Sistema Previsional chileno:
¿Problema o Beneficio?
En silencio, la nueva ley de Rentas Vitalicias
hizo finalmente su debut el pasado mes de agosto. El punto más
sensible del estrenado sistema de pensiones se relaciona con la
situación de los chilenos mayores de 40 años, que
enfrentarán el incremento de los requisitos para acceder
a la jubilación anticipada. El impacto de la nueva normativa
también modifica el monto de las pensiones mensuales, que
podría disminuir hasta en un 7%. Todo tiende a indicar que
las condiciones de vida del adulto mayor se recrudecen ¿De
quién es la ganancia?
Por
Janisse Huambachano y Antonella Galarce
|
La Encuesta de Protección Social, realizada
por la Universidad de Chile a más de 17 mil personas, delata
a los chilenos, ya que un 90% reconoció que poco o nada sabía
de su previsión. No sólo eso, sino que además
la gente percibe el ahorro previsional como un impuesto, y por ello
no existen incentivos para que los trabajadores informales coticen.
Es cierto, llegado el momento casi nadie sabe cómo pensionarse,
pero el tirón de orejas no es sólo para los mayores,
sino también para los más jóvenes, porque tomando
decisiones acertadas a temprana edad se pueden evitar malos ratos
a la hora de jubilar. Se puede evitar, por ejemplo, ser uno de los
3,5 millones de chilenos que sólo podrán acceder a
la renta mínima, es decir, apenas 35 mil pesos.
También hay que considerar que cada día se extiende
más la esperanza de vida de los chilenos y conjuntamente
nuestros años como trabajadores pasivos. Por eso, y porque
toda persona que dio los mejores años de su vida laborando
tiene el derecho a un descanso sin preocupaciones, es que se vuelve
urgente estar preparado para tomar una de las decisiones más
importantes de nuestra vida: pensionarse.
Cuando el retiro se convierte en problema.
Juan Carlos Vergara tiene 49 años y hace uno que quedó
cesante. Estudió Ingeniería Civil Industrial y trabajó
durante 24 años en una empresa del rubro, hasta que un día
le informaron que ya no requerían de sus servicios. A Juan
Carlos la noticia le tomó por sorpresa, pero decidió
no preocuparse demasiado: "Empecé a formar una empresa
propia, porque no quise siquiera calentarme la cabeza buscando trabajo".
Señala que tomó esa decisión debido a las pocas
perspectivas que le entregaba el terreno laboral: "En realidad
yo trabajé en una sola empresa y de vez en cuando enviaba
currículos que se ajustaban a mi perfil y jamás siquiera
me llamaron ¡Qué iba a hacer ahora que además
estaba sin trabajo!".
Según Juan Carlos, la edad juega en contra al momento de
buscar un nuevo empleo: "Todos los avisos publicitarios dicen
que necesitan personas de hasta 35 años. Hace poco han aparecido
algunos que piden gente de hasta 40, pero no más que eso.
Así que preferí no postular", comenta.
|
Es ahí cuando pensó en su Administradora
de Fondos de Pensión (AFP), encontrándose con un panorama
muy ingrato. Averiguó la posibilidad de jubilarse de manera
anticipada, pero las oportunidades no eran muy auspiciosas: "tengo
que tener 50 por ciento de la renta de los últimos diez años
y no alcanzó a eso con los $70 millones que impuse. Entonces
debo disminuir ese fondo y, sacando cuentas, recién a los
53 años podría optar a jubilar anticipadamente",
dice.
Sin embargo, jubilar anticipadamente es aún más difícil
hoy, que antes. La antigua Ley de Rentas Vitalicias estipulaba que
los afiliados al sistema podían pensionarse por vejez anticipada,
cuando los fondos de su cuenta individual les permitieran obtener
una retribución igual o superior al 50% del promedio de sus
rentas imponibles de los últimos diez años y al 110%
de la pensión mínima de vejez garantizada por el Estado.
La nueva ley (que tardó más de 10 años en ser
despachada por el Parlamento y comenzó a operar el 19 de
agosto) eleva el límite para jubilar anticipadamente al 70%
del ingreso promedio de los últimos años.
Roberto García ha trabajado la mayor parte de su vida. Ingresó
al mundo laboral a los 21 años. Hoy tiene 59. Hace algunos
días, le comunicaron que mantendría su puesto sólo
hasta fin de mes. Roberto desea acogerse al beneficio de jubilación
anticipada, ya que la posibilidad de encontrar un nuevo empleo,
es incierta: "Estuve casi un año cesante antes de encontrar
mi trabajo actual. A mi edad, las oportunidades no llueven, y tengo
una familia y una casa que mantener, cuentas que pagar".
Sin embargo, investigando, llegó a la conclusión de
que la nueva Ley de Rentas Vitalicias le exige un porcentaje muy
alto con respecto al promedio de las rentas que ha impuesto con
su trabajo.
Los otros requisitos
A pesar de que el incremento de los requisitos para acceder a una
jubilación anticipada podría afectar a un grupo de
personas mayores de 40 años que buscan suscribir este beneficio,
la Superintendencia asegura que el cambio será provechoso.
