Periodismo
en los Trabajos de Verano 2003
Regreso con la mochila cargada
de imágenes y recuerdos
El
proyecto, realizado por los futuros profesionales de la Universidad
de Chile durante el período estival, se denominó "Ojos
para ser vistos". Constó de la realización de
un taller de cortometrajes, clases de radio y la filmación
de un documental acerca de toda la actividad y el entorno en el
que se efectuaron las diversas actividades.
No
todos los alumnos de Periodismo de la "U" se fueron de
vacaciones durante el verano. Mientras unos hicieron su práctica
profesional, otros acudieron en ayuda de comunidades rurales de
escasos recursos y alejadas de los avances tecnológicos.
Pero el sacrificio tiene su recompensa.
Fue
el caso de una decena de estudiantes de nuestra escuela, que en
esta temporada de los trabajos de verano que organiza la Fech participó
con una novedosa iniciativa. Durante dos semanas llevaron a cabo
un proyecto educativo denominado "Ojos para ser vistos"
en la localidad de Oñoico, Novena Región. Por dos
días estuvieron acompañados por el Coordinador del
Área Audiovisual, Prof. Carlos Saavedra.
La
labor buscó que la comunidad, en especial los niños,
mostraran sus costumbre y visiones de mundo a través de un
cortometraje. En éste los menores crearon a los personajes
y la historia. Para ello contaron con la tutoría de los futuros
profesionales, cuya labor fue incentivar la creatividad, ayudar
en las caracterizaciones e ilación de la trama.
Esta
y otras actividad realizadas por los estudiantes quedó registrada
para siempre en una cinta de video. Veinte horas de filmación
que se transformarán en un documental, cuya temática
estará enfocada a generar conciencia acerca de los problemas
que afectan a estas personas que viven en zonas rurales y difundir
su cultura e idiosincrasia.
A
fines de marzo se espera que esté editado un adelanto de
veinte minutos. Este material será presentado en un festival
de documentales convocado por la Federación Latinoamericana
de Facultades de Comunicación Social, que se realizará
en Puerto Rico durante el mes de octubre próximo, señaló
María José Martínez, presidenta del centro
de estudiantes de nuestra escuela y coordinadora del proyecto.
"Ojos
para ser vistos" contó con el patrocinio de la dirección
de nuestra escuela. Se extendió entre el 27 de enero y el
11 de febrero en una localidad rural emplazada en los alrededores
de Puerto Saavedra, en la Región de la Araucanía.
Dias
de radio
Una
de las integrantes del proyecto, la alumna de Anita Yáñez,
quiso contarnos en primera persona lo que significó para
ella la experiencia de traspasar a los menores algo de lo aprendido
en Periodismo. Aquí, su testimonio:
Divididos en tres áreas de trabajo- documental, taller de
cortometraje y radio-, con más ganas que expectativas concretas
nos bajamos del bus en Puerto Saavedra, Novena región, hacia
la costa. Siete de los estudiantes a cargo del proyecto de periodismo
era primera vez que asistían. Ahí, tres prosiguieron
su camino a la comunidad mapuche de Lof Peleko, donde realizarían
un taller de radio para niños. Los demás nos dirigimos
hasta Oñoico.
La
escuela Antonio Ladino se convirtió por casi 15 días
no sólo en nuestro lugar de trabajo, sino que en un hogar.
Al día siguiente empezarían las clases. Por esta razón
debíamos conocer "alumnos" que bordeaban entre
los 10 y 15 años.
La
radio de circuito cerrado del mismo establecimiento se convirtió
en nuestra improvisada y estrecha aula. Al inicio había timidez
en los niños. Pero luego se convirtieron en agudos reporteros,
que con punzantes preguntas, grabadora en mano, enfrentaban a los
voluntarios y lugareños. Animado por ellos mismos se dio
a luz, por segundo año consecutivo, al programa "Conexión
Oñoico", el cual contó con un amplio repertorio
de interesantes entrevistas, informaciones acerca de la comunidad,
comentarios y, por supuesto, el toque musical.
A
lo largo de los diez días que duró el taller, los
niños realizaron diversas actividades destinadas a comprender
la importancia de la radio como un medio de comunicación,
en especial, en localidades rurales como en las que ellos viven.
Además, en cada una de las reuniones los niños tuvieron
la oportunidad de desenvolverse en diversas áreas: la entrevista,
el despacho, la animación, el reporteo y la lectura de noticias.
Pero
la mejor recompensa vino al momento de la despedida, porque esos
abrazos, esas sonrisas y esas cartas con dibujos y algunas palabras
ilegibles, escritas a puño y letra fueron y serán
sin duda, la mejor paga. Esas dos semanas, mis compañeros
y yo, no sólo aprendimos a dar, sino sobre todo a recibir.
Esa es la gran lección de los Trabajos Voluntarios de la
FECH 2003.
Sitio web
del proyecto
Anita
Yáñez / Jorge Araos |
Viernes
07 de marzo, 2003
|
|