|
Arturo
Frei Bolívar
(Fuente: www.bcn.cl) |
Ex
candidatos presidenciales
¿Y
qué fue de...?
Generalmente
no forman parte de la historia grande, la que ilustra las
efemérides de un país, pero son pieza importante
del folklore político nacional. Son los candidatos
a la presidencia que no consiguieron la victoria y que deben
luchar por mantener un nombre en la esfera pública,
para no desaparecer y, con algo de suerte, intentarlo nuevamente.
Por
Carolina Araya y Daniel Fernández
Es probable que muchos no lo recuerden, pero Salvador Allende
recién se transformó en Presidente de la República
al cuarto intento. Eso significa que vivió tres veces
el karma de la derrota, se fortaleció con cada una
de ellas y aprendió de sus errores para finalmente
llegar al triunfo. Pero es, a todas luces, un caso atípico
dentro de la dinámica electoral más trascendental.
Un rápido repaso de las últimas elecciones presidenciales
–por ejemplo, desde la vuelta a la democracia- nos obligarían
a realizar un esfuerzo considerable a la hora de recordar
a aquellos que no salieron precisamente por la puerta ancha.
Especialmente porque la gran mayoría de ellos no perseveró
en su tentativa o porque, sencillamente, sus intentos no se
pueden considerar más que como apariciones relampagueantes.
Tan rápido como llegaron se desvanecieron.
Ahora, que se acercan presurosamente las elecciones a la primera
magistratura, en diciembre próximo, es el momento oportuno
para recordar aquellos nombres que ayudaron a completar la
papeleta de seis opciones que dio como triunfador a Ricardo
Lagos en 1999. No deja de ser interesante este ejercicio,
ya que éstan aquellos que se mantuvieron y ahora se
disponen al segundo round, los que no repetirán por
preocuparse de otro tipo de actividades públicas y
a los que, lisa y llanamente, se los tragó la tierra.
No
hay primera sin segunda
El
caso más emblemático es el del actual candidato
de la UDI, Joaquín Lavín. Perdedor en segunda
vuelta ante Ricardo Lagos, Lavín se preocupó
de mantenerse en la esfera pública desde el mismo momento
en el que se consumó su derrota hace seis años.
Con una popularidad impensada para la derecha política
de nuestro país -47% del apoyo electoral- se lanzó
en el 2000 como candidato a alcalde en la municipalidad más
influyente de Chile, en la comuna de Santiago. Y ganó.
Su más fuerte rival era Marta Larraechea, pero la superó
con más del doble de los votos. Así comenzó
su mandato lleno de medidas cuestionadas y populistas que
no hicieron más que cavar un hoyo en los recursos financieros
de la Municipalidad de Santiago. Primero vendió el
agua, privatizando un recurso que perteneció desde
siempre a la comuna. Luego realizó proyectos innovadores:
creó un “botón de pánico”
que se encontraba en las principales calles del centro de
la ciudad, con la finalidad de ayudar a los peatones que fueran
asaltados por ese sector. Además, entre sorpresa y
cierto pudor la ciudadanía se enteró que en
los meses de vacaciones los niños se podían
bañar “legalmente” en las piletas. Lo que
antes era un juego o una forma de “capear” el
calor, ahora se convertía en una realidad avalada por
la autoridad. Y para callar las voces disidentes de esta revolucionaria
opción, al año siguiente, Joaquín Lavín,
fue a buscar arena a Algarrobo y El Quisco, y construyó
en la ladera del río Mapocho una playa para todas las
personas que no pudieran salir fuera de Santiago. A pesar
de todos los pronósticos, la medida tomada por el alcalde
fue aceptada felizmente por la gente que asistió masivamente
a las refrescantes piscinas y juegos playeros “urbanos”.
Lo mismo hizo en invierno cuando se fue a las montañas
y trajo nieve para que los niños de bajos recursos
la conocieran.
