Negocio Motelero
Los billetes bajo el colchón
En Chile a quien quiera pasar un rato de intimidad
no le faltará lugar. La gran cantidad de moteles y su variada
oferta hacen a este negocio uno de los más estables y continuos.
CTN saca las sábanas al sol y analiza
las claves del éxito de este rubro, así como las nuevas
exigencias que ha debido adoptar en un campo que cada día
enfrenta mayor competencia.
Por
Roberto Guidotti y Pamela Ramírez
Durante años el negocio motelero ha gozado
de estabilidad en nuestro país. Su origen se remonta a Estados
Unidos, donde este vocablo nace como designación de los “hoteles
en la carretera” no necesariamente de encuentros sexuales.
Con el paso del tiempo, han pasado a ser parte de la idiosincrasia
criolla y una de las razones por las que nunca les faltarán
clientes.
Los hay en todo el país, a un paso de la
carretera o en las misma ciudades, inscritos bajo el rubro comercial
de establecimientos turísticos. Para tener una referencia,
solamente en la comuna de Santiago hay aproximadamente 200 hoteles
de paso.
De esta manera, la oferta es extensa y variada,
lo que permite al usuario regodearse en precios y servicios. Todo
depende del bolsillo y de lo que esté buscando en especial.
¿Pero qué hace de estos lugares algo
tan solicitado? Una cliente habitual comparte su visión para
Con Tinta Negra: “Siempre hay una intención en las
personas de hacer algo con más libertad. Los matrimonios
van porque se sienten mucho más libres de hacer lo que quieran
y los jóvenes encuentran un lugar de tranquilidad sin ser
descubiertos. Los moteles tienen ese espacio que se necesita y que
no está en los hogares o en otro lado”.
El motel sería el lugar apropiado para obtener
un momento donde se puede ser libre sin tapujos, donde la pareja
matrimonial o de amantes puede desenvolverse mejor y conseguir una
práctica sexual sin interrupciones ni espías.
Así lo ilustra para CTN el psicólogo
de la Universidad de Chile Juan Yáñez: “Un componente
básico de la relación sexual es conseguir un espacio
de intimidad. Los moteles representan esto, ya que uno de sus principios
es que cuando se llega es como si fuera la primera vez que uno va,
no hay huellas del amor anterior. Así, se genera un contexto
de intimidad, de silencio, de condiciones para que se despliegue
el amor”.
El hogar no tendría ese espacio de intimidad
que sí entregan estos establecimientos. La vida familiar,
los hijos y la rutina no se equilibran con la vida sexual. Por lo
que la habitación casera que no puede satisfacer a la pareja
se traslada a un escenario distinto: la habitación de motel.
“Un gran problema de la sexualidad chilena,
es que se contamina mucho lo familiar con lo de pareja. Y son cosas
distintas, aún cuando cohabiten. Lo más frecuente
es que la familia se coma a la pareja, a sus espacios eróticos
y de intimidad y una pareja bien construida debe cuidar esos espacios”,
continúa Yáñez.
No obstante de que estos lugares entregan lo que
el hogar no consigue, deben ofrecer algunas condiciones básicas
que permiten diferenciar los servicios entre un motel y otro. Son
las claves para mantenerse a flote y con éxito.
Revelando la estrategia
Para los empresarios del rubro este servicio implica
una constante inversión y preocupación para conseguir
que los clientes hagan del motel un lugar al cual acudir con confianza.
Los buenos resultados dependerán de ello.
El punto más importante es la privacidad.
En un motel las paredes pueden oír pero nunca hablar. Si
la intimidad es algo sagrado para estos espacios, el silencio y
complicidad de sus dueños con sus clientes debe primar.
Otro de los requisitos para mantener o atraer clientela
es que la presentación de las habitaciones sea óptima.
Básicamente importa la limpieza y que tengan un aspecto ordenado.
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Motel
Niágara desde arriba
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Una alta fuente administrativa del motel floridano
Niágara, que prefirió reserva de su identidad, explica
para CTN las claves para consolidarse: “Los moteles de calidad
implican gran inversión y dedicación personalizada
al cliente. Para mantener el nivel esperado por el público
debe incluir privacidad, buenas instalaciones, precios accesibles,
buen restaurante y bar. También seguridad y un entorno agradable”.