Señala que con el nuevo sistema, los trabajadores obtendrán
pensiones de un monto más cercano a su remuneración
en la vida activa y limitarán los compromisos estatales por
pensiones mínimas. Además, los afiliados evitarán
disminuciones de saldo en sus cuentas individuales al momento de
pensionarse.
|
Otra de las medidas contempladas en la Ley, para
quienes quieran optar a la jubilación anticipada, es el aumento
del porcentaje exigido respecto a la pensión mínima
de 110% a 150%. Además, se modificará el cálculo
del promedio de las remuneraciones de los últimos diez años,
para efectos de la pensión anticipada y cambiará el
retiro de excedente de libre disposición, permitiéndose
un máximo de 16 meses no cotizados.
De esta forma, se termina con los largos periodos de inactividad,
que anteriormente no existía límite para los periodos
sin cotización.
En ese caso, el cálculo de la renta promedio se mantiene
igual, es decir, se divide por 120 la suma de las remuneraciones
de los últimos diez años. Sin embargo, en el caso
de que el número de meses sin cotización sea superior
a 16, se descontarán del divisor el número de meses
que supere esta cifra, lo que hará que el requisito de ingreso
promedio aumente.
Las expectativas de vida
No sólo optar a una jubilación anticipada será
más difícil. Otro de los problemas del sistema es
la desigualdad en la que se encuentran las mujeres respecto de los
hombres. Una importante baja en el monto de las futuras pensiones,
principalmente de las mujeres, se producirá en el país
a raíz de las nuevas expectativas de vida (o tablas de mortalidad)
calculadas por el gobierno para el otorgamiento de jubilaciones.
Las nuevas cifras oficiales indican que una mujer que está
en edad legal de pensionar por vejez (60 años) vive en promedio
hasta los 87,8 años, mientras que un hombre en iguales condiciones
(65 años) vive hasta los 82,6 años.
Los datos implican que en las últimas dos décadas
la esperanza de vida de las mujeres ha subido en 3,06 años,
mientras que para los hombres ha aumentado apenas en medio año,
según las superintendencias de AFP y de Valores y Seguros.
Así, las personas que busquen jubilar por retiro programado
(es decir a través de una AFP) verán cómo sus
ahorros previsionales se distribuyen por una mayor cantidad de años.
Esto, necesariamente, implica que el monto de estas pensiones disminuirá,
para así poder financiar una jubilación más
extensa.
Aunque por ley ellas pueden pensionarse a los 60 años en
vez de a los 65 de los hombres, los períodos de inactividad
económica mucho más extendidos merman su cuenta de
capitalización individual (como se llama al fondo que se
construye con el 10% del ingreso mensual que todo trabajador dependiente
debe ahorrar en una AFP). De hecho, según una encuesta, una
de cada diez mujeres afirma que ha pasado inactiva el 70% o más
de su vida laboral. Con los requisitos a cumplir son pocas las mujeres
que logran jubilarse anticipadamente (sólo el 23,9% de las
afiliadas).
Todo esto no sería tan complicado si durante la vida activa
los afiliados ahorraran lo suficiente para financiar su vida pasiva.
El problema es que ello no es así. Pero quien cotiza un 50%
del tiempo (como en promedio lo estarían haciendo los chilenos)
sólo recibirá una pensión equivalente al 41%
de su remuneración.
A esto se suma que los chilenos cotizan más tarde que lo
presupuestado. Según la Encuesta de la Universidad de Chile,
sólo el 59% de los ocupados entre 15 y 19 años cotiza.
Otro factor a considerar es que una laguna de 10 años sin
cotizaciones reduce la pensión a un 84% de la remuneración.
Los chilenos comienzan su vida laboral cada vez más tarde,
cotizan menos tiempo (sólo, en promedio, durante la mitad
de su período activo), se jubilan antes y viven más
que lo previsto. Como dice Mario Waissbluth, empresario: "Ojalá
me equivoque, pero si seguimos así en una o dos décadas
Chile estará rebosante de viejos tristemente pobres y enfermos.
De acuerdo a la nueva Ley de Rentas Vitalicias se imponen restricciones
a las jubilaciones anticipadas. Esto es terrible para el desempleado
de 50 años que quiere usar su fondo... pero ¿qué
va a ser de él a los 70 si lo usa ahora?”
Tipos de pensión
Renta vitalicia: Mensualidad en UF garantizada
de por vida que se contrata en el mercado asegurador.
Retiro programado: Se toma con la AFP, también
es en UF, pero se recalcula cada año y puede acabarse
si el pensionado vive más de lo estimado y su fondo
de pensiones se agota.
Renta temporal con renta vitalicia diferida: Una
combinación de las dos anteriores. Parte con una
pensión que se financia con recursos dejados en la
AFP y sigue con una renta vitalicia que empieza a pagarse
al cabo de cierta cantidad de años previamente pactados.
Retiro programado con renta vitalicia inmediata: Implica
dividir el saldo acumulado del fondo de pensiones y destinar
una porción a una modalidad y el resto a la otra.
La pensión mensual es la suma de ambas (entra en
vigencia el 19 de agosto).
Renta vitalicia variable: Se pacta una cantidad fija en
UF (no inferior a la pensión mínima), más
un componente variable (en pesos, moneda extranjera o incluso
en índices asociados a carteras de inversión)
que abre la posibilidad de elevar la jubilación si
el comportamiento de las inversiones es positivo (entra
en vigencia el 19 de agosto).
|
Links relacionados:
Instituto de
Normalizaciòn Previsional
|