La Concertación no demoró en exponer claramente
las falencias del edil, increpando en varias oportunidades
al alcalde por dejar sin fondos a la comuna. Sin embargo,
y a pesar de lo anterior, en las elecciones municipales del
2004 la Alianza por Chile obtuvo la mayoría. Hoy Raúl
Alcaino es quien enfrenta el hoyo financiero que dejó
el ex alcalde de Santiago. Joaquín Lavín quiere,
a toda costa, ser el nuevo Presidente de la República,
pero su cuestionada gestión en la Municipalidad de
Santiago, sumado a la masiva popularidad de Michelle Bachelet
dificultan su propósito. No sólo ha tenido una
fuerte baja en las encuestas que no mejora con el tiempo,
sino que además (y a consecuencia de lo anterior) ha
nacido un nuevo candidato de la Alianza por Chile, Sebastián
Piñera, que ha ido ganando adherentes. Enfrentando
acusaciones de diversa índole y perdiendo adeptos,
Lavín ha lanzado una campaña presidencial que
cada día más tiene menos fuerza.
|
Tomás
Hirsch
(Fuente: www.elperiodista.cl)
|
El
otro que se repite el plato es Tomás Hirsch. Candidato
del Partido Humanista Verde en el ’99, hoy en día
representa laexclusiva alternativa de la izquierda extraparlamentaria,
siendo la cara visible del pacto Juntos Podemos Más.
Además del apoyo de su partido, el Humanista, en esta
ocasión cuenta con el respaldo del Partido Comunista
y de cerca de cincuenta agrupaciones gremiales. Pero Hirsch,
en oposición a Lavín, no estuvo permanentemente
en los medios durante este tiempo, ni postuló a cargos
públicos de importancia. De hecho, su nombre sólo
reapareció a la hora de elegir al candidato de la izquierda,
a partir de lo cual renovó su exposición mediática,
lógicamente menor a las de los postulantes de la Concertación
y la derecha.
Y, aunque al igual que hace seis años, sus opciones
de triunfo son utópicas, Hirsch ve a esta nueva postulación
sólo como una parte del proceso que propone la izquierda.
“Lo que estamos haciendo es parte de un proyecto que
el Juntos Podemos está desarrollando paso a paso”,
señaló a Con Tinta Negra. “Aunque es obvio
que nos gustaría triunfar en diciembre, el objetivo
final es consolidar a nuestra alternativa como una opción
real, en la que se pueda identificar la gente”, añade.
Además, consultado por los plazos, no reconoce limitaciones
de tiempo en su iniciativa, expone que “es muy probable
que no ganemos, y puede que yo no esté en las próximas
elecciones, pero el proyecto que estamos construyendo es lo
importante, más allá de los nombres”,
concluye.
El caso de Hirsch es curioso. El porcentaje de adhesión
que muestran las encuestas -que alcanza al 3%- lo señalan
como un posible perdedor, por lo que su reincidencia puede
ser analizada desde dos puntos de vista: doblemente meritoria
porque propone una idea a pesar de los malos augurios o, por
otro lado, como una locura, muy cercana a la ambición
personal.
Luchando
por el desarrollo sustentable
Luego
de ser candidata a la presidencia por la tendencia ecologista
en 1999, Sara Larraín continuó trabajando en
el Programa Chile Sustentable del cual es directora. Larraín
señalo a Con tinta Negra, que este programa consiste
en “el análisis de políticas públicas,
sobre todo ambientales, realizando propuestas legislativas
que puedan introducir el criterio de sustantibilidad”
Ha promocionado a través de los medios de comunicación
diversos estudios realizados por este programa para mejorar
el uso de los recursos en la economía actual. En enero
de este año presentó en La Moneda, junto a un
comité, un proyecto para el "uso inteligente de
la energía" , el cual pretendía que tanto
el Ejecutivo, las empresas, organizaciones no gubernamentales
(ONG) y la población adopten medidas voluntarias que
apunten a mejorar la eficiencia de los recursos energéticos
que consumen. “La idea es que se contribuya a introducir
el desarrollo de energías renovables en la ley eléctrica”,
según Larraín.
Sara Larraín además posee diversos cargos administrativos
relacionados todos con proyectos de desarrollo sustentable.
Es coordinadora del Programa Cono Sur Sustentable, que realiza
actividades en varios países, como Argentina, Brasil
Chile y Uruguay. Es representante de las ONGs en el Consejo
Nacional de Desarrollo Sustentable y en el Consejo Consultivo
de la Comisión Nacional de Medio Ambiente. Además
de todo lo anterior, es integrante del directorio del Foro
Internacional sobre la Globalización-IFG, participando
también en el Comité Internacional del Foro
Social Mundial.