En esto coincide con La Granja Azul, motel también
ubicado en la comuna de La Florida que lleva más de veinte
años en el negocio. Su gobernanta, Carolina Vidal, cuenta
a CTN que su infraestructura de cabañas lo diferencia y que
a pesar de que ha bajado el movimiento de clientes por los trabajos
de la Línea 5 del Metro cercanos al lugar, mantiene su público
fiel.
“La clientela no se ha ido, siempre viene
público igual, es gente que ha venido por años. Y
no ha habido una publicidad mayor, es el mismo servicio y buena
atención desde hace años”, afirma Vidal.
Discreción, limpieza y orden. Estas son
las condiciones básicas para que un establecimiento de este
tipo funcione, pero han surgido en el camino nuevas exigencias que
si no se toman en cuenta, pueden alejar a más de un cliente
de sus instalaciones.
Innovar para no caerse
A pesar de ser un rubro que se mantiene vivo, la
gran proliferación de hoteles parejeros a través de
los años ha creado una fuerte competencia para sus dueños.
Hecho que para algunos ha provocado que el negocio esté algo
decaído, aunque no muerto.
Así lo confiesa para CTN el ex futbolista
y también dueño de la cadena de moteles Ensueño
y Okoa, Javier Margas: “El negocio ha ido decayendo, hay una
mayor competencia y los precios han bajado. Pero hay que conservar
la calidad, mantenerse es lo importante porque hay un prestigio
detrás”.
Hace algunos años, Margas se hizo cargo
de la administración de un negocio familiar que lleva más
de 25 años en pie con sus locales ubicados en la comuna de
La Cisterna. Para él, ante tanta competencia hay que innovar
de manera constante.
Y el ex defensa colocolino se lo toma en serio,
implementando servicios complementarios a la habitación,
como jacuzzi, sauna e incluso originales dormitorios habilitados
en vagones de tren y en un avión. Hace un tiempo cambió
de razón social, rebautizando a su cadena Ensueño
como Okoa. Actualmente, su campo de acción se extiende también
a la V Región, con varios recintos allí.
Tanto él como sus colegas coinciden en que
en el último tiempo se ha desmitificado un poco el tema en
cierta medida, ya que el tipo de público se ha ampliado,
no sólo a los amantes furtivos, sino que también a
matrimonios e incluso turistas internacionales: “A veces empresarios
que vienen por negocios por un par de días, prefieren arrendar
una pieza de motel para ellos solos, por 13 lucas, que una habitación
de hotel al doble de precio”, explica Margas.
Para Niágara la competencia “es buena
siempre que se le ofrezca al público una buena relación
calidad-precio”, según comentó a CTN una fuente
administrativa. En eso no se siente amenazado y así como
la cadena de Margas ha integrado servicios anexos.
Además de piscina, salón de baile,
entre otros, en Niágara se han preocupado de actualizar constantemente
sus decoraciones, entre las cuales los clientes pueden elegir entre
egipcia, rústica o dejarse llevar por el surrealismo de la
habitación Matta.
La oferta varía tanto hasta llegar a ofrecer
alternativas como Decameron Suite en pleno centro de la ciudad.
El establecimiento de la famosa empresaria “Fiorella”
está ubicado en Santo Domingo frente al Museo de Bellas Artes
y su color rosado no pasa inadvertido para los amantes furtivos.
El nexo con los usuarios también es muy
importante para los dueños por estos días, ya que
sus opiniones y deseos pueden llegar a definir, por ejemplo, el
estilo de una habitación.
Para esto Internet ha sido primordial, ya que entrega
la mayor discreción y privacidad necesarias para el negocio.
Por eso muchos establecimientos han implementado sitios web y dirección
de correo electrónico.
Sin duda, en este negocio son los detalles los
que hacen la diferencia. Opciones hay para todos los gustos, bolsillos
y fantasías. La competencia es dura, pero la clientela se
mantiene fiel a pesar de que no han implementado servicios más
sofisticados.
Todos se mantienen como quieren o como pueden.
Pero en el fondo, mientras existan parejas que quieran escaparse
por un poco de intimidad, las paredes moteleras seguirán
escuchando y nunca hablando. Parece todo asegurado.
Sitios Relacionados:
Guía de Moteles
Motel Niágara
Portal de Moteles de Chile
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