PORTADA
  
NÚMEROS ANTERIORES
  
QUIÉNES SOMOS
  
CONTACTO
  
INTERNACIONAL

Michael Moore
Discusiones acerca del grillo parlante

Había una vez un hermoso y gran país, Estados Unidos de América. Todo funcionaba a la perfección. O al menos así lo creían sus vecinos, que envidiaban el estilo de vida de sus habitantes y que hacían todo lo posible para ser igual que ellos. Hasta que un día llego un regordete hombre blanco armado con su cámara y su lapicera. Lo que sucedió después, cambió la historia de su país y de la prensa internacional.

Por Maira Mora y Mónica Pavón


Nadie sabía quién era Michael Moore hasta que apareció “Bowling for Columbine”. Si bien ya tenía varios documentales bajo el brazo, entre ellos el notable “Roger & me”, fue este documental con una ácida crítica a la carrera armamentista de los propios ciudadanos estadounidenses lo que lo ayudó a saltar a la fama. Al éxito de “Bowling...” le siguió la publicación de “Estúpidos Hombres Blancos”. Esa jugada maestra puso al regordete Moore en el centro de una batalla campal que no fue declarada hasta la aparición de sus trabajos. Una guerra que carcome por dentro a EEUU y que ha crecido con las inminentes elecciones presidenciales.

Como toda guerra, es bastante sucia y al parecer, todo está permitido. Por una parte, tenemos a Moore y los demócratas que intentan desesperadamente ganar credibilidad basándose en los pecadillos republicanos que el documentalista se ha encargado de publicar. Por otra parte, varios autores y republicanos que acusan a Moore de manejar datos a su antojo para poder respaldar su visión del mundo.

Para empezar, la misma editorial que publicó “Estúpidos hombres blancos”, ha puesto en las estanterías gringas “Michael Moore is a stupid white man” (“Michael Moore es un estúpido hombre blanco”). Sus autores, Jason Clarke y David T. Hardy, mantenían cada uno desde hace tiempo dos páginas web que se dedicaban a desacreditar todos los trabajos de Moore.

“El libro nació de nuestras respectivas páginas web. Mi motivación surgió porque antes que él ganara el Oscar el año pasado, un amigo que es productor mencionó a ‘Bowling’ y dijo que pensaba que ganaría aunque tuviera grandes falsedades en él. Jason me dijo que se motivó por el discurso de Moore en los Oscar y su muestra de ego”, afirmó Hardy para CTN. Ante la sospecha de que su libro es propaganda para el bando de Bush, Hardy acota: “Propaganda puede ser definida como un discurso político persuasivo. En ese punto ambos, nuestro libro y el trabajo de Moore califican, pero las preguntas reales son: primero: ¿el hablante es honesto de acuerdo a la evidencia?; segundo, ¿es un manipulador de los sentimientos y pensamientos del oyente, tratando de desviar al oyente de una manera deshonesta? y tercero, ¿está él en el lado honesto del asunto?”

Pero ¿qué es lo que dice el libro de Hardy y Clarke? Básicamente que Moore es un mentiroso en serie, y que “Bowling for Columbine” y “Farenheit 9/11” engañan a la audiencia llevando a los espectadores a adoptar falsas conclusiones. Algunos ejemplos del detallado examen y refutación de cada dato entregado por Moore en sus documentales son: En la secuencia de las estadísticas de muertes por arma de fuego en distintos países, Moore no ocupa un solo año de referencia sino que toma cada dato de un año distinto y además entrega cifras totales, lo que aumenta el impacto de los números pero no toma en cuenta la gran diferencia de población entre los países que compara. Este hecho hace que el espectador crea que en Estados Unidos es bastante probable morir por un arma de fuego, cuando en realidad de los 2,39 millones de muertes anuales en ese país, sólo un 0,4% son causadas por homicidios con armas de fuego.

El arte del “copiar/pegar”

Moore también afirma que Estados Unidos envió ayuda al gobierno talibán entre el año 2000 y 2001 por un valor de 254 millones de dólares. Según Hardy y Clarke, ese monto era ayuda humanitaria enviada a ONG’s bajo el control de Naciones Unidas. Pero quizás la acusación más contundente contra Moore la constituye el examen del discurso de Charlton Heston, presidente de la Asociación Nacional del Rifle, que aparece en “Bowling for Columbine”. Según Hardy y Clarke, ese discurso está absolutamente construido por la unión de distintas frases pronunciadas por Heston, algunas incluso en fechas diferentes.

