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Héctor "clavito" Godoy
(Fuente: www.kutaikartanegara.com)

Entrenadores en escena

Por Carolina Araya y Stephanie Cobo


Para ser entrenador de fútbol no existen tantos requisitos. No es necesario que se tengan amplios conocimientos acerca de este deporte o que el postulante posea una gran capacidad aeróbica. Basta con que no sufra de asma, haya pasado la educación media, tenga una buena salud y algunas fotitos carnét. Además de la prueba física correspondiente, claro.

Según Hector “Clavito” Godoy, actual técnico de Unión San Felipe, en entrevista para Con Tinta Negra (CNT), “Con Pedro Morales y Lucho Santibáñez se fueron abriendo más las compuertas para que participaran periodistas, árbitros, etcétera, gente que en los cursos tenemos clasificadas como animadores deportivos, monitores”

En general, son los ex jugadores del “balón pie” los que estudian para ser profesionales del entrenamiento. Sin embargo, existen casos como el del periodista Daniel Salvador, quien con todos sus papeles de postulación al día, llegó al Instituto Nacional del Fútbol (INAF) y a los cuatro años ya era todo un técnico, entrenando a equipos como Palestino, donde estuvo 8 años, y a Rangers de Talca. Aunque por lo general, la hinchada prefiere gente con mayor experiencia y conocimientos tácticos de la práctica futbolística, Salvador pudo cumplir sus deseos y entrena, esto porque él, al igual que sus símiles, cumplía con los requisitos de la INAF, única institución en Chile que forma profesionales de este tipo.

Aunque hubo intentos concretos por parte de la Universidad de Concepción en el 2002 para que la escuela de Educación Física formara a entrenadores de fútbol, en términos reales, esta situación que se supondría beneficiosa porque descentralizaría la carrera, no llegó a ser realizada.

Ser técnico no es tarea fácil, pues por lo general, se consideran los antihéroes de los partidos -sin mencionar a los árbitros- aquellos que nadie quiere, quienes no realizan los cambios necesarios o hacen demasiados cambios, los que cobran mucho dinero sin cumplir las expectativas de “respetables”. Generalmente, se les perdona la vida -o el cargo- cuando en un partido se empata, ya que en Chile empatar es casi un triunfo. Sin embargo, cuando en la cancha se gana, el técnico no es gran cosa, son los jugadores los que logran la gloria, el entrenador de fútbol pasa a segundo plano, aún cuando cada vez tiene mayor protagonismo en los medios de comunicación de hoy en día.

Es la prensa la que posee una autoridad implacable con estos profesionales del deporte. Justificado o no, los periodistas son duros en la entrega noticiosa y cada vez tienen más poder para enaltecer la carrera de un técnico o simplemente sepultarla. Según clavito Godoy, “la prensa es la estadística, si no es el primer poder del mundo, es el tercero que derriba gobiernos, boto a Allende, boto a Pinochet y no va a botar a un técnico, ¡le corta la cabeza a un técnico!”.

No es difícil encontrarse en los noticieros con personajes-comentaristas “lúdicos” que no hacen más que burlarse de la incapacidad de algunos para tomar decisiones, para dirigir a su equipo.

La farándula ha penetrado en los más recónditos lugares de la sociedad por lo que no es casual que ésta haya llegado incluso al fútbol.

Y es por esto que cuando un equipo gana o pierde los dardos de la prensa disparan implacables a quien pueda generar noticia. El pelotazo casi siempre recae en la figura del entrenador. Como declaró Jorge Garcés, actual entrenador de Everton, a CTN que ante los resultados de cualquier partido, y en especial en el sabor de la derrota “hay que culpar a alguien. Siempre es mucho más fácil identificar a una persona que a veinte. Ha sido siempre igual y no solo en la selección nacional también en los equipos, en los clubes pasa exactamente lo mismo”.

Perro verde, seudónimo de Juvenal Olmos.
(Fuente: lore.retratosdemujer.com)
Juvenal Olmos conoció el abucheo y la antipatía de los hinchas chilenos mientras estuvo a la cabeza del plantel nacional en el proceso de la eliminatorias sudamericanas de Alemania 2006.

