PORTADA
  
NÚMEROS ANTERIORES
  
QUIÉNES SOMOS
  
CONTACTO
  
SOCIEDAD

Simce 2002:
La reforma no pasó la prueba

En marzo de 2000, la entonces ministra de Educación, Mariana Aylwin, anunció que para el año 2005 se reduciría a la mitad las escuelas con resultados deficientes en la prueba Simce. No obstante, la promesa se diluyó tras conocerse los puntajes de la medición realizada el año pasado.

Las escuelas que reciben a alumnos de menores ingresos concentran la mayoría de los resultados bajo el promedio nacional de 250 puntos. Sin embargo, varios establecimientos municipales superaron los resultados de colegios particulares y subvencionados.

Por Barbara Asenjo y Mª Teresa Ovalle


En cuarto año básico, lo mínimo que se le puede pedir a un niño es que lea y comprenda una novela simple; en Matemáticas, que sepa aplicar las cuatro operaciones básicas a situaciones de su vida cotidiana. Objetivos sencillos, que parecieran ser fáciles de cumplir y, sin embargo, no son alcanzados por una gran cantidad de alumnos.

Esta realidad es reflejada en los resultados entregados por el Sistema de Medición de la Calidad de la Educación (Simce) aplicado el año pasado. El promedio nacional bordeó los 250 puntos -lejos del máximo obtenido de 349- resultados que no sólo son similares a los puntajes de 1999 en Lenguaje y Comprensión del Medio, sino que bajaron tres puntos en la medición de Matemáticas.

Este estancamiento en los resultados representa un duro golpe a las expectativas del Gobierno en torno a las mejoras en la educación, principalmente por la reforma al sector actualmente aplicada y por los recursos invertidos en la implementación de la Jornada Escolar Completa.

Ante resultados, medidas

El Simce es una herramienta que permite medir el estado y progreso del aprendizaje en los alumnos chilenos. De este modo, ante bajos resultados en la prueba se pueden tomar decisiones que mejoren la calidad de la educación, como por ejemplo, el programa de las "900 escuelas", dirigido a establecimientos básicos o "Liceo para todos" orientado a la Enseñanza Media.

La medición del año 2002 es la segunda que se rinde tras la implementación de la reforma educacional y era vista como una "prueba de fuego". Entre las ventajas del nuevo sistema se mencionan la asignación de mayores puntajes a las preguntas difíciles y la incorporación de preguntas abiertas y comparaciones.

Sin embargo, es la segunda vez que la evaluación arroja resultados negativos desde la implementación de la reforma en 1997. Aunque las autoridades reconocen que los cambios en la educación son a largo plazo, distintos sectores cuestionan los reales alcances de este proceso.

Según explican Cristián Larroulet y Rodrigo Castro, del Instituto Libertad y Desarrollo en un artículo publicado en El Mercurio, aunque la inversión en educación se ha triplicado en los últimos 12 años, las mejoras en el aprendizaje de los alumnos no siguen ni de cerca esta tendencia.

Los investigadores proponen que se introduzcan incentivos a escuelas y profesores, además de que exista una mayor claridad en cuanto a los contenidos que serán evaluados, ya que los programas propuestos por la reforma son muy extensos y de ellos se esperan objetivos muy amplios. Al acotarlos, se facilita la labor del personal docente y de los propios apoderados.

La excepción a la regla

La desigualdad en el puntaje obtenido por los diversos planteles no se explica por la clase de establecimiento. Según el ministro de Educación, Sergio Bitar, "no es el tipo de escuela lo que explica los resultados; por ejemplo, en los niveles de menos recursos las municipales obtienen mejores resultados que las particulares subvencionadas."

Siguiendo esta línea, el sociólogo José Joaquín Brünner, en su ensayo "Mitos en Torno a Resultados Simce", plantea que lo que sí influye en el rendimiento escolar es el origen socio-familiar de los alumnos. A menores ingresos y menores niveles educacionales de los padres, los estudiantes rinden peor la prueba, debido al escaso "capital cultural" que poseen en su hogar.

Y eso se prueba en que establecimientos en donde la mayor parte de sus alumnos provienen de estratos socioeconómicos bajos, el promedio obtenido se mantiene o disminuye de los 250 puntos nacionales.

En este sentido, Sonia Vallet, Jefa de la Unidad Técnico-Pedagógica (UTP) de la Escuela Municipal "Mineral El Teniente", de Rancagua, en conversación con CTN explicó que los 245 puntos promedios obtenido por su escuela están estrechamente relacionados con la situación socioeconómica de los alumnos. "En la mayoría de los casos, la madre es la jefa de hogar. Entonces, no hay quién se preocupe de los niños en sus hogares. Lo que el alumno pueda aprender en el colegio municipal es lo único que lo saca adelante" sentenció.

