ANFA y fútbol
amateur
Por
la disputa del balón
Una asociación
que dice agrupar a la gran mayoría de los jugadores aficionados
con grandes logros y proyecciones. Algunos la acusan de ser un negociado.
Terceros dicen que es todo lo que hay.
Para otros,
un buen asado, tragullos y un balón son los ingredientes
imperativos para una tarde de fútbol amateur en cualquier
cancha dominguera. Para los más puristas, la ecuación
se reduce a la de 32 cascos.
Por
María José Vilches y Diego Zurita
Aquí
no hay Ronaldos, ni Salas y, sin embargo, es la asociación
que más miembros tiene. Más de un millón de
chilenos están ligados al fútbol amateur conformando
la entidad deportiva que los agrupa, la ANFA. Ya a principios del
siglo pasado existía una agrupación dedicada al fútbol,
la cual reunía al embrionario fútbol profesional y
a la gran muchedumbre futbolizada que lo practicaba más por
entretención que por oficio.
La Federación
de Fútbol de Chile era la institución encargada de
organizar y regir el llamado deporte rey. La incompatibilidad entre
profesionales y deportistas amateurs fue provocando sus primeros
conflictos hacia la década del '30, una época donde
ser acreditado como profesional era más un mamotreto de exigencias
que una garantía. Estos incipientes problemas se agudizaron
durante los '50, cuando se produce "la división del
balompié nacional en dos: uno dedicado exclusivamente al
deporte en el aspecto profesional, y otro únicamente para
aficionados al fútbol: la ANFA", explica Juan Facuse,
periodista deportivo.
Nombres como
Tricolor Municipal de Paine y Central Carlos Fau responden a n clubes
pertenecientes a esta entidad encargada de reglamentar la práctica
del fútbol no remunerado. Y sólo realiza eso: reglamento
y ordenanza. El único beneficio concreto, junto con la supervisión
de un árbitro, es un seguro médico que cubre hasta
250 mil pesos. Nada, pensando que una fractura cuesta el doble con
tratamiento de recuperación completo.
13 entidades
regionales a lo largo de Chile conforman el núcleo central
de la ANFA, las que a su vez tienen un número importante
de asociaciones locales cada una, conformadas por un mínimo
de cinco clubes. En regiones, la cantidad de seguidores que tienen
los equipos pertenecientes a estas ligas supera muchas veces el
despliegue que despiertan las entidades de primera división.
Fecha a fecha, la afición apoya incansablemente a su equipo
con bombos y cánticos, o sea, con todas las de la ley. Fuera
de Santiago sobran titulares de diarios regionales, como la Prensa
de Tocopilla, donde aparece: "Arrasan los Pumas" o "El
amateur que triunfó en el profesionalismo".
Algunos clubes
se quejan que las condiciones de la ANFA son demasiado rígidas.
Dos series de menores y tres de adultos son requisitos indispensables
para ser parte de la asociación. Estamos hablando de por
lo menos 50 personas. Además, deben pagar entre 80 y 100
mil pesos de inscripción única, con derecho a nada
porque hasta las canchas son prestadas ocasionalmente a los equipos
afiliados, con la condición que ellos se encarguen de mantenerlas
en perfecto estado.
Ni siquiera
existen fondos a los que se puedan postular para desarrollar este
deporte. Un respaldo moral es el que entrega ANFA a los federados
en caso que estos postulen a algún proyecto de Chiledeportes.
Más allá de esto no existe ningún vínculo
contractual entre ambas para desarrollar este deporte.
El vicepresidente
regional de la ANFA, Claudio Olivares señala que solamente
en la región Metropolitana existen alrededor de 1.480 clubes,
"Sin duda que somos la agrupación que más equipos
tiene contando ramas masculinas, femeninas y futsal". En los
últimos años, la ANFA ha ido involucrando a mujeres
en la práctica de este deporte, conformando una liga femenina.
Y por disposición de la Asociación Mundial de Federaciones
de Fútbol (FIFA) estuvieron obligados a conformar un torneo
de futsal que recientemente tuvo su campeonato sudamericano en Paraguay.
A dicho campeonato asistió toda la plana directiva de la
ANFA, pero sólo fueron a cosechar penas. Chile se vino con
una derrota histórica bajo el brazo: 15 goles en contra.
"Ni
siquiera una pelota"
A Buin empiezan
a llegar los que desafiarán al dueño de casa, Juventud
Villa Italia. Minutos antes del partido, el presidente de la agrupación,
Jorge Said, recolecta los mil pesos correspondientes al lavado de
camiseta y arriendo de la cancha. "No todos pagan, pero a todos
nos gusta matar la tarde juntos", señala con cara de
justificación.
Trece años
de vida tiene este equipo gestado en La Cisterna que dice contar
con personalidad jurídica desde su nacimiento, lo que les
ha servido para aparecer en la Guía Solidaria, un catálogo
del Fondo de Solidaridad e Inversión Social (FOSIS) que canaliza
aportes de privados y empresas. Pero de ANFA ya no quieren saber
nada. "Es una frescura muy grande... los tributos son altísimos
y uno de los pocos beneficios es contar con un árbitro, pero
para eso, mejor arbitramos nosotros", comenta Said.
