Contra
la educación de mercado:
Construyendo Educación Popular
Con
el lápiz empuñado, trabajadores, pobladores y
estudiantes se manifiestan contra el sistema utilizando la educación
como herramienta de construcción social.
De
esta forma, el Cordón Popular de Educación (Copode),
gracias al trabajo y esfuerzo de todos sus integrantes, logra
imponer el potencial que cada hombre y mujer posee por sobre
el capital que todo controla, o cree controlar.
Por
Juan Andrés Lizama y Matías Zurita.
Las políticas educacionales de los gobiernos de
la Concertación han apuntado progresivamente a una
sistemática privatización y el consecuente desligamiento
estatal de un tema que es de su absoluta incumbencia. Con
una lógica netamente de mercado, la educación
como un derecho fundamental de los chilenos ya es parte del
pasado. Actualmente, y como las cifras lo comprueban, hoy
la educación en Chile es sin lugar a dudas un privilegio.
En la última PSU de los 200 mejores colegios, sólo
cinco fueron municipales. Del total de colegios públicos
el 93,2% obtuvo bajo 450 puntos, que es el requerimiento mínimo
para optar a becas y beneficios estatales. Por si fuera poco,
sólo un 5% de la matrícula de establecimientos
de educación superior corresponden a estudiantes que
se encuentran en el 20% más pobre de la población.
Chile se encuentra entre los países que menos recursos
públicos destina a la educación, ubicándose
en el lugar 84 entre 137, con sólo un 4,2% de su PIB
destinado a este concepto. El año 72, el gasto público
para educación en relación al PIB era de un
7,25% según datos del informe “Financiamiento
de la Educación en Chile” del Colegio de Profesores.
Con lógicas que se asemejan más a un banco que
a una institución educacional, el segmento de la población
de más bajos recursos ve como la educación se
aleja cada día más de ellos y se transforma
en un lujo y un privilegio inaccesible.
En este contexto nace “El Cordón Popular”,
como un conjunto de organizaciones que trabajan el tema de
la educación desde un punto de vista social, en diversas
poblaciones de Santiago y también en regiones. Tienen
en común una crítica al actual sistema educacional,
que en palabras de ellos “excluye y margina”,
además de confiar en construir una alternativa de educación
más solidaria, fuera de los márgenes comerciales
y con una concientización transformadora de las actuales
injusticias que tan de cerca los tocan.
“El Cordón” es una organización
social que tiene como eje fundamental la defensa del derecho
a la educación. No obstante este no es su único
objetivo. La formación de identidad, la participación,
la organización popular, son temas que no escapan a
ellos. Es por esto que comprenden la educación como
una herramienta de construcción social que va mas allá
de un preuniversitario popular o de un grupo de exámenes
libres.
“El Cordón nace en Santiago, el año 2000,
atendiendo a la necesidad de organizar a diversos grupos que
trabajaban el tema de la educación (...) al calor de
las discusiones, de las reflexiones que estaban surgiendo
decidimos empezar a trabajar sobre ciertas demandas y agruparnos
en un espacio que trabajara específicamente este tema,
con perspectiva de construcción de movimiento popular”,
afirma Alberto Vásquez, integrante del Copode.
Actualmente “El Cordón”, agrupa a preuniversitarios
populares, grupos de exámenes libres y de alfabetización,
bibliotecas y videotecas populares, además de algunos
colectivos culturales que trabajan en forma paralela a ellos.
Para Jorge Pavez, Presidente del Colegio de Profesores, en
“los actuales tiempos, en que las lógicas que
imperan tienen muy poco de humanas, se hace necesario que
grupos como el Copode, busquen alianzas con otros que obran
en el mismo sentido y profundicen la experiencia obtenida”.
Lo Hermida, El Cortijo, Santiago, La Victoria, y La Bandera,
son algunas de las tantas poblaciones donde el Cordón
trabaja con los habitantes en pos de ejercer la educación
como un derecho ciudadano.
