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Ley de donaciones culturales
Proyectos privados de vocación pública

En las paredes del Metro de Santiago, un majestuoso mural de Mario Toral. Un ciclo de conversación acerca del Ictus, organizado por ChileTabacos. Una biblioteca pública en uno de los centros comerciales más visitados de Chile.

¿Cómo se gestan todas estas iniciativas y quién las financia?, ¿Alguien se enriquece a costa de la cultura o son las figuras de un mecenazgo moderno?

Por Mitsuko González y María José Vilches


Biblioteca Viva
Proporcionada por Fundación La Fuente

Un sondeo rápido arroja un total desconocimiento de la ciudadanía acerca de la inquietante frase que reza en la publicidad de diversas actividades: ley de donaciones culturales (LDC). Dicho trinomio de palabras, engloba el concepto de iniciativas de particulares que amplían la oferta artística a través de una franquicia tributaria y con una finalidad social.

Este sistema, conocido en el mundo político como Ley Valdés, nace bajo el alero de la reforma tributaria realizada en Chile en 1990, siendo presidente del Comité Calificador de Donaciones Privadas, el actual Presidente Ricardo Lagos. En un comienzo, es concebida como una forma de incentivar la producción cultural en entidades educacionales y corporaciones sin fines de lucro, según la propuesta del senador democratacristiano Gabriel Valdés. Luego, en 2001, la norma es enmendada por el Congreso Nacional, lo que amplia el número tanto de beneficiarios como de donantes.

De esta manera, "quienes se beneficien con la ley Valdés sólo pueden ser organizaciones tales como universidades, institutos profesionales, corporaciones y fundaciones creadas en virtud de la legislación contenidas en el código civil, además de las organizaciones comunitarias funcionales creadas en el marco de la ley de Juntas de Vecinos, bibliotecas, los museos abiertos al público y el consejo de monumentos nacionales", explica a CTN, Óscar Agüero, secretario ejecutivo del Comité Calificador de Donaciones Privadas.

El incremento de quienes presentan proyectos y de aquellos que los financian ha sido sostenido. Basta comparar los 60 planes aprobados en 1991 y las 320 iniciativas, que se llevan a cabo actualmente. Lo que se traduce en una cifra estimativa de 4 mil 500 millones de pesos aportados por el Gobierno, algo así como 75 cazabombarderos F16.

El funcionamiento

Las entidades autorizadas presentan un proyecto artístico-cultural al contribuyente, quien decide financiarlo acogiéndose al artículo 8º de la ley 18.985 de la reforma tributaria de 1990, mediante la cual el donante imputa sólo el 50% de lo gastado, lo que significa que sólo declara impuestos por la mitad del dinero, el otro 50% será el presupuestado por el Fisco.

Así, se desmiente el mito de que los privados acogidos a esta ley lucran directamente con sus donaciones, pues las ganancias, si bien pueden llegar a ser indirectas, son principalmente éticas. Como explica Agüero, "muchos de los donantes prefieren mantenerse en el anonimato, recibiendo sólo el crédito de la institución en forma privada, mientras que a otros les interesa posicionarse por medio de esta ley y su aporte a la expansión de la cultura nacional".

Un proyecto que ejemplifica el mecanismo por el cual actúa la LDC, es la Biblioteca Viva del Mall Plaza Vespucio, la primera biblioteca pública, ubicada dentro de un centro comercial en Latinoamérica. Forman parte de este proyecto Mall Plaza como auspiciador; la entidad sin fines de lucro Fundación La Fuente, como el creador y ejecutor de la iniciativa y 22 millones de personas que visitan el centro comercial anualmente como los principales beneficiados.

Mall Plaza, a pesar de ser el gestor comercial del proyecto, no percibe ganancias directas de él sino que se beneficia al "diversificar la oferta para la clase media emergente, que ya está copada con el consumo de bienes de ropa y comida... es un gancho", explica Claudio Aravena, subdirector de Biblioteca Viva y coordinador de proyectos de la Fundación La Fuente.

Sin embargo, Aravena agrega que "es iluso pensar que el mall no quiere generar negocio, menos mal que lo trata de hacer mediante algo novedoso, que nos permite llegar a una clase necesitada de información". Los creadores de la Biblioteca Viva son reconocidos promotores de la lectura, gestan modernas bibliotecas financiadas por fondos privados y emplazadas en lugares públicos, como escuelas rurales y municipalidades.

Portada Manual Ley de Donaciones Culturales
Proporcionada por www.culturachile.cl

¿Método para evadir impuestos?

Por tratarse de una ley tributaria, la fiscalización de este medio de producción de arte, se realiza rigurosamente a través del Servicio de Impuestos Internos (SII), lo que otorga mayor transparencia a los procesos de selección y realización de dichas iniciativas. Sin embargo, no existen proyectos rechazados, pues si presentan las características requeridas por el Comité y tienen un donante dispuesto a financiarlo, la ley los acoge.

Además, el Estado realiza una inspección de los proyectos llevados a cabo, con el fin de verificar que se impartan actividades gratuitas y pagadas, en igual proporción. En el caso de Biblioteca Viva, se busca captar socios que cooperen con una cuota anual de 3 mil 600 pesos, quienes tienen derecho a préstamos domiciliarios de los textos, aportando además a la auto-sustentabilidad del proyecto. Por otra parte, quienes no estén dispuestos a pagar dicha suma, pueden leer en las dependencias del local sin costo alguno.

En la ley de donaciones culturales intervienen diversos actores, los que deben estar estrechamente ligados para evitar cualquier tipo de irregularidad en materia de impuestos, una situación que en 12 años de funcionamiento no se ha detectado, demostrando que la forma más efectiva de financiar la cultura es la cooperación, soslayando las eternas críticas a la función del Estado o a los intereses de los empresarios. Así lo ratifica Aravena, quien expresa a este medio que "las fundaciones nacen para remediar los problemas, no son una competencia para el Estado, sino un apoyo en gestión educacional... hacemos un trasvasije de recursos".

Una visión similar posee el Gobierno. El secretario ejecutivo del Comité de Donaciones Privadas, Oscar Agüero, dijo a CTN que es un mecanismo magnífico de asociación entre los contribuyentes y el Estado para financiar actividades culturales. "Ha demostrado ser eficiente, la gente está contenta, se ha ido perfeccionando y, sin duda, contribuye a que el supuesto total del país, en materia de cultura, sea bastante más alto".

Sitios relacionados:
www.culturachile.cl
www.fundacionlafuente.cl
www.bibliotecaviva.cl (en construcción)


 

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