“WEAR(e)
FAMILY” (O una familia buena pa wear(e))
“Hoy
estamos festejando entra ya no tengas miedo, no te asustes
que no muerden,
somos pocos pero buenos. Pasa y tomate una copa, que hay lugar
para otra silla, déjame que te presente a mi gente,
mi familia”
Por Carolina Araya(*)
La
familia: base de nuestra sociedad. Con estos versos rememoramos
aquellas típicas reuniones dominicales, donde siguiendo
el ritmo vertiginoso de la comida y el beber, la lengua comenzaba
a cobrar vida y diversos temas, algunos más sensibles
que otros, saltaban a la mesa.
¿Cómo no comparar estas tertulias familiares
con el actual escenario político chileno? Esta gran
“casta” ha vivido, trístemente, durante
las últimas semanas, una reunión dominical extendida.
Siempre que el lado derecho de la mesa lanza una piedra contra
la cabecera (gobierno para las mentes menos poéticas)
comienzan los dimes y diretes, alcanzando el debate niveles
muy elevados, lamentablemente, no por su contenido sino por
el inmenso dominio de vocabulario que demuestran ambas partes.
Ante una palabra compleja como nepotismo y por lo mismo difícil
de comprender de buenas a primeras por el perraje o los “no
familia”, se debería exigir que nuestros dirigentes
y sus oponentes utilizaran un lenguaje que se encontrara a
la altura de la discusión; parafraseando al ya mítico
profesor Banderas, deberíamos jugar al “usted
no lo diga”. Querido Padre, no utilice “mentes
torvas”. Torva según la RAE, es sinónimo
de fiera, espantosa, airada, por lo que a mi parecer el insulto
no cumple con su cometido. Mejor diga mentes tontas, poco
criteriosas, con poca sesera, así la ofensa será
más directa, la comprenderemos todos los chilenos sin
recurrir al diccionario y tendrá la misma efectividad.
Y la pelea todavía continúa, claro que con menor
intensidad. Mientras tanto la gente común y corriente,
que pasa fuera de la gran casa y ve el espectáculo
de lejos, se pregunta en quién esta depositando su
voto. Ya no es noticia el nepotismo, amigaje o simple pituto,
o por lo menos no está fuera de nuestra “normalidad”.
Ante este panorama digno de Ionesco, al ver a la gran familia
dirigente chilena peleándose por los negocios de los
unos y de los otros, cuan perro persiguiendo su cola, solo
me queda agradecer que en la gran industria del periodismo
no importen los apellidos ni las amistades, tan solo el mérito.
“Ya lo ves, hablan todos a la vez y después
se pelean por un mes, pero cuando las cosas van mal a tu lado
siempre están. Quiero brindar por mi gente sencilla,
por el amor brindo por la …FAMILIA…”.
* Nieta de Elena González, la cual es amiga de José
Miguel Varas, ex editor y colaborador de la revista “Rocinante”,
dirigida por Faride Zerán, directora también
del Instituto de la Comunicación e Imagen, en donde
se realiza la producción de esta revista.
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