El controvertido discurso de Heston en “Bowling for Columbine” dice así: "Tengo un mensaje del alcalde de Denver. Me envió esto; ‘no vengan aquí. No les queremos aquí’. Yo le dije al alcalde de Denver que como americanos somos libres de viajar donde queramos en nuestro ancho país. ¿Que no vengamos? ¡Ya estamos aquí!”. Según David Hardy y Jason Clarke, estas frases proceden de cinco partes del discurso de Heston, todas de diferentes párrafos.

Aún hay más. En “Bowling..” Moore afirma: "sólo diez días después de la matanza de Columbine, a pesar de los ruegos de una comunidad doliente, Charlton Heston acudió a Denver para celebrar una reunión pro-armas de la NRA". Según Hardy, ésta no correspondía a una respuesta frente a la matanza, sino a la reunión anual de sus miembros, que había sido fijada con mucha antelación a la tragedia. Además afirma que la NRA canceló todos los eventos programados por respeto a las familias, excepto esa reunión.

Un asunto personal

Por momentos, las acusaciones de tergiversación y engaño de los documentales de Moore dejan paso a ataques casi personales. En su libro Clarke y Hardy afirman que la personalidad de Michael Moore ofrece los típicos rasgos contradictorios de los millonarios de izquierdas, que abominan del capitalismo mientras gozan de todos los lujos que este sistema les proporciona.

“A pesar de sus afirmaciones de que ‘el capitalismo es un pecado y un sistema malvado’, él vive en un departamento de 1,9 millones de dólares y disfruta de una casa de verano de 1,2 millones en Michigan”. Hardy y Clarke también hacen una completa revisión de la vida personal de Moore, y llegan a la conclusión de que el documentalista sufre de una enfermedad conocida como Desorden Narcisista de la Personalidad, la cual se caracteriza por la combinación de un ego descomunal con un auto-desprecio irrefrenable. “Mira lo que más detesta Moore… él es eso. Un hombre muy rico, blanco, y americano. Él es lo que odia”

Sin embargo, la vida no siempre le ha sonreído a Moore. Michael nació el 23 de abril de 1954 en Flint, Michigan (EEUU), en el seno de un familia católica que debía, como el resto del pueblo, todo lo que tenía a la fábrica de General Motors que existía desde siempre en el lugar. Desde pequeño el bicho molestoso de la responsabilidad cívica le picó a nuestro regordete, convirtiéndose a los 18 años en el ciudadano estadounidense más joven en ocupar un cargo público. En 1989, cuando se estrenó su primer documental “Roger & me”, el gordito ganó algo de reconocimiento. En el documental, merecedor del Premio del Público en el Festival de Toronto y del premio al Mejor Documental del Círculo de Críticos de Nueva York, Moore narraba sus propias peripecias para encontrar a Roger Smith, dueño de la General Motors, y pedirle explicaciones por el desastre económico y social causado por el gigante automotriz al cerrar su fábrica en Flint. Sí, Flint, el mismo pueblito donde Moore nació, se crió y fue director de su escuela. La vida no siempre es fácil.

Es verdad porque lo vi en la tele…

Pero volvamos a lo que interesa ¿hay o no manipulación en el trabajo de Michael Moore? Según David Vera Meiggs, cineasta y docente de la Universidad de Chile, “todo acto narrativo es una manipulación, porque desde el momento en que yo coloco la cámara frente a un objeto estoy creando una intervención. (…) no es posible no manipular”.

En tanto, el dúo anti Moore afirma que “Bowling for Columbine” no es un documental porque, “según la definición de la Academia, éstos pertenecen al género no ficcional, y ‘Bowling..’ es ficción”.

Ante esto, Vera Meiggs acota para CTN: “lo que pretende el género documental es acercarse a una experiencia de registro no ficcional, pero es un pretender acercarse, no es lo no ficcional. En esto no se puede hablar de categorías absolutas porque en todo ejemplo de lenguaje existe una manipulación de la que es imposible abstraerse”

Si Michael Moore miente, distorsiona la información o instala visiones demasiado sesgadas, es imposible saberlo con exactitud. Finalmente queda al criterio de cada uno. Eso sí, Vera Meiggs pone acento en el hecho de que como sociedad somos demasiado ingenuos ante las imágenes, y que tendemos a otorgarle a cualquier imagen audiovisual puesta en cualquier pantalla el estatus de verdad. “La imagen es más fácil de consumir, de tragársela, porque apela a sensaciones y a percepciones que son previas a la formulación de la razón”, afirma el cineasta. Cuestionado sobre el mérito de Moore, responde que éste “es tener la capacidad para ver desde el interior su propia sociedad sin contemplaciones, sin acomodos de ninguna especie. En una sociedad acomodada como la norteamericana, este grillo parlante es verdaderamente muy saludable (…) denunciar la violencia en una sociedad como ésa es éticamente correcto y totalmente responsable”

