Relatores deportivos radiales

Sintonizados con el gol

Ernestro Díaz, relator deportivo de radio Cooperativa.

Desde sus inicios la radio siempre se ligó al deporte. Y el fútbol es uno de sus hijos pródigos. Goles son amores dice el refrán y lo cierto es que el relato radial tiene sus propias características y figuras. Cada cual en su estilo, por décadas han llevado el deporte hacia los hogares chilenos. El partido comienza y la radio da el pitazo inicial.

¡No estamos soñando es verdad!!! ¡Chile Campeón de América!!!Tuya mía para ti para mí, , se juntaron todos en el área..Gooolazooo chileno…!!! Así me gusta Chile! ¡El sueño hecho realidad!!¡Chile Campeón de América!!!

La escena se repite siempre igual: en el casino de la universidad, en un café de la esquina, en la población de más allá, en el negocio de la cuadra. Alguien pegado a un receptor escuchando cómo le fue a su equipo favorito.

Y es que desde que Carlos Cariola realizó la primera transmisión de su Clínica deportiva en la década del 30 en la radio de El Mercurio, radiodifusión y deporte han ido de la mano y generando miles de adeptos que se comunican, a través del sonido, con cualquier lugar donde exista deporte.

La transmisión de partidos de fútbol es un ritual de culto para los fanáticos. Cada uno con su estilo, el público deportivo los sintoniza todas las semanas para saber cómo le fue al equipo de sus amores. Las principales radioemisoras chilenas, con distintas propuestas, juegan su partido aparte para satisfacer las demandas de los auditores.

La chispa del Cantagoles

Vladimimo Mimiça, relator deportivo de radio Chilena.

La Chispa del deporte es el programa con el que Radio Chilena capta la atención del público deportivo. Un nombre con una historia de más de 25 años y que en la actualidad mezcla figuras consagradas como Héctor Vega Onesime y Carlos Campusano, con nombres nuevos como Fernando Solabarrieta o Patricio Yáñez.

La voz más representativa de este programa es Vladimiro Mímiça Cárcamo. Oriundo de Punta Arenas, el “Cantagoles”, como es conocido dentro del medio, lleva toda una vida dedicado a su pasión: el relato deportivo.

Como todos los grandes de cada actividad , Mímiça partió muy joven, a los diez años en una radio de Punta Arenas y a los catorce ya dirigía un programa deportivo en la ciudad más austral del mundo. El año 1969, abandona las frías tierras patagónicas, para radicarse en la capital y comenzar una nueva aventura: “Llegué a la Radio Cooperativa, al programa Goles y Marcas, y tuve la suerte de trabajar con grandes eminencias de la época como Sergio Silva, Darío Verdugo, Sergio Brodfeld, Carlos González Marquez. Desde esa fecha que no he parado, hasta ahora” confiesa Mímiça, con un tono de orgullo. Y es que más de alguien alguna vez, debe haber escuchado, aunque sea a la pasada, un gol narrado por la voz del pequeño relator puntarenense.

Términos como tuya, mía, para ti para mí ”tac- tac” forman parte del inconsciente colectivo de los radioescuchas de fútbol y han marcado a muchos relatores de la nueva camada. Son también la marca registrada de Mímiça que piensa que la creatividad es uno de los elementos principales en esta actividad. Para él el relator deportivo debe poseer además un amplio léxico y un poco de alma de poeta, para entretener a la gente: “ hay que dar rienda suelta a la imaginación, ya que el que escucha no tiene imagen. No se trata de inventar jugadas que no existen, sino de tratar de describir de la manera más original posible todo el entorno que hace del fútbol una fiesta”, explica.

El fútbol y las comunicaciones le han permitido conocer casi todo el mundo, y codearse con lo más granado del periodismo deportivo nacional e internacional. Siente nostalgia y se ve como un privilegiado de haber compartido con una "generación dorada" de relatores. Nacer en una región tan apartada piensa que lo favoreció, porque le permitió escuchar a grandes narradores, chilenos y argentinos, de fútbol y boxeo, de quienes aprendió muchos secretos y técnicas. Luego, al llegar a la capital, pudo trabajar al lado de muchas de aquellas voces, que se convirtieron en sus maestros, que hicieron escuela en el relato deportivo chileno.