No les interesa
participar en los campeonatos oficiales porque no poseen un nivel
competitivo como lo amerita el Campeonato de Campeones, máximo
certamen de la ANFA donde participa un centenar de equipos de Chile
que resultaron campeones en sus propias asociaciones. "Lo nuestro
es más familiar, amistoso, más barrial", señala
el dirigente de Villa Italia.
Para ellos,
los costos de pertenecer a la Asociación eran demasiado altos:
pagar tributos semanales, seguros, derechos de campeonato y transferencias,
se hacían insostenibles para una asociación que sólo
buscaba el solaz en el fútbol. "La ANFA es una máquina
de hacer plata... no me extraña que estén todos en
Paraguay, porque a nosotros no nos han dado ni siquiera una pelota",
denuncia Jorge Said, refiriéndose al campeonato de Fútbol
de Salón que se desarrolló en agosto. Además,
"se regulan entre ellos... un nidito como la ANFP", agrega.
Como Juventud
Villa Italia, hay un número inestimado de ligas independientes
de todos los estratos sociales que no están agrupadas a la
ANFA, pero que poseen su propia reglamentación y financiamiento,
como las ligas universitarias y de empresas.
"Algo
más que una pichanga de barrio"
"Estamos esperando el resultado del partido de Deportivo La
Legua... si pierden, quedamos terceros", cuenta al teléfono,
con patente emoción, Luis Gutiérrez vicepresidente
de Central Carlos Fau. De resultar todos sus pronósticos,
el equipo recibiría 130 mil pesos, una suma simbólica
para todo lo que invierten al mes en la ANFA.
Don Luis no
quiere hacer cálculos porque "todos consideramos que
es caro, pero la competencia a todos anima". Sin embargo, entrega
un desglose aproximado de lo que paga la Asociación El Pinar
que agrupa a 20 equipos, entre ellos Central Carlos Fau: un gravamen
semanal de 20 mil pesos y derecho a campeonato de 2 mil pesos, ambos
valores por cada equipo. O sea, cerca de 1.600.000 mil pesos al
mes.
El atraso en
el pago de estas contribuciones deja a la asociación expuesta
a la desafiliación con la consecuente pérdida de puntos
y exclusión de la lucha por el título. Ese es el caso
del Deportivo Los Cerros quien no puede participar por deuda; impasse
que brindó la posibilidad a Legua Juniors de competir en
el sur en calidad de campeón del Pinar, para tratar de reeditar
la historia del equipo Julio Juárez cuando en el año
2000 fue campeón regional y nacional.
Los clubes afiliados
a la ANFA funcionan en forma similar a las ligas profesionales por
lo que deben pagar por las transferencias de jugadores, en escalas
según la división a la que pertenezcan. Ahora están
esperando un pago de 120 mil pesos por la transferencia de Mario
Maulén a Cobresal, una operación bajo el atento ojo
de la ANFA que recibe el quince por ciento de una torta de 16 UTM.
Para el vicepresidente
regional de ANFA "hay mucha triquiñuela en las asociaciones",
lo que abultaría el costo operacional que recae sobre los
propios jugadores. Eso, sin contar las pequeñas regalías
de las que gozan los buenos deportistas que, si bien distan de un
sueldo, "permite a los equipos altamente competitivos asegurarse
buenos lugares con la motivación del muchacho... sus buenos
zapatos... corre plata", señala un espectador del primer
gol de Villa Italia, quien no quiso ser identificado.
Con detractores
y críticos, la ANFA se considera una institución económicamente
sólida, que rinde cuentas a la Federación de Fútbol
y que, de todas maneras, es la única que agrupa a los aficionados
del balompié.
EL
SEMILLERO
"El
amateurismo ha sido desde siempre el semillero de los profesionales",
cuenta a CTN Manuel Burboa, gerente de la Asociación
Nacional de Fútbol Profesional (ANFP). Una afirmación
que toma consistencia considerando los orígenes humildes
de los jugadores y la aún escasa inversión que
en Chile se realiza a las series inferiores de los "clubes
grandes".
Pero la historia de aficionados que son elegidos para debutar
en el profesionalismo está llena de fracasos: la presión
de la dedicación exclusiva a la profesión junto
el alejamiento de la familia es sólo un ejemplo de
los principales escollos que deben superar. Ricardo Arias
viajó desde su San Joaquín natal hasta Magallanes,
donde terminó recibiendo un sueldo inferior al mínimo
y "como el cabro se casó, no tuvo más que
hacer que volver", señala denunciante Gutiérrez.
Muchas veces, las asociaciones locales están tan apuradas
por recibir las divisas que genera una transferencia que pocas
veces se preocupan de la proyección del deportista.
Fernando González es la cara feliz de esta moneda.
Aterrizó en Deportes Arica desde enero de 2001 proveniente
de un conjunto amateur y ya ha tenido ofertas para emigrar
a otros clubes. "Hay muchos más jugadores del
fútbol amateur que se cuidan en su vida privada y están
en condiciones de jugar profesionalmente", señaló
a un diario local.
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Sitios relacionados
http://www.anfa.cl
http://www.terceradivision.cl
http://www.cuartadivision.cl
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