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Música
Say Yes To The Lord
Por
Marcos Paredes
Desde su aparición en la escena
musical durante la segunda mitad de los noventa, los White
Stripes remecieron la escena por su entrega de rock potente
y la búsqueda que realizaban en los inicios del género
y hasta en las propias raíces de él. Esto los
llevó a emparentarse con bandas como Led Zepellin y
buscar en el blues -nacido en el sur profundo de los Estados
Unidos- las fuentes de inspiración a su creación.
Considerados como los talentosos en su género, la nueva
entrega de los White Stripes sólo viene a confirmar
la calidad de éstos. En la actual escena del rock,
ellos son uno de sus mejores exponentes. ¿Por qué?
Debido a que cumplen una premisa que muchos olvidan y es clave
en la industria de la música: son capaces de sorprendernos
gratamente en cada nuevo disco y lo hacen con calidad. ¿Cómo?
con talento, mucho talento.
Su
nueva entrega, “Get Behind Me Satan”,
más que enlazarse con la urgencia de “Elephant”
(2003), se emparenta de mejor manera con “White Blood
Cells” (2001) y sobre todo con “De Stijl”
(2000). Esto se debe a la poca presencia de la guitarra eléctrica
y su reemplazo por el piano -como en De Stijl-, la mandolina
o la marimba. Por lo mismo, por mucho que remitan a otros
grupos, siempre la mezcla resulta ser sutil, elegante y sobre
todo -lo más importante-, propia.
Su
nueva entrega continua en la búsqueda que comenzaron
los hermanos White: rock de buena factura, arreglos simples,
pero certeros, blues, y notas de genialidad en la voz de Jack
White que se hacen presente en su lamento gospel de su “I'm
Lonely (But I Ain't That Lonely Yet)” que alcanza notas
particularmente emotivas. Su primer single “Blue Orchid”,
es un verdadera pieza de baile con sonido rockdisco en que
cualquier rock kid podrá mostrar de lo que es capaz
en la pista. Soul con sonidos de batería y piano en
“The Denial Twist” y “My Doorbell”.
Soul del más puro en “Red Rain” e “Instinct
Blues”. Y el guiño en clave de ironía
de “Passive Manipulation” que hace recordar al
último tema de Elephant.
El
quinto álbum de los Hermanos Blanco –grabado
en sólo dos semanas- viene cargado de una imaginiería
religiosa que ya se anticipaba en el recital que dieron en
Chile a principios de Mayo. Como un par de hermanos que nunca
vivieron en Detroit, y por el contrario vivieron siempre cerca
de los campos de algodón de Georgia o en medio de las
montañas en Tennessee. Donde fundaron su propia congregación.
Meg a cargo del órgano y Jack como el pastor. El pastor
que tiene detrás a Satán. Y nos invita a orar
con él.
Ficha
Técnica |
Título
del Disco: “Get Behind Me Satan”
Intérprete: White Stripes
País: EE.UU.
Disquera: Sum Records
Año: 2005
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