Nueva ley de
alcoholes
Las reglas cambian, la fiesta
sigue
Siempre se ha dicho que Chile es un país de bebedores.
De hecho existen estudios que nos muestran como una de las naciones
con más alto índice de consumo de litros por persona.
En este panorama el lunes 19 de enero comenzó a regir un
nuevo instrumento legal.
Por
Cristián Contardo y Cristián Martínez
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Encuentroconosur.uchile.cl
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Ya han pasado tres meses desde la promulgación
de la Ley de Alcoholes, Bebidas Alcohólicas y Vinagres. Para
averiguar cómo se ha llevado a la práctica, indagamos
en la bohemia santiaguina. Pero antes de eso hagamos un poco de
memoria.
La idea nació de la diputada de la Unión
Demócrata Independiente (UDI), María Angélica
Cristi y fue apoyada, entre otros, por su colega Patrico Melero
(también UDI) y los senadores Carlos Cantero y Alberto Espina,
ambos de Renovación Nacional.
Según Cristi “se hacía absolutamente necesario
porque cada día aumenta el consumo (de trago) entre los menores,
los accidentes de tránsito a causa de la conducción
en estado de ebriedad, y los crímenes y delitos por causa
del alcohol", como declaró a al sitio web http://noticias.123.cl
Algunas de las disposiciones más importantes
son:
1) Dispone la enseñanza obligatoria, desde
la educación parvularia, de programas educativos, orientados
a la formación de vida saludable y al desarrollo de factores
protectores contra el abuso del alcohol
2) Permite a los alcaldes, con acuerdo del consejo
municipal, aplicar horarios diferenciados en distintas zonas de
la comuna, dentro de los márgenes establecidos en la ley.
3) Los establecimientos que expenden bebidas alcohólicas
para ser consumidas fuera del local (botillerías, supermercados),
podrán funcionar entre las nueve y la una de la mañana
del día siguiente; la madrugada del día sábado
y feriados podrán hacerlo hasta las tres.
Los establecimientos que expenden alcohol para ser consumido en
el mismo local (pubs, discotecas, bares, restoranes), podrán
funcionar entre las 10:00 y las 4:00 horas del día siguiente;
las discotecas podrán funcionar solo a partir de las 19:00
horas. La madrugada de los días sábado y feriados
podrán funcionar hasta las 5:00 horas. Fiestas Patrias y
Año Nuevo sin restricción.
En terreno
Con todo esto fuimos al barrio Bellavista para
ver si la nueva Ley de Alcoholes había generado los cambios
que auguraban sus precursores.
Desde temprano (18:30 horas) la gente empieza
a reunirse en los diferentes locales. Llama la atención que
ya a esta hora haya varios totalmente llenos, en circunstancias
de que en años anteriores la hora de llegada eran las 21:00
como mínimo.
En el bar Perséfone conversamos con Johana
Mieres, mesera del lugar. Le preguntamos sobre los efectos de los
nuevos decretos, especialmente el polémico recorte de horarios
para el cierre de los negocios del rubro. La respuesta es rápida
y potente: “no ha cambiado nada. Es más, cuando nosotros
cerramos a las 4:30 de la mañana, la gente busca otro local
para seguir bebiendo”.
Quisimos corroborar el dato de Johana con la opinión
de los encargados de seguridad. Fuimos a la cabina de información
que está ubicada frente al Telepizza en Plaza Italia y ahí
conversamos con Luis Sánchez, guardia municipal que tiene
turno fin de semana por medio, desde las 22:00 horas hasta las 7:00
de la mañana.
Volvemos a preguntar por la situación en
las calles durante la noche y, al igual que la mesera, no dice sin
tapujos que “la cuestión sigue igual que antes; no
ha cambiado para nada luego de la implementación de la ley”.
Aclara además que a cualquier hora ocurren hechos delictuales,
desordenes, peleas, etcétera. “Lo más frecuente
es ver a gente borracha pidiendo dinero o bebiendo en la vía
pública”. Curioso es saber que "las horas más
conflictivas son entre las 4:30 y las 6:00 de la madrugada",
coincidencia, justo el momento en que los locales empiezan a cerrar.
Con base en declaraciones de la diputada Cristi,
La Cuarta del sábado 24 de enero señaló que:
“en el terruño se pierden cerca de 3 mil millones de
verdes cada año, producto de los garganta de lata que provocan
los accidentes".
Cristi, según el diario, cuenta con apoyo
de los más diversos sectores del país, "incluida
la Cámara de Comercio Detallista y, por sobre todo, de la
gallá que está aburrida de que en sus barrios quede
la tole tole con los curados odiosos".
Pero el hecho es que la gente no bebe menos que
antes aún acortando el tiempo de atención de los negocios
nocturnos, ¿qué está pasando?. Al parecer la
solución al problema va por otro lado.
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http://webs.adams.es
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Un lugar atípico
Kiko Shop es un bar atípico con respecto
al resto de los lugares que hay en Bellavista. Su dueño,
Nicolás Espinoza, nos cuenta que hace 20 años que
cierra a las tres de la mañana y que por tal motivo el límite
de horarios de la nueva ley de alcoholes no le afecta en nada.
En este local suceden cosas "extrañas".
El propio Espinoza y su señora están ahí de
lunes a domingo, recorriendo las mesas para ver que todo esté
en orden. Las razones son claras: “evitar que haya gente ebria
dentro del local e impedir que la calle se llene de curaos, con
todo lo que eso implica”.
Los menores de edad pueden entrar sin problemas;
eso sí, sólo se les vende jugo y bebidas. Si don Nicolás
considera que una persona no es mayor de edad y ésta asegura
serlo, simplemente le pide su carné de identidad. Si no lo
tiene se va del lugar.
Para su propietario lo más importante es
la prevención, pero una prevención traducida en una
fiscalización interna del local y que sea aplicada por su
propio dueño, junto con la que debe ejercer Carabineros.
Así, para Espinoza el problema no tiene nada que ver con
los horarios, sino que con el control de los propios locales con
respecto a la venta de alcohol.
“Acá procuramos que el cliente se
vaya bien para su casa, así nos aseguramos que vuelva nuevamente.
Incluso hay jóvenes que han vuelto con sus papás y
me los han presentado. ¿Qué más tranquilo se
puede sentir un padre si sabe donde su hijo carretea y si sabe que
en ese lugar se le va a vender una cierta cantidad de alcohol y
que a cierta hora se van para la casa? Yo me aseguro que eso se
cumpla. Yo mismo los mando para la casa”.
Por lo que declaró la diputada Cristi a
www.lun.cl sus motivaciones para la modificación de la ley
(y sobre todo la modificación de los horarios) fueron la
seguridad ciudadana y mejorar los índices de salud en Chile.
Sin embargo el problema de la seguridad ciudadana no se ha resuelto
con una hora más una hora menos de cierre.
Quizás sería mejor fiscalizar y
hacer valer otros puntos importantes de la reglamentación,
como los que tienen que ver con la prevención y los programas
de educación en los colegios.¿No sería útil,
junto con los programas educacionales y la propaganda anti-alcohol,
aplicar esa prevención desde los propios locales?
Don Nicolás probablemente nos contestaría que sí.
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