Ramón
Griffero, director teatral
"Ahora hasta la Miriam Hernández
puede cantar a la Violeta Parra"
Con treinta años de experiencia como director teatral,
exitosos montajes estrenados en todo el mundo, Ramón
Griffero persiste en su mirada crítica a la sociedad
chilena. Locuaz e irónico se refirió a los conflictos
culturales que vive actualmente nuestro país.
Por
Carolina Araya y Aldo Vidal
Desde su escritorio de director de la escuela de teatro
de la Universidad Arcis, Ramón Griffero desborda
energía, manteniendo el espíritu critico que consagró
en sus montajes durante la dictadura. Y es que este dramaturgo
chileno, ganador en 1999 del premio Loth en el Cairo por su
contribución al teatro contemporáneo mundial,
ha demostrado su absoluta vigencia en el ambiente teatral con
el rotundo éxito en la reposición de dos de sus
obras anteriores, “Río abajo” y “Éxtasis:
en la senda de la santidad”.
Elocuente y deferente, pero con una ácida mirada en torno
a la realidad cultural, así Griffero recibió a
CTN en una dinámica conversación sobre el arte,
el teatro, los medios y otros demonios.
Con
Tinta Negra: ¿Cree usted que se han abierto los espacios
de debate y de integración en nuestra sociedad?
Si
entendemos que los espacios de debate tienen que ver con la
difusión del debate, obviamente estamos en un Estado
elemental básico, donde en Chile no existe la libertad
de expresión, porque para que exista la libertad de expresión
se necesita difusión. ¿De qué sirve que
yo haga una obra de teatro y que nadie sepa que existe?¿O
qué alguien escriba un libro y ese libro se lo des a
tu mamá y a tu tía? (risas)
CTN:
¿Es una elite la que entonces recibe la cultura?
No,
ojalá fuera una elite, son los familiares (risas), los
amigos y la mamá. Y esto se ve en los medios de comunicación.
¿Dónde va un artista visual, dónde van
todas las personas a plasmar sus ideas para que se hagan públicas?
Cada vez hay menos espacio para el debate del pensamiento y
hay mucho más espacio para el debate de la ideología
de la mediocridad, es decir, si te acosaron sexualmente o cuanto
te costó la operación para operarte las tetas.
Está bien que el mercado invada los supermecados y los
mall, pero cuando empieza a invadir el espíritu, el pensamiento
y la identidad de un país, estamos con un poder nefasto.
CTN:
Pero, este último tiempo, en los medios de comunicación
se han abierto los espacios para decir lo que se piensa...
¿Dónde?
Yo realicé, junto con otras personas, un movimiento en
contra del teatro Municipal, que tiene completamente cerrado
el espacio a los artistas nacionales, recibe más plata
que todo el Fondart y es financiado por el Estado de Chile y
no lo publicó nadie, es decir, los medios niegan la difusión
de cosas que entran a discutir o debatir ideas.
CTN:
En este mismo sentido, usted el año pasado reestrenó
la obra “Río Abajo” que habla sobre la marginalidad,
¿Cuáles a su juicio son los nuevos marginales
de la sociedad chilena actual?
El
arte. A nadie le interesa difundir el arte. Los medios de comunicación
no están cumpliendo su compromiso ético de informar,
y entonces ¿Qué puede hacer uno?, ¿le vas
a escribir una carta al medio que no te la publica tampoco?,
¿qué haces si hay una obra de teatro y no te ponen
ni siquiera en la cartelera? ¿qué saca el Fondart
con financiar 500 creaciones si la gente hace su obra y nadie
tiene idea? Si el tipo no le va a robar el Rodin, no se llena
el museo. Entonces ¿uno tiene que empezar a pensar en
matar a un actor para que vengan a ver la obra?. Ya ni siquiera
sirve desnudarse, porque debe desnudarse alguien de la farándula,
alguien de esta escuela (Escuela de teatro de Arcis) a nadie
le interesa (intensas risas), tendrías que desnudar a
la Michelle Bachelet para que alguien vaya a ver la obra.
CTN: ¿Es
culpa de las políticas estatales la poca difusión
de la cultura?
No,
si estamos buscando culpables, los primeros responsables son
los medios de comunicación que no están cumpliendo
con su compromiso ético de informar. Un creador individual
no puede comprar un aviso en el diario, no puede comprar un
spot. Entonces si ese es el mecanismo para difundir la cultura
o las ideas, va a tener que ser el Estado el que abra espacios.
Si tu no sabes la existencia de algo, a ese algo en el fondo
lo estás censurando. CTN:
¿No considera en ese sentido que igualmente se ha abierto
el debate en temas que antes eran tabúes como la pedofilia?
Si,
pero eso es parte de la evolución del mundo. Es como
que te dijera que el país se desarrollo porque hay
una computadora, noooooooo, es porque en el mundo aparecieron
las computadoras. Que se discuta la pedofilia, bueno es porque
¡hasta el papa lo discute poh!, que la homosexualidad
se discuta, bueno, pero ¡si hay países en que
los homosexuales se pueden casar!
CTN: ¿Pero
que los medios lo expongan no implica una base para que se
acepten ciertas realidades?
Si,
pero hay debates que son debates por evolución doméstica
y hay debates que lo son por la discusión profunda
de ideas. El señor Lavandero es parte de la cultura
de un país, porque él es latifundista y el latifundista
desde siempre se tiraba a las cabras de 14 años ¿y?