En la actualidad, cree que dicha situación no se da. Piensa que el escenario del relato actual no tiene los grandes nombres de antes y que sobresalen quienes llevan más tiempo tras el micrófono, por la carencia de figuras : “Hay mucha distancia entre lo que hubo ayer y lo que hay hoy. No existe la riqueza de otros tiempos y resulta más fácil sobresalir, porque hay menos real competencia”, precisa Mímiça .

Identificado por la afición con Colo- Colo, especialmente por el vibrante relato de los goles de la Final de la Copa Libertadores de 1991 ganada por los albos, confiesa que se ha ganado el respeto del medio, y que grandes y chicos y simpatizantes de todos los equipos le han manifestado muchas veces que escuchan sus relatos.

Los aires libres de Cooperativa

Radio Cooperativa debe ser el medio que marca la pauta actualmente en lo que a transmisiones deportivas se trata. Una amplia red de corresponsales a lo largo del país, un portal de Internet completo y periódicamente actualizado, y un equipo compuesto por algunos rostros conocidos como Aldo Schiappacasse, Hanz Marwitz, Marco Coumsille, Igor Ochoa y otras figuras con menos cartel que buscan ganarse un espacio, al Aire Libre es el programa que lleva la delantera en las preferencias radiales del público deportivo.

Ernesto Díaz Correa, curicano, se ha convertido en el salto y seña de Cooperativa en el último tiempo. Su vibrante relato de algunos goles emblemáticos para la afición, como el gol de Reinaldo Navia en los Preolímpicos de Londrina 2000, que clasificó a la Selección Nacional para los JJ. OO o el de Marcelo Salas en Wembley le han hecho ganarse un espacio en el corazón de los auditores a lo largo del país.

La pasión de Díaz por el relato, partió también de joven, en su natal Curicó en donde presenciaba y relataba los partidos de la liga campesina. Ahí emulaba a sus referentes Nicanor Molinare, Vladimiro Mímiça, Carlos Alberto Bravo, Hanz Marwitz y otros con la ilusión de ser un día como ellos. Llegó a la capital terminó la enseñanza media y pudo estudiar Educación Física. Pero lo suyo era el micrófono. Ingresó a la Academia de Gabriel Muñoz para convertirse en Comunicador deportivo.y desde ahí el camino a la fama fue vertiginoso: a fines de los 80 ya era informador de cancha en la Radio Chilena y comenzó con sus primeros relatos a principios de los 90. Ocho años estuvo en dicha casa radial, con la que pudo abrirse paso, para luego llegar a Cooperativa, donde alcanzó la consagración.

Para el “pequeño gigante del relato”, como es conocido en el medio, lo principal que debe tener un relato deportivo es pasión. La emoción y la agilidad mental son para él elementos importantes para situar al auditor en la cancha: “Con la garra y la pasión que uno tiene en el relato, debe mantener al auditor preocupado, tenso, inquieto, para que éste se sienta atraído y no cambie la emisora”, cuenta el “Chico” Díaz.

“Pelota en la red, mató, mató, mató” “le pegó con la que piensa” ”así te quiero Chile, así me gusta Chile" y otras más son las frases que ha patentado Díaz Correa a lo largo de años de carrera. En su opinión, es importante que el relator deportivo cree sus propias frases, porque le permiten encontrar un estilo propio. Él mismo tiene su particular característica: además de sus frases, no grita los goles que le convierten a la Selección Nacional, ni a los equipos chilenos en el extranjero.” Sólo digo el autor del gol, y el minuto de juego. Se supone que le estás transmitiendo al público las emociones de su selección o de su equipo, y narrar un gol del rival, si es extranjero, para mí no va”, precisa.

