El
nuevo destino de la Derecha chilena
Piñeravisión
Por
Evelyn Campos Acosta
Chilevisión
debería cambiar de nombre. De nada sirve
que lleve el del país, pues aún cuando por ley la
frecuencia está a cargo de la Universidad de Chile, al parecer
la institución estatal no tiene parte en el juego mercantilista.
Ni siquiera se le consultó a ésta por la última
venta de la estación televisiva -todavía en trámite-
a Sebastián Piñera, ex presidente del partido político
Renovación Nacional (RN).
El canal
pasará a manos de este reconocido empresario chileno, principal
accionista de Lan Chile y flamante hermano de uno de los “lolosaurios”
más reconocidos del jet-set nacional, el “Negro”
Piñera, a quien se le están abriendo las puertas para
cumplir su sueño y conducir un programa propio.
Lo que
pasa es que las pechugas inmotivadas y las risas invasoras en televisión
no han sido suficientes, tampoco que la mayoría de los canales
de la televisión abierta estén a cargo de personas
e instituciones conservadoras. Nos encanta el doble discurso, desayunar
rezos y cenar nalgas.
Es cierto
que, como empresario, Sebastián Piñera tiene buena
fama, y es posible que revierta la deuda a corto plazo de la estación
que asciende a $10.000 millones de pesos en el primer semestre de
este año, mas su inclinación política no puede
ser obviada. Quizás, lo que más preocupa es el posible
cambio en la línea editorial, pues en el último tiempo
Chilevisión se ha caracterizado por tener un tratamiento
desenfadado de lo erótico y en este sentido realizar aportes,
por ejemplo, con ciclos de cine español.
La televisión
chilena se “derechiza”.¿Qué pasaría
si Joaquín Lavín triunfara en las elecciones presidenciales
de 2005 y como Presidente de la República tuviera a cargo
la designación del directorio de Televisión Nacional
de Chile (TVN)?
Resulta
imposible no pensarlo y proyectar el escenario actual televisivo
en el tiempo, se visualizan así noches repletas de morbo.
¿Y el pluralismo?, el pluralismo es una lata, ¡ríamos
todos!, difundamos de una vez por todas los verdaderos intereses
de la nación.
|