Un
análisis sobre los cambios de Chile en los últimos
años:
Una relación marcada por
la historia
Las
transformaciones sociales y de los medios de comunicación
durante los últimos treinta años en Chile fue el centro
del análisis realizado por profesionales de distintas disciplinas
en el marco de los Debates de Memoria y Futuro.
Los
cambios políticos que se han producido en Chile durante las
últimas tres décadas son el resultado de las transformaciones
experimentadas por la sociedad y los medios de comunicación,
una relación que de manera permanente se está influenciando.
Lo
anterior es posible desprender de la primera jornada de los "Debates
de Memoria y Futuro", iniciativa que organiza nuestra Escuela
de Periodismo y la carrera de Cine Documental del Instituto de la
Comunicación e Imagen, en conjunto con el Departamento de
Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad
de Chile.
En la obertura, la máxima autoridad de la Casa de Estudios,
Luis Riveros, subrayó la importancia de que el inicio de
este debate coincida con el aniversario número 30 de la muerte
del connotado poeta nacional y Premio Nóbel de Literatura,
Pablo Neruda. "Creo que esta discusión, que debe ser
universitaria, constituye un homenaje a su memoria".
Entrando
en materia, la directora del Instituto de la Comunicación
e Imagen de la "U", Faride Zerán, manifestó
que "si antes el valor de la información estaba asociado
a parámetros como la verdad, hoy la información tiene
un precio. Estamos ante una mercancía que no es sometida
a los criterios tradicionales de la verificación, la autenticidad
o el error, pues se rige por las leyes del mercado", agregó
la académica.
Y dice
que a lo anterior debe sumarse lo que califica como las "peores
lacras del periodismo", entre las que se cuentan la censura,
la autocensura y la instalación de un periodismo denominado
políticamente correcto, que en su esencia implicaría
la inhibición de la capacidad de los periodistas de proponer
tópicos en las reuniones de pauta, provocada por la evasión
de ciertos temas por ser considerados inútiles, peligrosos
o generadores de conflictos.
En
cuanto a la etapa pos golpe militar, la profesora Zerán fue
categórica al sostener que la desinformación de la
opinión pública, unida a la falta de rigor y veracidad
de la información, contribuyó a mantener la violación
de los derechos humanos durante esos años. "Los medios
de comunicación, a la luz de la memoria reciente, fueron
incapaces de investigar y cumplir con su rol fiscalizador, donde
muchos de ellos fueron cómplices, ya sea por omisión
o por acción".
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El
rector de la Universidad de Chile, Luis Riveros saluda al
historiador Gonzalo Vial.
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Sin
embargo, plantea que la deuda de los medios de comunicación
no termina con el advenimiento de la democracia. Ello, porque durante
los '90 la prensa independiente fue acallada por el nuevo régimen
en aras del consenso y la paz social, dejando como resultado "una
sociedad homogénea, acrítica y sin debate".
La
otra crítica expuesta por la académica al estado actual
de la prensa dice relación con el fenómeno de "televisación"
de la prensa, a la que define como "esclava de la televisión
y que a fuerza de competir con ella, eleva todo al sentido del espectáculo".
Lo anterior, unido al alargue y eliminación de noticias bajo
criterios de mercado, provocan la pérdida de credibilidad
de los medios y constituyen males que el mundo mediático
debe eliminar de raíz para ejercer responsablemente su tarea
informativa.
Pero
en la cita también intervinieron otros profesionales, como
el sociólogo Manuel Antonio Garretón y el historiador
Gonzalo Vial, quienes esgrimieron sus puntos de vista frente al
tema "Los cambios sociales y los medios".
Pasado,
presente y futuro de la sociedad chilena
Todo
cambio mediático está aparejado de cambios sociales.
Esa es la visión que entregó Gonzalo Vial, al tiempo
que hizo un inventario de las realidades político-sociales
del Chile en los últimos treinta años. Entre ellas,
destacó la vuelta a la democracia formal, la aceptación
generalizada de la libertad económica, la disolución
de la familia, el regreso a los límites históricos
de los índices de extrema pobreza durante la transición
democrática que bordean un altísimo 20%, el envejecimiento
de la población, el fracaso de la educación y el fraccionamiento
de la sociedad chilena en torno al golpe militar de 1973.
Respecto
a este último tema, el historiador manifestó que "el
pueblo sigue divido por las heridas que dejó el régimen
militar. A pesar de que el tiempo lo cura todo, sólo hay
una cosa que no se olvida: la existencia de los detenidos desaparecidos,
debido a que nunca ha existido el esfuerzo por buscar estos cuerpos".
Respecto
a la situación actual de Chile y sus proyecciones a futuro,
señaló que la condición de país pequeño
impide el desarrollo de un mercado interno que lo sostenga. Lo anterior,
unido a una población estancada vislumbra, en su opinión,
como única salida la apertura de la economía. "Si
no educamos a los 15 millones de chilenos para competir mano a mano,
sin aranceles, en el resto del mundo, estamos perdidos. No podremos
salir del subdesarrollo".
Por
su parte, Manuel Antonio Garretón afirmó que las transformaciones
sufridas por nuestro país en los últimos treinta años
deben ser enmarcadas en un contexto de cambios mundiales, marcados
por la globalización, un nuevo modelo de producción
y de desarrollo y el descubrimiento de la modernidad, los que culminaron
en un quiebre de la sociedad chilena tras el golpe el 11 de septiembre
de 1973. En ese momento, a juicio del sociólogo, "murió
una forma de organización de la sociedad: nacional, popular
y estatal".
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El
sociólogo sostuvo que se requiere de tres requisitos básicos
para reedificar el proyecto país quebrantado hace tres décadas.
Primero, una reconstrucción de la comunidad ética
que permita unir nuevamente a los chilenos desde el reconocimiento
unánime de las violaciones a los derechos humanos. En segundo
término, una reconstrucción de la comunidad social,
determinada por una redistribución de los ingresos que, a
su juicio, sólo puede hacer un Estado fuerte y protector.
Y para completar el panorama, debe darse una reestructuración
de la comunidad política, expresada en reformas constitucionales
que aspiren a consensuar un orden político. De lo contrario,
"Chile no tendría los requisitos fundamentales para
expresarse como proyecto país".
Programa
del encuentro
Mª
Carolina Pérez |
Viernes
26 de septiembre, 2003
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