Ciudad hundida en el Titicaca:
Por
el mito o por la ciencia
En agosto de este año un equipo de científicos
brasileños, italianos y bolivianos se sumergió en
las profundidades del lago Titicaca en busca de vestigios de una
antigua cuidad sumergida. El hallazgo no sólo remeció
las teorías andinas, sino que también se revivió
el antiguo mito de la Atlántida.
Y aunque para los miembros del equipo este
es uno de los descubrimientos más importantes para el mundo
andino, no ha estado alejado de la polémica. Científicos
sudamericanos prefieren esperar conclusiones basadas en procedimientos
más rigurosos.
Por
Cecilia Anríquez y Lorena Valderrama
En el año 2000 nueve científicos
de este grupo de investigadores batieron un record de buceo al sumergirse
a 5.000 metros de altura en la laguna de Chilata. En esa oportunidad,
abrieron también una polémica, ya que decían
haber encontrado restos de una cultura pre inca sumergida en el
Titicaca.
El grupo pertenecía a Akakor, una asociación
cultural italiana, y dos años más tarde, en agosto
del 2002, la expedición “Geographical Exploring Bolivia
Akakor” volvió al lugar para verificar si lo que habían
visto sumergido años atrás eran efectivamente caminos
y gradas.
Lo que empezó sólo como una investigación
sobre los efectos en el cuerpo humano de bucear en altura terminó
por referirse a un descubrimiento arqueológico, que no sólo
traía indicios de una investigación mayor, sino que
revivía los mitos que durante años se había
acuñado en torno al lugar. Lo que parecía un cuento
de antiguos empezaba a ser cierto.
En algún lugar profundo la Isla del Sol
se unía con Copacabana y ahí se encontraban los restos
de una civilización que ahora estaba completamente sumergida
bajo el Titicaca. Lorenzo Epis, líder de la expedición,
en entrevista con CTN: “En mi particular punto de vista la
expedición será recordado por el resultado de 20 técnicos
en 20 días de trabajo. Los grandes descubrimientos que escribiremos
en la pequeña historia oficial de la arqueología inca”.
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Objetos
encontrados por el equipo de Akakor. (Hoybolivia.com)
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Dos teorías los motivaban. Una a demostrar se refería
a la hipótesis sustentada por la misión sobre la profundidad
del lago; la otra, planteaba que hace cinco mil años la Isla
del Sol era una península pegada a tierra y que debajo de
las aguas que la rodean podrían existir restos de grandes
civilizaciones.
Para el presidente de la Sociedad Chilena de Arqueología,
Mauricio Uribe, en el caso del Titicaca es bastante importante investigar
los ascensos y descensos de los niveles del lago. Aclaró
para CTN que “es una forma de medir como se han dado los cambios
climáticos en el tiempo que han afectado la forma de la flora,
la fauna y la humanidad en general. Es un área bastante importante
porque es un registro y marcador ambiental de gran importancia.”
Así, lo emprendido hace cuatro años
hoy ya recoge sus frutos. Hace un mes los 18 científicos
de la misión descubrieron en el lago estructuras que presumen
la existencia de una civilización organizada de aproximadamente
5.000 años de antigüedad. A 70 metros o más de
profundidad el equipo robótico subacuático de la misión
logró fotografiar vasijas de cerámica, un ídolo
de oro, estructuras, y lo que ellos presumen serían muros
de contención.
Sin embargo, según la arqueóloga
chilena, Victoria Castro, en torno al lago se han creado diversos
mitos. Es una zona sagrada para todos los pueblos andinos, por lo
que no es extraño encontrar objetos que fueron tirados al
Titicaca a modo de ofrenda. “La historia de la ciudad sumergida
que sería el origen de nuestra humanidad existe hace muchísimos
años. De hecho la sitúan desde el triángulo
de las Bermudas hasta el mismo Titicaca, pero es sólo eso,
un mito.”
Para Epis en cambio, la expedición significó
mucho más que eso. “Esta expedición fue fantástica
bajo todos los puntos de vista: desde la arqueología hasta
las inmersiones, desde la relación de amistad con las personas
del lugar hasta el fantástico paisaje de los Andes”,
dijo a CTN.
En busca de la Atlántida
En los tiempos del sabio griego Solón, ya
se escuchaba acerca del hundimiento de una isla ubicada hacia el
oeste cuya civilización era extraordinariamente avanzada.
Doscientos años después Platón hablaba de ella
situándola cerca de las Columnas de Hércules. Se llamaba
Atlántida, el continente perdido y sus tierras se habrían
hundido entre los años 1.500 y 8.000 antes de Cristo.
El mito creció a lo largo de la historia
y fueron miles los hombres que se fascinaron con la leyenda. Es
así como la ubicación de la Atlántida ha cambiado
infinidad de veces. Un sacerdote jesuita de apellido Kirchner ubicó
en 1665 el continente perdido entre España y América,
en el océano Atlántico. Las columnas de Hércules
corresponderían al estrecho de Gibraltar y al parecer este
dato es el que más convence a los investigadores actuales.