Su fama ha traspasado las fronteras del fútbol, llegando incluso hasta la música. La banda de rock nacional Los Miserables lo invitó a participar en la grabación de su álbum Pasión de Multitudes para que realizara la introducción de todos los temas. Cualquiera que escuche alguna vez canciones como “El crack”, podrá oír voz de Ernesto Díaz, tan vibrante como si de un partido se tratara: “Fue una linda experiencia porque que una banda de rock se fije en uno para participar en su disco no ocurre todos los días“ - explica.

En su opinión, el principal atributo que hace que Al Aire Libre en Cooperativa marque un liderato en transmisiones deportivas es la credibilidad. El estar presente en vivo en cada escenario deportivo crea una confianza en el auditor que busca información confiable sobre su equipo o su deporte favorito. Además el factor tecnológico es para Díaz también importante. El poner todos los medios a disposición de un gran equipo profesional hacen tener más cobertura y una mayor presencia, aunque reconoce que hay muchos medios que en la actualidad no cuentan con dicha disponibilidad tecnológica y ello los coloca en desventaja respecto al resto.

Santiago en azul

Carlos Bravo, relator deportivo de radio Santiago.

Quienes vieron en la pantalla chica Show de Goles en la década de los 80 recordarán la voz que animaba los compactos de dicho programa: Carlos Alberto Bravo. Actualmente en Radio Santiago, dirigiendo el programa Sintonía azul, Bravo es también uno de los relatores con más recorrido de la radiofonía chilena, con experiencia incluso en el extranjero.

Partió en la universidad estudiando publicidad, pero luego derivó al Sindicato de Locutores, para recibirse de locutor porque era norma en la época que quienes relataran debían tener tal condición. Ahí alternó con una generación dorada de relatores. Poco después volvió a las aulas universitarias para titularse de Periodista y seguir ligado al micrófono.

Como hombre de radio y televisión, Bravo estima que el relato radial lleva cierta ventaja, porque hay una mayor libertad por parte del relator, la que en televisión es más controlada: “La radio eres tú. En televisión te dirigen. Los grandes relatores deben formarse en radio, porque es más difícil. Para relatar en este medio hay que tener “huevos”, acota.

La inmediatez e interactividad de la radio juegan para él un papel también importante porque ayudan a transmitir emociones al auditor. Piensa que la radio es EL medio de comunicación por excelencia lo que se justifica en que mucha gente elige el relato radial para acompañarlo con la imagen televisiva, bajando el volumen del receptor.

Su talento y privilegiada voz lo hicieron cruzar las fronteras y llegar a relatar en Argentina, experiencia que muy pocos de sus colegas pueden contar. Roberto Suárez, asesor de Fernando de la Rúa, lo contactó tras el término del programa de Radio Minería para relatar el partido de las selecciones de Chile y Argentina en Buenos Aires por las Eliminatorias del mundial de Japón-Corea, en 1999. Inicialmente era por un mes y se quedó por dos años. Para él fue una experiencia imborrable de la que aprendió mucho profesionalmente:“ si no se cae el gobierno radical del Presidente De la Rúa yo aún estoy allá relatando y no acá”- recuerda con un dejo de nostalgia.

Con una trayectoria ejemplar que lo ha hecho pasear por las más importantes radios del país como Agricultura, Minería y compartir con las voces más destacadas del periodismo deportivo nacional, se siente orgulloso de su actividad y de sus logros. La radio le ha permitido viajar por casi todo el mundo, lo que como experiencia cultural y profesional ha sido muy enriquecedora.

Creador de una serie de términos luego acuñados por otros colegas, Bravo se queja de la actual falta de creatividad de los relatores, que lleva a que hoy se produzca un déficit de éstos, porque no inventan frases, estilos. En su opinión lo más importante de una transmisión radial es un buen relator, lo que se complementa con el resto del equipo. La clave para él es el poder de comunicación: ”Hay gente que comunica y otra que no lo hace. Yo tengo la suerte de pertenecer a los primeros. Actualmente muchos relatores pueden narrar una hora seguida y no comunican nada” –concluye.

Voces más voces menos, el relato deportivo chileno tiene su “salón de la fama”. Generaciones de auditores han crecido y seguirán escuchando las voces que a la distancia los comunican con la magia del fútbol. De emisora en emisora, la invitación está cursada.