La sociedad
cambia
La Iglesia dice No
Pero sabemos
que la ley es buena, si uno la usa legítimamente; para los
fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los
mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina,
Timoteo 1;8- 10
Basta
con "La cultura del Sexo". (Papa Juan Pablo II)
Por
Daniela Liendo y Verónica Torres
"Homosexualidad:
Con el pretexto del derecho a la diferencia, fuertes grupos de presión
reivindican su derecho a adoptar niños. Cualquier crítica
o reflexión sobre la homosexualidad deviene casi blasfema,
asimilada al delito de homofobia", así se define la conducta
sexual practicada por dos individuos del mismo sexo en el nuevo glosario
de términos ambiguos y coloquiales redactado por el Vaticano
durante el 2002 y dado a conocer el 9 de abril de este año.
El documento contiene 500 páginas en las que resume todas las
cuestiones relacionadas con la ética sexual propuesta por la
Iglesia. ¿El autor? El cardenal colombiano Alfonso López
Trujillo, ministro del Pontificio Consejo para la Familia.
Parece una ironía que la "Santa" Iglesia Católica
se atreva a dar una opinión frente a los temas sexuales, puesto
que durante los últimos tiempos las portadas de los diarios
han destapado los abusos cometidos por quienes pertenecen al clero.
Casos como los del padre Tato llevan a cuestionar: ¿Está
la Iglesia tan limpia de pecado como para lanzar esta piedra? Sin
embargo, cualquiera sea la respuesta, el catolicismo no va a ceder:
aunque la sociedad cambie, la Iglesia dice NO.
Tan sólo
Porcentajes
En el año
2003 y la Iglesia Católica es aún uno de los ejes
de nuestra vida. Sin embargo, la influencia que ha ejercido en la
población ha sido variable, y las razones son múltiples.
Para el sociólogo Darío Rodríguez, esto se
debe a que existen hechos coyunturales que obligan a las personas
a alejarse o a acercarse a ella. Por ejemplo, durante la dictadura
de Augusto Pinochet, esta institución luchó arduamente
en pro de los derechos humanos, aumentando a través de este
gesto la cantidad de sus feligreses.
A diferencia
de Rodríguez, para Rolando Jiménez, presidente del
Movimiento de Liberación Homosexual (Movilich) la razón
fundamental de la baja de feligreses se debe a que la Iglesia Católica
"anda más pérdida que el teniente Bello y ha
perdido su superioridad moral". Según Jiménez
en la sociedad actual coexisten dos grupos, aquél que promueve
y acepta los cambios y el que los frena: la Iglesia Católica.
En Chile ya
se encuentra en la parrilla parlamentaria el proyecto de ley que
regulará el patrimonio de las parejas gay. Al respecto, Jiménez
afirmó a CTN, que la iniciativa obtuvo el apoyo de los partidos
políticos desde Renovación Nacional (RN) hasta la
Democracia Cristiana (DC). De esta forma, las tradiciones conservadoras
que han caracterizado nuestra legislación están tomando
matices más flexibles que los de antaño.
A la luz de
los hechos que empañan la conducta moral de algunos sacerdotes,
resulta curioso que el Vaticano insista en la existencia de conductas
anormales. Para los homosexuales chilenos las cosas están
claras. Hablar en contra de la Iglesia es aumentar un poder decadente,
es por eso que no hubo reacciones masivas respecto al glosario que
condena su conducta.
Hoy, ni las
prostitutas que se pasean en tacones por las esquinas, ni las mujeres
a favor del aborto ni menos quienes utilizan condones y anticonceptivos
orales han demostrado algún atisbo de molestia. Claro, porque
el glosario no sólo denosta a los homosexuales, sino que
también a todos quienes atentan contra ese eje tan sensible
propuesto por la Iglesia, sobre lo considerado moralmente adecuado.
Al respecto, la estudiante de enseñanza media Catalina Prieto
afirma que la religión es distinta a la institución
y agrega que no por creer en Dios evitará el consumo de anticonceptivos
Y Cristo
no muere
Los maderos
de la cruz no serán leña ni los muros de los templos
caerán. Dos mil años han pasado y aún la Iglesia
Católica sigue siendo uno de los pilares más importantes
para la humanidad. Comenzó con la enseñanza del Mesías
esperado, Cristo, quién traía la respuesta del Reino
de los Cielos. Un grupo pequeño lo siguió, sus doce
apóstoles, y a ellos se agregaron miles de personas que buscaban
un sentido para su vida, una manera de comprender su existencia
y asegurar su eternidad.
El tiempo se encargó de institucionalizar la creencia, para
lo cual la iglesia tuvoque establecer un mecanismo de rememoración
del Mesías. Para el sociólogo Rodríguez, ésta
fue la administración del carisma de Jesús, estrategia
que continúa hasta hoy.
Y las eras cambiaron y las antiguas generaciones creyentes dieron
la respuesta a las nuevas, antes que éstas la buscaran. Sin
embargo, los jóvenes fueron creando entornos que se convertían
en viejos y se enfrentaban a otros, todos llenos de condiciones
que la Iglesia tuvo que encarar.
Pero... ¿cómo
hacerlo, si no estaba dispuesta a adaptar su mensaje, la esencia
única que la hace ser ella? Para Rodríguez la estrategia
fue la misma de siempre: volver al origen, a buscar en las palabras
de Cristo qué hacer para sobrellevar los nuevos obstáculos,
no realizando una adaptación a los tiempos. Es así
como la Iglesia Católica ha logrado mantenerse como una organización
vigente sin perder la visión de su origen. Es de esta manera
que se configura como la institución moderna que es, manteniendo
y reafirmando siempre su anuncio original.
El mensaje de Cristo permanecerá en las calles y las iglesias
tañerán sus campanas por mucho tiempo más.
La humanidad siempre va a necesitar un sentido inalterable e inmutable,
y la religión católica seguirá dando la respuesta
con sus normativas. Es el mensaje el que hace a la institución
estable y eterna. Es la respuesta que le da a una necesidad tan
humana como respirar.
Sitios relacionados
www.aciprensa.com/notic2002/diciembre/notic1726.htm
www.opusgay.com
www.sscc.cl/revista_nov/iglesia/confianza.html
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