Reflexiones desde el campo de batalla

En Estados Unidos fue publicado por World Ahead Publishing “Thank you President Bush”, libro que pretende destacar todos los “aciertos” del gobierno en curso. Desde el 5 de octubre, esa casa editorial ofrece el intercambio de “Fahrenheit 9/11” por su propio libro-alabanza, ya que según las palabras del co-editor, Aman Verjee, “el trabajo de Moore no es un documental, sino una peligrosa arma que no debería ser dejada al alcance de todos” y agrega: “George W. Bush merece más que otro período en la presidencia; él merece nuestra gratitud”

Soldados estadounidenses

¿Quién es Michael Moore para sus compatriotas? ¿Qué significa su trabajo? Para Linda Arabian, ciudadana norteamericana, “Michael Moore es un imbécil… Creo que es un traidor, pero tiene libertad de expresión, así que qué puedo hacer… La mayoría de la gente que conozco no ha visto la película (Fahrenheit 9/11) y cree que Michael Moore debería sentir vergüenza por haberla hecho”. Con respecto al trabajo de Moore, opina que “esa película está llena de mentiras” y que no tiene intención de verla. Pero hay que comprender que esta opinión la dijo alguien que está de acuerdo con la política imperante en Estados Unidos. “Robert (su esposo) y yo somos ambos republicanos y apoyamos la decisión del presidente de enviar tropas a Irak…Saddam Hussein tenía que ser detenido”, afirmó Linda para CTN.

Amy Rorher, compatriota de Linda, afirmó: “no me interesan las cosas políticas, pero no me gustan los trabajos de Moore… sus películas son siempre de temas políticos y sólo muestran sus creencias… no tienen validez”. Por su parte, Twyla Doyle, expresó: “No conozco mucho acerca del trabajo de Michael Moore en ‘Fahrenheit 9/11’, pero sé que era muy negativo hacia el presidente Bush. Mi opinión es que el presidente está haciendo lo mejor que sabe hacer (...) Él ha hecho lo mejor que cualquiera pudo haber hecho en respuesta a esa situación (el atentado del 11/09)”
Sin embargo, “Fahrenheit” continúa liderando la lista de películas más vistas y también hay una gran cantidad de estadounidenses que apoyan lo que Moore ha mostrado en sus películas y libros. La mayoría del planeta ha demostrado su repudio en contra de las acciones de Bush en Irak y realmente creen que es un amenaza para el mundo libre que él mismo tanto dice defender.

¿Quién tiene la razón? ¿Moore con su clara tendencia al panfletaria o los republicación que defienden a brazo partido las políticas imperialistas de un cowboy a mal traer? La respuesta, una vez más, la tienen los propios estadounidenses. Ojalá esta vez sí sepan qué hacer. Por el bien de ellos. Por el bien de la Humanidad.

Sitios relacionados:

La verdad sobre "Bowling for Columbine"
Moore Exposed
Moore Lies

 

DERECHO A RÉPLICA


Carta del Ministerio de Salud

Agujeros negros y Medicina Alternativa

OPINIÓN

Actualidad
Piñeravisión

Actualidad
¡Brayatan, asociégate!

Música
Viaje por la imaginación

Cine: "Antes del amanecer"
Parece que te conozco

Literatura: Roberto Bolaño
Una novelita lúmpen

POLÍTICA


Inscripción automática y voto voluntario:
¿Obligación o motivación?


Programas sociales comunales

Vecinos felices, votos seguros

ECONOMÍA

Irregularidades en las notarías:
Tierra de Nadie

Negocio motelero:
Los billetes bajo el colchón

INTERNACIONAL

Michael Moore:
Discusiones acerca del grillo parlante


Chile en los festivales de cine internacionales:
El largo camino al éxito


"Lento, pero seguro", dicen los que saben:
CPI: Para que la justicia llegue


CULTURA

Ciudad hundida en el Titicaca:
Por el mito o por la ciencia


SOCIEDAD

Cumbre APECX y Foro Social Chileno:
La gruesa línea que separa economía y sociedad


Juegos Online:
Entre la adrenalina y la nostalgia


ENTREVISTA

CPorno star chilena se enrola en el Partido Radical Social Demócrata:
"Era el único partido que me iba a aceptar"

DEPORTES

Prohibición del boxeo:
El proyecto que golpeó duro, pero no logró noquear


Promesas del deporte:

Cuando el talento no basta