones, Sebastián Herrera. "Las balsas se manejan con fuerza humana, no van a la deriva, por lo que la mayor parte de los accidentes se produce por irresponsabilidad de algún pasajero" aclara Díaz. Por lo mismo cada deportista debe estar consciente de su responsabilidad y ser bien instruido antes de bajar el río.

El bungee se hizo más famoso cuando hace dos años, en Viña del Mar, Waldo Guzmán salvó prácticamente ileso de un accidente provocado por la negligencia de uno de los responsables de la plataforma de salto.

El salto bungee se realiza, desde camiones grúas o torres de construcción especialmente acondicionadas. Otra modalidad es el salto desde puentes, que fue la que hizo conocida esta disciplina en el país, hace 10 años. Este deporte es uno de los más solicitados al momento, según Mario Muñoz, dueño de la empresa Aventura, "lo sabroso del riesgo, tal como lo definen los más expertos, está en sentir de cerca el vértigo y la adrenalina tanto en la etapa previa como en el salto mismo", dijo.

Al filo del peligro

A diferencia de los deportes tradicionales, los llamados "deportes extremos" están diseñados para aumentar el riesgo hacia el deportista, a lo cual también deben su nombre. Uno de los dueños de la productora B & D, Sebastián Díaz, indica que ellos crean juegos que contengan altura, velocidad y adrenalina, y a su vez llevan a cabo eventos de exhibición. "El objetivo es crear expectación en el público y para ello la gente tiene que pensar que la persona que lo está realizando tiene un 50 % de posibilidades de que no le resulte y se mate. Hay una morbosidad a la espera de que algo salga mal" explica Díaz.

"No es miedo, es como una ansiedad ¿La adrenalina? Si eso es, es bacán, es una necesidad de vencer la gravedad", cuenta Juan Enrique. "Como muchos jóvenes, busca emociones fuertes, lo que ha convertido al riesgo en el gran negocio de este deporte, explican los sicólogos que trabajan con nosotros en la productora", agregó Díaz.

Franco Valdivia, quien practica desde hace cuatro años, sandboard en Reñaca, apuntó que "se dice que en el deporte extremo no existen los límites". La mayoría de las personas que practican esta actividad lo hace en busca de emociones fuertes y la gran responsable de esta sensación es la adrenalina. Esta hormona, segregada por las glándulas suprarrenales, actúa mayormente en situaciones de tensión. Las pupilas se dilatan, se incrementa el ritmo cardiaco y la presión arterial, y se desvía sangre del sistema gastrointestinal hacia los músculos. Así el cuerpo está listo para huir rápidamente o para enfrentar la defensa y la lucha.

Estas sensaciones son las que han atraído a los asiduos de los deportes extremos, la caída a treinta metros, ser llevado por aguas torrentosas o un salto a gran velocidad producen esta hormona que, según los especialistas, ha sido el gran atractivo de los deportes extremos y su gran negocio. Y como dijo Nietzsche "la esencia de la felicidad es no tener miedo", frase que se ha convertido en filosofía de este deporte.

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