Pero existen excepciones. La escuela municipal D 57, Carlos Condell de la Haza, de Estación Central, obtuvo 273 puntos promedio en la prueba Simce; a diferencia de los resultados anteriores, esta escuela logró subir sus puntajes en todas las pruebas (lenguaje 22 puntos, matemáticas 17 puntos y comprensión del medio, 23 puntos).

Este establecimiento acoge a casi mil niños, con cursos de hasta 45 alumnos por sala. La mayoría pertenece al estrato socioeconómico bajo, y entre ellos hay a estudiantes con problemas de aprendizaje. Aún así, logró superar en el Simce a colegios particulares y subvencionados de la comuna.

Irene Munizaga, jefa de UTP del establecimiento, explicó a CTN que estos logros se deben al compromiso de los profesores de llevar a cabo la reforma, además del trabajo en equipo entre los profesores y la introducción de las nuevas tecnologías a las clases tradicionales, lo que mejoraría el aprendizaje de los alumnos. "Los niños que no trabajan con cuadernos ni con guías de aprendizaje, sí se sienten atraídos por el computador, y trabajan con él" indicó.

Criticas al modelo

Aunque se levanta como una herramienta de medición de la calidad de la educación de los colegios, muchos concuerdan con que el Simce no mide la realidad de las escuelas municipales. En este sentido, Vallet precisa que se debe considerar que en estos establecimientos se les obliga a dar la prueba a los niños con problemas de aprendizaje -lo que no ocurriría en colegios particulares o subvencionados- incidiendo en sus bajos puntajes.

Además, los profesores critican la entrega de los resultados del Simce. Munizaga comenta que "el ministerio hace llegar a la escuela sólo los puntajes obtenidos por los alumnos a nivel general, pero no indica específicamente el área de los contenidos en dónde están más deficientes o en cuál lo están haciendo bien".

Ante los resultados, amplias son las críticas y pocas las propuestas. Distintos sectores reconocen la necesidad de que los profesores se comprometan a llevar a cabo la reforma en sus colegios y que en los hogares se refuerce lo aprendido en la escuela.

Como señaló Brünner a La Tercera, poco se gana con "comparar logros de alumnos provenientes de muy diferentes hogares, culpar de todos los males al estatuto docente o alegar que las desigualdades de origen nunca podrán ser compensadas por la escuela". El debate público debe centrarse en encontrar la forma de aumentar el número de escuelas que garanticen una educación de calidad.

Pasar la tarde en la escuela

No es lo mismo hablar de Reforma Educacional que de Jornada Escolar Completa. Mientras la primera se trata de una modificación curricular, la segunda apunta a extender la permanencia de los alumnos en los colegios, con el objeto de convertirlos en un lugar donde se les proteja de riesgos como la vagancia, drogadicción o la deserción escolar. Según datos del Ministerio de Educación en marzo de 2002 se había incorporado un total de 5 mil 764 escuelas a la Jornada Escolar Completa (4 mil 165 escuelas municipales y mil 599 subvencionadas). Sin embargo, para los profesores el proyecto es sólo un esfuerzo para mantener al niño en la escuela mientras la madre trabaja. Como señaló Sonia Vallet a CTN, uno de los factores que va en contra de la JEC es la alimentación. En su escuela, "el proyecto garantizaría la alimentación para todos los niños y eso no es efectivo. De los 1300 alumnos, sólo 60 reciben almuerzos de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas ( JUNAEB). De este modo, algunos niños sólo traen un pan o una bebida". En este sentido, Irene Munizaga opina que se debería mejorar la calidad de la educación con las jornadas actuales y además debieran existir colegios con y sin Jornada Escolar Completa "para que los padres puedan elegir".



Resultados Generales
Puntajes promedio y variaciones en relación a 1999.

LENGUA CASTELLANA
MATEMÁTICA
COMPRENSIÓN DEL MEDIO
PROM
VAR
PROM
VAR
PROM
VAR
TOTALES NACIONALES
251
+1
247
-3
251
+1

Nota: La escala de puntajes utilizada tiene como base el valor de 250 puntos, asignado al resultado promedio de 1999. Fuente: www.simce.cl

Sitios relacionados
www.mineduc.cl
www.enlaces.cl
www.educarchile.cl
www.cide.cl

POLÍTICA

FPMR:
Por la vereda del Frente

 

ECONOMÍA

Isapre Vida Plena:
La gripe más complicada de Inverlink

Viñas emergentes
El peso de los nuevos nombres

 

INTERNACIONAL

Cuba y sus relaciones internacionales
Los que predican y no practican

Argentina:
El último reto de la vieja política

 

CULTURA

Teatro Novedades:
Un Camino demasiado tortuoso

 

SOCIEDAD

Delincuencia y Espacios Públicos:
¡Aún hay plazas, ciudadanos!

 

DEPORTES

El nuevo rumbo del deporte:
Una carrera de largo aliento

 

ENTREVISTA

Entrevista a Pepe Guixé:
"En la televisión no están los que deberían estar"