“La Pluma” de Pamela:

Humedézcase el popo, humedézcaselo…

Por Lorena Caimanque L.


En un reino muy, pero muy lejano a Canal 13 se encuentra TVO. Cuenta la leyenda que mujeres cubiertas con crema le bailan a la emperatriz Pamela Jiles, y que cuadros artísticos a lo más película de “terror-porno” dan la bienvenida a sus invitados. Adentrándonos hacia el salón principal nos encontramos con seis de sus súbditos, quienes armoniosamente mueven enormes plumas fucsias para refrescar a la emperatriz. Y es que todo el pueblo de TVO se encuentra sometido a la dictadura de Pamela: “no se mueve ni una pluma sin que yo lo sepa”, declara con fuerza, utilizando una frase que sufrió ciertas alteraciones y que está inspirada en otro dictador, muy lejano por cierto a los ideales defendidos por Jiles.

Todos salen desnudos del reino de Pamela. Sus insólitos súbditos se encargan de desplumar por completo a quienes osan en visitar el lugar. Y así comienza el bombardeo de preguntas que por desgracia (o para satisfacción de algunos televidentes más morbosos) terminan en terroríficas declaraciones del estilo de “Yo sería una yegua”, afirmación bastante fuera de lo normal, sobre todo proviniendo de Alberto Cardemil. También hay espacio para respuestas con un tono que hasta podríamos definir como ingenuo, como las de Pedro Sabat, quien luego de un ataque de desinhibición se le terminaron soltando todas sus plumas. Estado emocional que lo condujo a declarar con un acento irreproducible en el papel: “Sí, soy caliente” (¿Qué van a decir las cientos de abuelitas que lo idolatran?). Y casi como broche de oro, nos encontramos con la afirmaciones de Heather Bowie, quien cree firmemente que si Ricardo Lagos fuera travesti sería lo más parecido a Gloria Gaynor, “bonito, pero digno”.

La contraseña para entrar a este exótico lugar es “humedézcase el popo, humedézcase el popo, humedézcaselo”, con todo ascendente, lo más parecido a un soprano principiante. El único requisito para ingresar es no ser fanático de la carrera periodística de Santiago Pavlovic –cuestión obvia, nadie quiere hacer enfadar a la emperatriz y luego ser desterrado- lo demás vendrá solo. Porque dentro del que se autodefine como el “estelar periodístico de la televisión chilena”, reina la libertad de expresión y la tolerancia (repito, para cualquier cosa no empezada con “San” y terminada con “Vlovic”). Un espacio mediante el cual se puede descubrir que ciertos personajes públicos no muy queridos, sí tienen algo que podríamos llamar humano.

Ahora sólo queda evaluar la capacidad de expansión de este reino. Hasta el minuto ningún auspiciador se avecina a ofrecerle apoyo ¿Pero quién dijo que esto era algo malo? Aunque suene poco jugado, por ahora me atrevería a presagiar que “humedézcase el popo” será el hit del verano, ¡¡¡¡si no, que me parta una pluma!!!“