Además, leyendas antiguas relatan que entre
los siglos XII y I a.C. era imposible alejarse por mar de Europa,
ya que enormes masas de lodo flotaban en medio del océano.
Según los relatos, estas provenían del cataclismo
que hundió la Atlántida. Pero, para los expertos,
este “lodo oceánico” sería piedra pómez
originada por irrupciones volcánicas.
Sin embargo los más escépticos ante
esta historia descartan la veracidad de los dichos de Platón
puesto que éste solía educar a través de historias
que podían ser o no reales. La mayoría de los historiadores
y filósofos contemporáneos sostienen que se trató
de un invento más para sustentar sus ideas políticas.
Este es el punto que hace dudar, ¿lo habrá escuchado
realmente o habrá inventado la leyenda?
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Esta
vasija se hallò a cinco metros de profundidad. Se
presume que corresponde a un grupo étnico amazónico.
(Qechuanetwork.org)
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La historia de islas hundidas, de civilizaciones
perdidas no es sólo parte de la cultura popular y de buscadores
de tesoros, sino que también a veces ha logrado seducir a
científicos. Incluso, muchos de ellos han relacionado algunas
de estas ciudades con la Atlántida. Así lo explicó
a CTN la historiadora peruana Patricia Núñez: “Hay
quienes puedan asociar este relato a otros mitos pre colombinos,
en especial al que cuenta la historia de una civilización
que habitaba en el Titicaca a la que se le había prohibido
subir a las montañas, pero al transgredir la norma fue castigada
por lo dioses.”
Más parece ser el alarde de los medios respecto
al mito que la veracidad que dan los expertos a esta historia. El
mismo Epis dice al respecto: “Cuando alguien encuentra un
descubrimiento misterioso, se habla del desaparecido continente,
pero antes de hablar de Atlántida, nos gusta hablar de una
civilización preincaica”, afirmó.
Un mar de dudas
Sin embargo aunque el hallazgo impactó a
la prensa, la comunidad científica se ha mantenido cautelosa.
La primera vez que el equipo Akakor investigó el lago en
su expedición "Atahuallpa 2000”, al mundo que
habían descubierto, entre otras cosas, figuras líticas,
terrazas, vasijas de estilo tiwanacota y un templete preincaico
sumergidos en las aguas del Titicaca, además de un muro de
contención de 700 metros de longitud.
Pero al día siguiente del anuncio la expedición
se fue sin dejar ninguna prueba fotográfica o audiovisual
de su hallazgo. A partir de entonces, los especialistas nacionales
comenzaron a cuestionar la credibilidad de los científicos.
Además se les acusó de no tomar en cuenta los descubrimientos
de anteriores expediciones que ya habían detectado restos
en las aguas del lago.
Pero no sólo ese hecho hacer dudar. Para
Victoria Castro, quien además es experta en arqueología
andina, la datación de las estructuras encontradas se debe
realizar con carbono catorce, para lo cual hay que extraer las muestras
del lago y analizarlas en laboratorios. “Esta es una datación
relativa (…) hay que comprobar esto a través registro
carbónico y asociaciones contextuales del tipo de materiales.
Es muy apresurado afirmar que estas estructuras corresponderían
en realidad a una ciudad sumergida.”
Habrá que esperar entonces unos seis meses,
que es plazo que se fijó Akakor para entregar resultados,
y mucho tiempo más para que la comunidad científica
llegue a alguna conclusión. Por ahora todos los restos están
en Bolivia al cuidado de la UNAR (Unidad Nacional Arqueológica)
y bajo el estudio del doctor Eduardo Parejas, arqueólogo
de la expedición. Si es la Atlántida o no, tal vez
nunca quede claro, pero lo que sin duda es más importante
es el impacto que tendrá sobre las teorías andinas,
aunque esto último ni siquiera la ciencia lo sabe aún.
Cultura tiwanacota
Hay muchas teorías con respecto a Tiwanaku. Para unos
autores es un imperio, sin embargo para otros es una federación
de distintos señoríos que fue ampliándose
a través del tiempo. Su período aldeano data
desde 1580 a.C. pasando por una etapa formativa entre el 133
d. C y el 700 aproximadamente. Desde ahí hasta el 1200
habría durado su etapa imperial. Conocida como la "Ciudad
del sol" o "Ciudad de los Dioses", se encuentra
ubicada a una altura de 3.844 metros sobre el nivel del mar,
al sudeste del lago Titicaca.
Tiwanaku fue antigua ciudad preincaica, que poseía
un sofisticado sistema de agricultura en terrazas, bien adaptado
para producir grano a gran altitud.
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Sitios Relacionados:
Akakor Geographical Explorer
Museo Chileno de Arte Precolombino
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