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La espectacular temporada de conciertos que vinieron y vendrán
Rockin’ in Chile

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Cultura
Festival Santiago Urban Electronic (SUE).
(Fuente: http://www.lun.com)
 

La espectacular temporada de conciertos que vinieron y vendrán

Rockin’ in Chile


Judas Priest, Slipknot, Moby, Megadeth, Alan Parsons Project, Whitesnake, Morbid Angel, Rata Blanca… ¡uf!, fueron la primera oleada de conciertos de esta temporada

¿Y qué más? Faltan Dream Theather, el festival SUE, Gotan Project, Genesis: The Musical Box, Pearl Jam, por nombrar solo algunos.

Por Melissa Amaro y Tobías Palma


“Durante septiembre-octubre, tenías que tener como 100 lucas para asistir a todos los conciertos que se hicieron”. Juan Carlos Araneda, productor de la radio Futuro, tiene mucha razón. Durante el segundo semestre de este año se han presentado en Chile más de 15 bandas de renombre mundial, de todos los estilos y décadas posibles. Los miles de fanáticos estaban (y están aún) fascinados.

Sin bien la “invasión” de estrellas lleva ya algunos meses, septiembre fue el más “bombardeado”: Morbid Angel el 6, Slipknot el 22, y el gran evento Monsters of Rock, donde se presentaron bandas tan importantes como Judas Priest, Whitesnake y Rata Blanca, fueron la dosis de rock pesado. El músico electrónico Moby llenó Espacio Riesco el 12, la popular Avril Lavigne subió l escenario del Teatro Providencia el 15. Que no se nos quede Simple Plan, que se presentó el 27, ni el mítico Alan Parsons Project, que sorprendió un repleto Teatro Teletón el 4 de octubre.

Por si fuera poco, la primera semana de octubre tocó Megadeth, para terminar de torturar los bolsillos de los metaleros. En octubre se viene la tercera edición del festival SUE (Santiago Urban Electronic). Y dicen que lo mejor está aún por venir en noviembre y diciembre: dos de los grupos más esperados, Pearl Jam y Dream Theater.

Chile, ¿país de rockeros?

Para los rockeros y los fanáticos de la música en general han sido meses de grandes emociones. ¿Estaremos convirtiéndonos en un país capaz de ser escenario al nivel de Argentina y Brasil? Hay que ver. Hay que guardar las dimensiones. En la página de los norteamericanos Slipknot ni siquiera se mencionaba Santiago como una de las ciudades del tour por América Latina, lo que ha ocurrido más de una vez cuando te llega el rumor de que va a venir uno de tus grupos favoritos.

Pero es una posibilidad a futuro. Todo depende de una serie de condiciones de distinta índole. La primera especulación sobre la superpoblación de conciertos en el último tiempo es el buen estándar económico del país internacionalmente. En es sentido, las condiciones para producir eventos son bastante ideales.

Por otro lado está le factor público objetivo de un concierto, en Santiago o Viña del Mar, las ciudades más requeridas para estos eventos. Raúl Martínez, periodista de la radio Cooperativa y especialista en el ámbito musical, explica que “proporcionalmente, en Chile hay público” además de las condiciones económicas.

Sin embargo, hay dos aspectos en los que la sociedad chilena aún no esta preparada. La cultura musical en nuestro país, entendiéndose como el conocimiento o la costumbre de escuchar distintos y varios grupos y estilos musicales, no está bien arraigada. En Chile se vende poca música. De acuerdo con la estadística oficial (sin contar discos piratas), el año pasado se vendieron 0,3 discos compactos o cassettes por persona, mientras que en Argentina o en México fueron 3, países con mayor cultura musical. Martínez dice CTN “Ojo con Argentina: en Buenos Aires hay mucha más gente que en Santiago y la capital trasandina tiene más historia y costumbre de espectáculos, por lo que ir a conciertos no es algo tan, tan especial para la gente, a diferencia de acá, que aún tiene algo de espectacular”.

Mercado no apto para músicos

El otro aspecto es el mercado. Chile tiene un mercado musical muy pobre y muy difícil de sostener. Desde hace algunos años la industria musical se he empezado a encoger. El fracaso de la multitienda argentina “Musimundo” a mediados de los noventa fue la primera evidencia de la decadencia. “Musimundo” se vió obligada a cerrar a pesar de la gran estabilidad económica que ofrece el país en comparación con Argentina, donde a pesar de todo, la cadena de tiendas sigue creciendo. Con las compañías disqueras ocurre más o menos lo mismo. EMI, Polygram, Warner, Universal, BMG y más tarde Sony llegaron a Chile a principios de la década pasada. Sin embargo, a partir de 1998 estas compañías empezaron a encogerse, al principio de a poco, después de forma más violenta. EMI y Polygram se vieron en la necesidad de fusionarse. Más tarde ocurrió lo mismo con Warner y Universal y el año pasado Sony absorbió a BMG, mientras el legendario sello chileno Alerce desaparecía después de una larga agonía financiera.

Por mucho que una temporada de llene de conciertos y los fans se emocionen, todavía no da para ser una potencia del rock. “Lobo” Araneda, productor y conocedor de Radio Futuro, cuenta una anécdota sobre los inmortales Rolling Stones: “Imagina que en Argentina tocaron 5 fechas y las cinco con el Luna Park lleno. Acá tocaron una vez el 97 y la gente ni siquiera llenó el estadio”. Tatiana Guiloff, periodista de radio Futuro, agrega que a veces son las propias bandas las que no tienen presupuesto para presentarse en Chile, entonces “prefieren pasar a Argentina y a otros países de Latinoamérica donde se aseguran que van a llenar”.

