Ayuda Social
Más que un techo, una base
Agrupación sin fines de lucro, trabaja
con las donaciones que realizan los particulares y la empresa privada.
Buscar un país sin campamentos antes del bicentenario es
una prioridad, junto con dar a los beneficiados un lugar íntimo,
digno y protegido, desarrollar un espacio para la familia.
Por
Roberto Escobar y Mónica Pavón
En un día de invierno normal en Santiago
las estaciones de monitoreos marcan índices de contaminación
altos, se decretan restricciones para las circulaciones de vehículos
y en los casos de mayor emergencias se paralizan algunas empresas.
Pero la mejor medida del gobierno es encomendarse a San Isidro,
porque aun no se ha inventado mejor instrumento para eliminar el
somg que la lluvia. Las gotas de agua que caen del cielo son capaces
de llevarse con ellas las partículas contaminadoras.
Pero no todo es alegría. Mientras un gran
sector de la región Metropolitana aplaude, hay otros que
se ven profundamente afectados. Primero, para algunos las calles
se convierten en verdaderos ríos, por lo que su traslado
al trabajo, colegio u otro destino es una verdadera odisea. La realidad
más cruda, sin embargo, es para las personas que viven en
campamentos en unas seudo casas hechas de cartones, latones u otros
materiales que recolectan en alguna parte de Santiago. A ellos se
les mojan las pocas pertenencias que tienen y se convierten en potenciales
victimas de enfermedades e infecciones.
Frente a esta realidad aparece en 1997 un grupo
de personas que busca ayudar a los marginados y mejorarle su calidad
de vida. Francisca lira; periodista de “Un techo para Chile”
señaló a CTN que la institución cuenta con
tres áreas de trabajo: Construcción, intervención
social y vivienda definitiva. Según un estudio realizados
por el Centro de Investigación Social de este organismo,
en Chile existen 531 campamentos y su finalidad es terminar con
estos antes del 2010, cuando se celebre el bicentenario de la independencia
de Chile.
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El trabajo más conocido por la ciudadanía
es la construcción de mediaguas. A Juan José Crocco,
coordinador de trabajo voluntario, un día de invierno el
2002 lo invitaron a participar. Le quedó gustando esta actividady
se fue involucrando. Confiesa que no se sale más. Pese que
había participado en otras campañas de ayuda en el
colegio y en la universidad, en “Un techo para Chile”
encontró un sello diferente, cual es la masividad de la ayuda,
sintiéndose así parte de algo gigantesco.
El punto de partida es una visita a los campamentos
elegidos con ayuda de los municipios, los cuales cuentan con información
útil. Aquí se hacen encuestas a los pobladores con
el fin de establecer si califican para la obtención una media
agua. Las casas son asignadas a los casos de mayor necesidad dentro
de la población y se les informa a los beneficiados mediante
una visita en donde se firma un compromiso. “Un techo para
Chile” se compromete a construir la casa dentro de un plazo
y las familias a pagar 30 mil pesos por concepto de compra de la
vivienda. Según Crocco, se cobra para que las familias no
sientan que la casa es un regalo y se comprometan en la adquisición
con su esfuerzo. El financiamiento mayor de las mediaguas son las
colectas y campañas que se realizan durante todo en año.
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Después viene otra etapa que es la intervención
social. Allí se hacen clases para normalizar la enseñanza
media, por ejemplo. Se imparten talleres y se impulsa a la gente
a obtener la vivienda definitiva, entre otras cosas. Este es un
trabajo más permanente. Finalmente, la etapa de la vivienda
propia consiste en reunir a las familias necesitadas con entidades
públicas y privadas con el objetivo de abrir posibilidades
y mejorar aspectos de las políticas habitacionales del país.
Con trabajos como el de esta institución
se ataca la pobreza, la desigualdad, pero también un mal
que es relevante, el individualismo. A la luz de esta experiencia,
Coccro piensa que puede confiar en la gente, los prejuicios se eliminan,
se sientan todos en la mesa y son todos iguales sin ninguna barrera.
Su objetivo más cercano es mejorar la calidad de los voluntarios,
y que tengan muchas ganas de ayudar.
La misión
que tienen los voluntarios
Cómo Jóvenes Voluntarios de Un Techo para Chile
trabajaremos con los campamentos de nuestro país, construyendo
mediaguas, investigando, denunciando, apoyando y capacitando
a los pobladores, a sus familias y comunidades, para que cuenten
con oportunidades reales que les permitan salir de su situación
de pobreza.
Trabajando apasionadamente, involucraremos a toda la sociedad
con una erradicación de excelencia de los campamentos
de Chile, abriendo de esta manera, espacios de integración
entre ellos y el resto del país, que nos permitan hacer
de Chile un Techo digno para todos.
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Donaciones
- Cuenta corriente Nº 2010 del Banco Santander Santiago
- Numero de teléfono 7002700 (Santiago) 70-2700 (Regiones)
- 600 500 2001 |
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