Si bien el sueño de clasificar al mundial no se ha desvanecido por completo en las mentes de la hinchada chilena, la situación se explica más por la piruetas que se han hecho con calculadora en mano y la magia de sumar uno que otro punto por aquí y por allá, que por el buen desempeño del entrenador (llámese Acosta u Olmos).

Por su parte, Garcés indica que “Cuando se gana o se pierde hay indudablemente responsabilidades compartidas. Cuando la selección pierde no es culpa del entrenador. En nuestro país es algo mucho más profundo, la formación que tienen desde niños, la escasez de infraestructura, la escasez de buenos entrenadores”.

Sin embargo, hay veces en que resulta hasta honorable asumir los errores como propios. Así Olmos, en una prolongada charla con el programa “Hora de Hablar” de Fox Sports, reconoció su fracaso tanto en la selección como en su corta estadía con Newell´s Old Boys, cuadro último al que renunció luego de un discreto rendimiento, en donde obtuvo un triunfo en siete fechas del torneo de apertura.

Ahora bien, una de las principales tareas de un buen instructor de fútbol es mantener motivados a los muchachos de su equipo, pero al parecer nada ayuda a conservar el buen ánimo del entrenador. El delantero Santiago Silva de Newell´s cree que lo económico fue fundamental en el ejercicio de Olmos, refiriendo a los sueldos impagos del plantel ya que algunos les deben hasta siete meses.

Garcés habla también de esta realidad. “No nos pagan y cuesta que nos paguen cuando eres el entrenador del primer equipo imagínate a los técnicos que entrenan a los niños. Pasan tres o cinco meses sin recibir sus remuneraciones”.

Con o sin dinero en los bolsillos, la figura del entrenador es posible distinguirla más por sus reiteradas apariciones en televisión y en portadas de diarios que por el deporte mismo.

El gurú.
(fuente: www.publimatic.com)

Eduardo Bonvallet, quien se autodenomina como “el gurú”, es uno de los casos emblemáticos de estratega del fútbol mediático. Si bien no resulta anormal que el oficio del entrenador tenga mucho de entertaiment, porque el fútbol es en sí un espectáculo, por otro lado, queda abierta la pregunta ¿En qué consiste realmente la labor del DT?

Para Garcés “Eduardo no es un entrenador, es un comentarista. Él es un líder de opinión pero no podemos decir que es un entrenador si sólo ha trabajado con una universidad. Ser entrenador de fútbol en una pizarra, en la teoría, cualquiera, lo otro es diferente, lo otro es manejar un grupo, tener dificultades cuando a los chicos no les pagan, cuando no tienen una cancha normal donde jugar, tener dificultades en la relación entre jugadores, con la prensa y hasta con los dirigentes”.

Recientemente, Bonvallet volvió cabizbajo a su programa del canal TVO dado a que no será entrenador de Cobreloa. Pesó la rígida postura de la tesorería del club, que puso como condición no salirse del presupuesto. Es decir, cerca de tres millones de pesos y sólo un contrato por tres meses. Las garantías propuestas al parecer distaban mucho de las ambiciones del comentarista.

Garcés explica los supuestos que habrían intervenido en la no contratación con el directorio naranja : “Él (Bonvallet) dirá si voy a dirigir y me meto al fútbol y me va mal ya no habrá micrófonos que me soporten ni público que me crea. Si estoy aquí tranquilo comentando, aquí ganando bastante dinero ¿para qué arriesgarme?”.

Sin duda, son meteóricas las diferencias entre opinar fútbol y dirigirlo con todos los riesgos y responsabilidades que eso conlleva. Lo importante es que a la hora de entrar en escena los estrategas logren cumplir la expectativas de los hinchas que son los que llenan los estadios y son los primeros jueces ante los resultados obtenidos en las canchas.


Sitios relacionados:

Instituto Nacional del Fútbol

Asociación Nacional de Fútbol Porfesional

Sindicato de futbolistas profesionales de Chile

Unión San Felipe
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