La cultura “entretenida”
CTN: ¿
Usted cree que se han cumplido los objetivos primeros del
Consejo Nacional de la
Cultura del cual usted fue miembro fundador?
Existe
una ley excelente, sin fondos. Que el Consejo Nacional de
la Cultura reciba el 0,05 % del presupuesto de la nación,
imposibilita que alguien pueda poner en práctica la
ley. Un Consejo de la cultura con dinero, con acción,
con motor, puede tener un peso político y artístico
muy grande. El consejo le entrega a todo el teatro chileno
como 500 millones de pesos al año, con eso te alcanza
apenas para hacer un teatro en Mejillones (risas).
CTN: ¿Tiene
usted algún tipo de expectativa en los candidatos presidenciales
para cambiar esta realidad?
Si
tu ves los planteamientos de los candidatos presidenciales,
ninguno tiene un discurso cultural. Por eso yo digo que ahora
pareciera que discutiera, un conserje que es Lavin, un administrador
que es Piñera, con una asistente social. ¿Quién
no va a estar de acuerdo que haya empleo? Cuando tu empiezas
a tomar la cultura, tomas ideas, valores, ideologías;
ahí recién comienza una discusión política.
Antes el arte estaba más ligado a la política,
porque el arte se usó como portavoz de la ideología
política. Ahora que los partidos políticos no
tienen ideologías...¡nadie va a ser dramaturgo
del PPD poh!, porque no hay imaginario, sueños, pasiones.
CTN:
Sin embargo, la sociedad tiene un doble discurso sobre la
cultura, porque pide programas de televisión de esta
índole, pero no los ve
Pero,
¿Qué programa de cultura hay? Un programa cultural
no tiene que implicar que sea aburrido. A “La belleza
de pensar” le deben dar de presupuesto dos pesos y para
lo único que le alcanza es para sentar a dos personas
a hablar. Además que los bufones de antes siguen siendo
los mismos bufones de ahora. Sigue el pollo Fuentes, Rafael
Araneda, Don Francisco. ¡En que país del mundo
los personajes mediáticos de la dictadura siguen después
de ésta!, en ninguna parte, pero en Chile sí.
Agustín Edwars, es el mismo dueño de El Mercurio,
que escribía que los detenidos desaparecidos no existían.
Entonces, esa realidad, nadie la dice por televisión.
CTN: Pero
ahora después del informe Valech, y del mea culpa del
los medios, ¿usted cree que esto ha servido de algo?
Sólo
ha servido para lavarse ellos de sus culpas. Los medios de
comunicación al igual que la justicia deben actuar
cuando suceden las cosas y no 30 años después.
¿Dónde ha publicado un medio una foto de alguien
que hizo detener y desaparecer a alguien? Si los medios no
actuaron en el momento, hacen que el problema se convierta
en industria. Si yo ahora hago un libro best seller, sobre
un torturado, es negocio. Si lo haces mientras están
torturando gente en la dictadura, es resistencia. Si hasta
la Miriam Hernández puede cantar la Violeta Parra,
pero anda a cantarla en el festival de Viña del 85’
poh, ahí es cuando cuenta.
Teatro
y difusión
Griffero
es bastante categórico. Lo es con sus alumnos, con
su trabajo y también con el ambiente teatral. Por eso
es que su obra ha logrado trascender nuestras fronteras. Y
es que sus montajes han marcado un punto de inflexión
en la historia del teatro nacional. Su estilo que incorpora
elementos audiovisuales vanguardistas junto a la presencia
de personajes anclados en lo profundo de nuestro imaginario
social, ha conseguido una fusión que le ha otorgado
fama mundial.
CTN: Usted
el año pasado reestreno dos obras ¿qué
similitudes y diferencias existen en las época que
la hizo y ahora?
Bueno
yo reestrene dos obras y realice una obra nueva “Tu
deseo en fragmentos”. Yo te diría que las obras
son parte de la memoria y parte de patrimonio, la gente las
ve como registro del país, como hablar de la especie
humana. El arte habla del ser, de la muerte. Nosotros hablamos
del universo, de las cosas más esenciales del hombre
que obviamente no son domésticas, son trascendentales.
Yo creo que una obra que habla del ser humano, trasciende
épocas, gatilla sentimientos y emociones que son de
siempre nuestras.
CTN:
¿Qué piensa acerca de las obras de mercado?
El
glamorama va a difundir las obras donde la gente de la farándula
está actuando, pero no va a difundir la obra donde
están actuando los artistas, entonces la gente al informarse,
dice "bueno, voy a ver eso". No es que el público
elija, la información que reciben es esa.
CTN: Hay
algunos críticos que piensan que a los montajes chilenos
lo que más les falta es el dinero y la creatividad
,¿qué opina usted?
No,
yo creo que los montajes chilenos están a un nivel
de creatividad enorme, lo que falta es difusión. De
hecho la única vez que se difunde el teatro chileno,
es con el teatro a mil, donde van 300 mil personal al teatro.
CTN: ¿Qué
tema contingente o de actualidad usted tomaría para
hacer una obra de teatro?
Los
temas emergen cuando uno los escribe. Parte de adentro hacia
fuera, no de fuera hacia adentro. Cuando se imagina o se crea,
existen referentes que son los mismos y por eso el arte puede
llegar a todo el mundo. Uno no puede crear lo inexistente.
Tu imaginas a partir de lo existente. El arte materializa
los sueños colectivos.
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