A pesar de no haber optado a más cargos públicos
de elección popular, la ex candidata participa continuamente
de las discusiones relacionadas con el cuidado de la ecología
y el medio ambiente. Es así como ha presentado varios
proyectos al Ejecutivo que pretenden mejorar la utilización
de los recursos naturales en Chile.
|
Gladys
Marín
(Fuente: www.mundoposible.cl) |
Ya
no están con nosotros
Gladys
Marín fue la candidata del Partido Comunista para las
pasadas elecciones. Era el curso lógico que debía
seguir luego de toda una vida en la arena política
y pública, siendo una pieza importante de la oposición
durante la dictadura y como el principal referente de la izquierda
extraparlamentaria en los gobiernos de la Concertación.
Su propuesta hablaba de instalar en nuestro país la
existencia de una alternativa al sistema que expresara un
movimiento social y político en el país.
Pero a pesar de su reconocida figura pública –algo
que quedó completamente de manifiesto cuando falleció
a principios de este año- su votación fue escasa
(3,2%) y sólo se transformó en factor, ni siquiera
tan preponderante, en la segunda vuelta. Curiosamente, luego
del ’99, sus apariciones (y relevancia) fueron cada
vez más escasas, aunque en el 2002 se transformara
en la presidenta del PC, siendo la primera mujer en encabezar
un partido político en nuestro país. Al mismo
tiempo, se iba agravando su estado de salud. El 25 de septiembre
de 2003 se le diagnosticó un tumor cerebral y sus fuerzas
decaían poco a poco. Producto de su enfermedad, pasó
gran parte de los últimos años en tratamiento
en Cuba, con lo que su figura se empezaba a desvanecer de
la palestra nacional. Cuando Gladys Marín murió,
recibió un respaldo popular que jamás se reflejó
en los porcentajes electorales del Partido Comunista en la
transición a la democracia, el gran calor humano que
se vio y las innumerables muestras de aprecio y respeto eran
un respaldo a la mujer consecuente, representante de una lucha
permanente, más que una señal de apoyo a la
ideología política.
Paradójico es el pensar que quizás su tiempo
estuvo adelantado en un par de años. Al ver el panorama
actual, en la que una mujer está muy cerca de transformarse
en Presidenta, es imposible no preguntarse que sería
de Gladys Marín hoy en día. Al respecto, ella
misma dio algunas pistas hace un tiempo, cuando se le consultó
sobre las opciones de que una mujer llegase a la Moneda, en
vista de su propia experiencia: “lo viví como
una candidata de izquierda y eso fue un gran hecho en el país,
porque además de mí estaba también Sara
Larraín. No me cabe duda que una mujer pueda ser Presidenta
de la República. Las mujeres pueden naturalmente dirigir
los destinos de un país y en estos tiempos tan duros
para el mundo, creo que la contribución y la participación
de la mujer pueden ser un elemento muy importante y muy decisivo”.
Si aún estuviera con vida, tal vez ahora sí
fuese una alternativa real a la presidencia, pero es algo
que nunca sabremos.
Puede que no haya muerto, pero Arturo Frei Bolivar es el último
de los casos, y el más paradójico de todos.
Ex militante de la Democaracia Cristiana (DC), se dio a conocer
cuando visitó a Augusto Pinochet en Londres, lo que
no cayó muy bien en su partido, motivando su renuncia
a la colectividad. Acto seguido, aprovechó su reciente
status de figura pública para lanzar su candidatura
a la presidencia, apoyado por la Unión de Centro Centro.
Más conocido por su jingle durante la campaña,
Frei Bolívar apostaba por la moderación, el
respeto y el desarrollo de una política popular que
apuntaba a la armonía. Además, en más
de una ocasión, declaró que llegaría
a segunda vuelta frente a Lagos, denotando mucha –quizás
demasiada- confianza y afirmando que la suya era una apuesta
a ganador.
Lamentablemente para él, su apuesta fue tan grande
como su caída. Obteniendo sólo el 0,6% de los
sufragios, pasó a la historia, pero no como él
esperaba, sino que como una de las votaciones más exiguas
en cuanto a elecciones presidenciales. Acto seguido, desapareció
de la arena pública y nunca más se volvió
a conocer de él. Pero quizás esté aguardando
su oportunidad, porque si en una ocasión logró
levantar una candidatura de la nada, perfectamente podría
hacerlo otra vez.
Sitios relacionados:
Sitio
oficial de Joaquín Lavín
Partido
Comunista de Chile
Revista
Futuro
Fortunecity
Partido
Humanista
Sitio
oficial de Tomás Hirsch
|