Es el riesgo de hacer un concierto grande en Chile: Es imprevisible saber como te irá. “Se cayó Apocaliptica porque no hubo suficientes entradas vendidas. The Rolling Stones creo que ya no se hace porque el país es muy chico” es el pronóstico de “Lobo Araneda”.

Los rockeros son tiernos

Ningún evento está libre de disturbios, ya sea por tipos borrachos que le arman escándalo a los carabineros o gente que trata de entrar al recinto a la mala. Algo así ocurrió en las afueras del Estadio Nacional, cuando Megadeth estaba comenzando su show. Como nunca falta la refrescante cerveza para alegrar el ambiente y calentar motores, varios asistentes bebieron antes de ingresar al recinto. Craso error. “Lo que pasó con Megadeth fue que los pacos se pusieron en la puerta y dijeron ‘tira tufo, tenís olor a copete, fuera’ y les rompían la entrada. Yo creo que cualquier persona normal partiría a dejar la cagada” explica Tatiana.

Bueno, quizás una persona normal no haría eso, pero si esa persona tuvo que desembolsar 16 mil pesos para comprar la entrada y ver cómo un carabinero se la rompe delante de sus narices por haber bebido un poco, lo pensaría. Un fanático actuaría de inmediato.Contra todo lo que se pueda creer, esto no pasa seguido. Raúl Martínez, quien ha asistido a conciertos desde hace más de nueve años, comenta a CTN que “la mayoría opta por comprar su entrada y asistir piola, aunque siempre están las dosis de alcohol y drogas, porque se asume como experiencia media catártica más que como un concierto cualquiera”. Según Araneda, “la gente del rock tiene una cultura, siempre han ido a conciertos de rock así que ya saben cómo comportarse”. Pone como ejemplo el recital que hizo Marco Antonio Solís en febrero de este año, cuando un grupo de espectadoras intentó atravesar las barreras de seguridad para estar cerca del mexicano: “la gente no sabía, así que ven al artista, quieren estar al lado de él y abrazarlo”.

A eso se le denomina “histeria colectiva” y no se le presta mayor atención. Sin embargo, cuando se trata de eventos de rock y metal, se habla de vandalismo, juventud descarriada, etc. “De repente es más [un problema] de las autoridades que todavía tienen el trauma con el chascón, cuando la realidad es que, en los grandes conciertos que han habido, llenos de metaleros, no ha pasado nada”, comenta Guiloff.

Una vez la dueña de la Feria del Disco, Inés Harnecker, dijo que de todos los músicos, “los rockeros son los más tiernos”. La verdad es que son los más fieles y los más aperrados a la hora de los conciertos. Tatiana, que es rockera, tiene su opinión sobre la cantidad de eventos este año: “Yo creo que no tiene que ver con que el país crezca en el ámbito económico, los fanáticos, si no tienen plata, se la consiguen y la hacen igual. A mi parecer, no está tan ligado el crecimiento económico. El fanático va a vender su alma, pero va a ir.”

Y eso es porque, en Chile, un concierto es especial y único, “no es como Estados Unidos o Europa, donde las bandas giran constantemente y puedes verlas en promedio cada 1,5 años. Acá muchas veces es la única vez que vienen” recuerda Martínez.

El rockero es una cultura, que no siempre causa desmanes y no siempre viste de negro ni se deja el pelo largo. El rockero es el que va a estar ahí aunque la entrada cueste muy cara (lo que es frecuente) o se caiga el país entero. “Argentina es un buen ejemplo de eso, los conciertos se llenan igual, los compadres están hasta las masas, no tienen ni uno, pero los conciertos están llenos igual”, dice Tatiana.

El segundo lugar para los chilenos

Los espacios para el surgimiento de bandas chilenas son pocos. Nos estamos llenando de bandas extranjeras pero nos olvidamos de las nuestras. Raúl Martínez opina: “claramente los grupos locales están en desventaja, por razones que van desde sus niveles de popularidad hasta idiosincrasia. Si hablamos de conciertos sólo de bandas locales, es difícil que un grupo chileno logre hacer un tour 100% profesional por Chile, Ahora, vistos como teloneros, siempre estarán como el relleno y la anécdota previa al artista que todos fueron a ver.”

Sin embargo, esos pequeños y pocos espacios existen y hay que reforzarlos. “Lobo” Araneda comenta a CTN creo que pasa porque las bandas se están dando respeto a ellos mismos. Se están haciendo más profesionales, de hecho, hay tocatas todos los fines de semana y todos los días de la semana en un montón de lugares de Santiago (y la gente va)” a lo que Tatiana Guiloff agrega “tenemos bandas chilenas en parrilla, en programas más especializados también se les da espacio, pero yo veo lo que pasa en radios juveniles y tocan Los Bunkers, Lucybell. Creo que en estos momentos, y por primera vez, se está dando más respeto a la banda nacional. Pero falta todavía, falta que el público se dé la lata de pagar 5 lucas por una banda nacional, y eso cuesta más.


Próximos Conciertos
Nicola Conte: 2 de diciembre

Dream Theather: 6 de diciembre.

La Renga: 18 de enero.


(Fuente: Ticketmaster y FeriaTicket)


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