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Deportes no
tradicionales A través de los años ciertos juegos han traspasado la barrera del tiempo y han llegado hasta la actualidad con gran fuerza. A primera vista juegos como la bocha, el cacho y la rayuela parecen perdidos en la Colonia, pero son más populares y útiles de lo que se cree. Por María Jesús Méndez y Evelyn Nahuelhual
Los deportes
no tradicionales no sólo están condenados a desarrollarse
a la sombra de aquellos que mantienen la hegemonía del mundo
deportivo, sino que además deben soportar el desconocimiento
y la indiferencia popular. En la quemada Fue declarado deporte nacional en 1948. Su federación cuenta con mas de 34.000 inscritos, repartidos en 57 asociaciones desde Arica a Bulnes. ¿El deporte? No es fútbol, ni baquetbol, sino nuestra antigua y querida rayuela o tejo (nombre que los araucanos le dieron a esta disciplina española). El juego consiste en lanzar piezas circulares (de plomo o bronce) hacia un rectángulo relleno de barro (90 cms. de ancho por 50 de largo) que se encuentra semi inclinado y que está dividido por una raya central con un lienzo tensado. Se trata de que los tejos caigan sobre la línea realizando "el punto quemado". Se juega en parejas o en equipos. Para el tiro los jugadores deben alejarse entre 18 y 25 (14 metros) pasos desde el rectángulo. Una vez que se han completado el número de puntos acordado se termina el juego. Sus orígenes se atribuyen a los viejos cuarteles militares, donde los soldados modificaron antiguos juegos españoles trazando estas canchas en los patios para pasar las largas esperas. Este juego salió
al pueblo y se hizo popular. Tanto así que hasta hoy perdura
y con mucha fuerza. Más de la que se cree. Este organismo se preocupa de organizar regularmente encuentros que son masivamente acogidos, lo que demuestra lo popular que es esta disciplina. El último campeonato nacional se realizó en Curicó entre los días 11, 12 y 13 de Octubre. "Todas las Asociaciones compiten dentro de su región para obtener un cupo en este disputa final. Clasifican sólo 10 representantes, nueve de regiones y uno que queda reservado para el dueño de casa" dijo Jara. La rayuela muchas
veces aparece estigmatizada como un juego de borrachos. La federación basa su auspicio en Chiledeportes. En los clubes el finaciammiento surge a partir de los mismos socios quienes se organizan y pagan cuotas. Pero a pesar de este apoyo, este deporte, parte de la historia chilena, pasa a ser no tradicional cuando la mayoría del país no lo practica o ni siquiera lo conoce. "Mucha gente sólo se acuerda de la rayuela para el 18. Somos muy olvidadizos, especialmente con nuestras raíces y con las divertidas, que es peor." Los que generalmente juegan rayuela pasan los 50 años. Este envejecimiento del deporte crea el temor de que el juego morirá junto con esa generación. El desinterés de los jóvenes, según Jara, se da por una ignorancia "No se enseña a los jóvenes, no hay incentivo. Además, la federación no puede motivar mucho, ya que nuestra capacidad es chica y no podemos albergar a más. Por eso estamos pensando en cambiarnos de casa para colaborar intensamente en la perduración de este deporte tan lindo y tan entretenido." CAsunto de dados Al pensar en un deporte criollo con características de juego de salón, los dados se inclinan del todo hacia el cacho. En muchos países se conoce como juego de cubiletes, pero en Chile se le bautizó con el nombre de cacho, por extensión de cómo se le llama al vaso de cuero que, junto a los dados, compone los elementos necesarios para jugarlo. El origen del
juego es desconocido, pero se rastrea su existencia, según
Homero, desde la guerra de Troya. A Chile llegó gracias a
los españoles, quienes trajeron los dados y desataron verdadero
fervor desde la Conquista hasta la República. Aunque suele creerse que el cacho no pasa de ser una diversión de práctica espaciada, y casi reservada a gente mayor que se reúne porque no tiene en qué ocupar mejor su tiempo, lo cierto es que este deporte criollo se encuentra bastante extendido. Ignacio Manríquez tiene 22 años, no cumple con el imaginario popular de años que existe de los jugadores de cacho, pero jueves por medio se reúne religiosamente con dos viejos amigos de colegio y con unos cuantos vasos de cerveza pueden estar horas jugando. "Desde chico mi papá nos enseñó a jugar con mis hermanos. Es que es como tradición en mi familia, mis tíos, mi abuelo, siempre en las reuniones, o después de los almuerzos, es rico", cuenta Ignacio. El joven reconoce
que el cacho es un juego bastante poco común. "Yo a
veces he tratado de enseñarle a mis amigos de la universidad,
pero no pescan mucho porque igual todos prefieren deportes como
el fútbol o el tenis. Y la verdad es que todo se puede complementar,
yo igual voy a jugar tenis y hago natación, pero con el cacho
es distinto, es como una pasión", confiesa. La bocha es otro deporte que goza del desconocimiento popular. Sólo basta preguntar a la gente para que mucha arrugue la frente respondiendo ¿Qué? ¿qué es eso? Son dos grupos que se enfrentan, cada uno con 6 bochas de cuero. Una bocha blanca se ubica en el perímetro de la cancha, y los puntos se van sumando en la medida en que cada bocha de los distintos equipos se acerque lo más posible a la principal. Debido a la baja intensidad del deporte, en el Instituto de Rehabilitación Infantil Teletón se practica desde hace cuatro años, a fin de favorecer la recuperación de los niños en los "Programas Complementarios". Patricio Delgado,
coordinador de deportes del Instituto de la Teletón afirma
que el deporte lo practican los pacientes con una discapacidad severa
o moderada. Otros de los objetivos del juego son mejorar la capacidad de concentración de los pacientes, desarrollar los patrones de lanzamiento con los pies o las manos y desarrollar los aspectos técnicos y tácticos del deporte. Los pacientes que normalmente practican las bochas son aquellos que padecen parálisis cerebral, los distróficos musculares y tetraplégicos. Enmarcados dentro de la categoría de juegos tradicionales, su nivel corresponde más al rango de deportes no tradicionales, ya que han sido olvidados por muchas de las nuevas generaciones de este país. La identidad nacional parece totalmente acabada, pero ésta nunca deja de construirse, especialmente porque se debilita cada vez que las raíces se olvidan. El cacho, la bocha, la rayuela, como tantos otros juegos populares en la oscuridad, parecen estar perdiendo vigencia en la era de los grandes deportes y de los video juegos. Pero nunca faltan quienes, a pesar de todo, mantienen vivos estos recuerdos, esos cientos o quizás miles de personajes que se divierten y que hicieron posible este relato. Sitios relacionados: |
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