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Zona
de la extracción minera
(Fuente:Eduardo
Ubal, www.olca.cl) |
Barrick
Gold y habitantes de la III región siguen dando la
pelea
El
oro contra el agua
Mientras Barrick no está dispuesta a perder el negocio
aurífero más prometedor de los que han pasado
por sus manos, la sociedad civil está preparada para
defenderse con todo de los posibles desastres económicos
y ecológicos que podría ocasionar un proyecto
como Pascua Lama.
Por Melissa Amaro y Eugenia Astorga
El
proyecto de Pascua Lama no es una sorpresa: se venía
planeando desde 1994, cuando la transnacional minera canadiense
Barrick Gold, con su filial chilena compañía
Minera Nevada, encontró un enorme yacimiento de oro,
plata y cobre a 150 kilómetros al este de Vallenar.
El único obstáculo se presenta en la forma de
tres glaciares llamados Toro I, Toro II y Esperanza. Esto
no es menor si se tiene en cuenta su tamaño (los tres
glaciares tienen en total 300 mil metros cúbicos de
hielo) y su importante participación dentro de un ecosistema
como el Desierto de Atacama, donde llueve una vez cada siete
años.
De
este gran obstáculo se derivan muchos otros, aparte
de las consecuencias ecológicas. Por ejemplo, las comunidades
humanas que dependen de los glaciares, la mayoría en
valles agrícolas, cuyos aportes económicos son
significativos a nivel regional y nacional. Todos estos sectores
se abastecen gracias a los ríos que nacen de los hielos
cordilleranos.
Como
solución, Barrick Gold piensa sacar una parte de Toro
I, Toro II y Esperanza con palas hidráulicas y trasladarla
en camión a un glaciar mayor, Guanaco. Éste
se encuentra ubicado dos kilómetros al sur y abastece
la misma cuenca de agua, por lo que no habrían peligros
de contaminación. Todo esto tardaría entre 4
y 6 meses.
La
solución es tan simple que da mala espina. Y la reputación
de la transnacional canadiense no ayuda a disipar las sospechas.
Fue fundada por Adnan Khashoggi, un multimillonario traficante
de armas y amigo de George Bush padre,quien hasta hace poco,
fue asesor honorario de la junta de asesoría internacional
de la empresa.
La polémica
La
inversión del proyecto minero Pascua Lama sobrepasa
los 1.500 millones de dólares. Sin embargo, para los
habitantes del valle del Huasco y grupos ambientalistas, ni
esta cantidad de dinero, ni tampoco el oro y plata que se
encuentran en el yacimiento, pagan lo que vale el agua y el
ecosistema de la zona.
Mientras
las mineras involucradas argumentan que la generación
de empleos será de gran ayuda en la región,
que tiene la más alta tasa de cesantía nacional,
los pobladores aseguran que ésto no es así ya
que, a pesar de que para la construcción del proyecto
se necesitan unas 3.000 personas y para la fase extractiva
un poco más de 1.600, un importante número de
ellas viene desde otras regionesa, a través de empresas
contratistas, o ya es parte de la compañía.
Y en cuanto a las ganancias económicas, no son suficientes,
debido a que no hay royalty (cobro de regalía) y los
impuestos son muy bajos.
Por otra parte, los estudios de impacto ambiental presentados
por Barrick a la Comisión Nacional del Medio Ambiente
(Conama) y a la Comisión Regional de Medio Ambiente
(Corema), aseguran que el proyecto es viable y que se han
tomado las medidas pertinentes para asegurar tanto el bienestar
de la población como del entorno físico. Sin
embargo, no son pocos los agentes externos que han criticado
y puntualizado las falencias que presentaría. Grupos
ecológicos, habitantes de la región, organizaciones
no gubernamentales, congregaciones religiosas e incluso algunos
parlamentarios han reaccionado frente a esta iniciativa.
Un
informe paralelo realizado por el Centro de Estudios Científicos
de Valdivia (CECS), solicitado por la Intendencia, critíca
y pide una evaluación más exhaustiva de las
consecuencias señaladas por el informe de impacto de
la minera, la realización de estudios no contemplados
por Barrick y aumentar los años de estudio de efectos
del traslado de glaciares, entre otras especificaciones.
Las
comunidades del valle del Huasco enviaron una carta al Presidente
de la República, que dice: “El pueblo lo eligió
a usted para que garantizara los intereses de los y las habitantes
de Chile y no para beneficio de las transnacionales mineras
extranjeras. No permitiremos que nuestra vida y nuestro valle
sufra las consecuencias de malas gestiones políticas
y el abuso de las empresas mineras que, a cualquier precio,
quieren acrecentar sus ganancias a costa de nuestros ecosistemas
y de nuestros habitantes”.
Del
lado de los agricultores de la zona, se ha conformado una
junta de vigilancia que también tiene reparos en cuanto
a lo que sucederá con los materiales estériles
que arrojará la mina, con altos niveles de toxicidad
y que podrían contaminar las aguas subterráneas
o esparcirse debido a los vientos y lluvias del lugar. Sobre
el informe de impacto ambiental, consideran que tiene “graves
deficiencias técnicas, carecen de seriedad científica
y no se logró establecer cuál era el balance
hídrico real de la zona afectada por las obras”.
Rodrigo
Rojas, intendente de la III región, aseguró
en una entrevista al Diario de Cuyo que si no se llegan a
cumplir las cánones básicos para el desarrollo
sustentable del proyecto, éste podría ser rechazado
completamente.
No obstante, Chile tendría que pagar los platos rotos.
En el Código Minero se establece que la empresa puede
exigirle al Estado una indemnización donde se le retribuya
el precio que tienen en el mercado las reservas no explotadas.
Según César Padilla, antropólogo del
Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA),
esta suma asciende a 6 mil 800 millones de dólares
“sin contar la plata y el cobre”, según
afirmó en una entrevista al semanario El Periodista.
Este
27 de abril, la empresa entregó un nuevo estudio de
impacto ambiental, donde se responden algunas de las solicitudes
y consultas realizadas en la primera revisión del proyecto.
El documento será analizado por la Corema para verificar
la pertinencia y las medidas a seguir. Lo único claro
hasta el momento es que la pelea entre las mineras y los detractores
de Pascua Lama no tendrá una salida fácil.
Las
cifras de Pascua Lama |
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La producción de oro será de 750 mil
a 775 mil onzas/año y 30 millones onzas/año
de plata durante los primeros diez años.
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El proyecto total contempla 304 millones de toneladas,
que contienen 16,9 millones de onzas de oro, 635 millones
de onzas de plata, y 250 mil toneladas de cobre.
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Una encuesta realizada por el diario El Chañarcillo,
mostró 97 por ciento de oposición al
proyecto entre 27 mil personas que votaron por Internet.
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Chile posee 1.751 glaciares en todo su territorio,
para la realización de este proyecto minero
será necesario remover tres de ellos.
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Sitios
relacionados:
Barrick
Gold Corporation
Observatorio
Latinoamericano de Conflictos Ambientales
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