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Alternativas
académicas
En la dinámica del sistema neoliberal actual, las opciones
existentes en Chile para obtener educación básica
y media pública de calidad son muy pocas, y mínimas
si se trata de educación superior. En este marco, el
Copode se posiciona como una alternativa diferente que se
opone al sistema.
El tipo de educación que el Estado entrega a la mayoría
de los chilenos no prepara a los alumnos para conocer y enfrentar
la realidad en la que viven, sino que los dispone para obedecer
las reglas del sistema. Yves Besancon, miembro del Copode,
agrega un nuevo valor a la educación, ya que para él
“es una herramienta de construcción política.
La primera función de la educación es la de
comprender la realidad para poder transformarla”.
En la misma línea, Pavez señala que tienen “plena
coincidencia en que la educación es una herramienta
liberadora de la potencialidad humana en toda su extensión.
Comparto plenamente las iniciativas de articulación
que realizan y que sin duda son las que permiten ganar y abrir
espacios antes vedados por una lógica participativa
que no consideraba la reflexión e iniciativa colectiva”,
dijo.
Esta realidad, se diferencia por completo del sector privado,
donde las alternativas en educación son beneficio de
una minoría. En este contexto, el trabajo del “Cordón
Popular” se aleja de los cánones del sistema
y basa su trabajo en la acción conjunta de la población
con el fin de suplir sus requerimientos en forma colectiva.
“Ejerciendo nuestro derecho a la educación, nos
educamos en la práctica de construir organización,
para nosotros mismos poder responder a nuestras necesidades
y relacionarnos humanamente para construir un sistema diferente”,
afirma Besancon.
La acción del Copode, que proviene de la sociedad civil
-también llamada de economía solidaria o del
tercer sector económico- se presenta diferente a las
instituciones que componen este sector de la economía
mundial.
Se trata de Organizaciones No Gubernamentales, fundaciones
o cooperativas que, apelando al derecho de libre agrupación,
forman asociaciones para tratar temas de diferentes ámbitos.
Sin embargo, están mediadas por los límites
que el sistema impone y que, en algunos casos, no sólo
obedecen sino también legitiman.
El Cordón Popular de Educación se separa de
este sector en la medida que su trabajo va en contra de las
reglas del sistema, disponiendo una orgánica propia,
basada, por ejemplo, en la horizontalidad para la toma de
decisiones. Su objetivo es la solución de problemas
sociales gracias a la construcción de organización
popular.
“El modelo apunta a la fragmentación social y
a la desintegración de sus organizaciones. La experiencia
que realiza el Copode, apunta en el sentido integrador que
un proyecto humano necesita. La educación, así
como muchos otros aspectos afectados por el modelo de desarrollo,
debe encontrar en los sujetos activos un aliado que sea capaz,
no sólo de resistir el embate, sino de proponer activamente
diagnósticos y soluciones”, afirma Pavez.
Un
derecho universal
Lo sobresaliente de prácticas como la del Cordón
Popular de Educación, es que se alejan del asistencialismo
característico de otros programas denominados de “ayuda
social”. La principal diferencia radica en que el trabajo
es colectivo, mientras las otras instituciones intervienen
comunidades por cortos períodos, sin un trabajo de
fondo con los habitantes.
Para el “Cordón” la perdurabilidad del
proyecto está basada en su capacidad de trabajar en
forma permanente con los pobladores, que más tarde
se transformarán en los nuevos profesores y continuadores
del objetivo final que se plantean: la construcción
de organización popular.
Es por esto que la autogestión de recursos adquiere
importancia en la discusión teórica respecto
del trabajo que realiza el Cordón en las poblaciones.
Al comprender la educación como un derecho natural
que no se mendiga, no cabe la posibilidad de cobrar dinero
por el servicio entregado.
El derecho a la educación no sólo se debe exigir,
sino también entregar. Con compromiso y esfuerzo, trabajadores,
pobladores y estudiantes hacen realidad este sueño
que nace de la humanidad en beneficio de las generaciones
futuras. Sin lugar a dudas, la educación libera, y
la libertad es un derecho de todos los hombres.
Sitios relacionados:
Cordón
Popular de Educación
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