Periodistas
con valor agregadoLo que los jefes quieren
El
campo laboral periodístico puede llegar a convertirse en
un infierno donde el mayor martirio es la cesantía. No parece
fácil alcanzar la gloria de trabajar en un medio, pero existen
claves que facilitan alcanzar el paraíso profesional.
Las
llamas del infierno consumen las esperanzas de cientos de periodistas
que egresan cada año. El problema es que los reporteros han
aumentado, pero los cupos en el cielo laboral son escasos. Ya no
basta con tener el título profesional para alcanzar el edén
de los medios. Se necesita más.
Hay
que tener cuidado. En la desesperación por encontrar el camino
correcto, se puede caer bajo el hechizo de predicadores que ofrecen
pócimas mágicas para lograr la salvación. Posgrados,
buena presencia, especialización y otras yerbas; no aseguran
que las puertas del olimpo laboral se abran de par en par.
Bendito
carrete
La
salvación no viene de fórmulas prodigiosas, pero es
fácil confundirse. Lo que sucede es que muchas de ellas sí
entregan valor agregado al periodista, pero en la mayoría
de los casos el “plus” radica en la experiencia que
otorgan.
Los
doctorados son bastante menos trascendentales de lo que se cree.
Luz Margarita Lewald es coordinadora de becas internacionales de
posgrado en el MIDEPLAN y asegura que los conocimientos de un magíster
o doctorado quedan obsoletos en cinco años. Lo que permanece
en el tiempo es la experiencia de haber vivido fuera del país.
Los
viajes son otro elemento que enriquece el currículum por
toda la experiencia que ellos pueden otorgar. Un ejemplo es el del
periodista Marcelo Valdebenito, quien trabajó en el diario
“El Mundo” y cursó un doctorado en España,
quien opina “cualquier viaje produce cambio. Da otra forma
de encarar las cosas, con mayor seguridad y madurez, suelta más
a la hora de escribir”.
Además
de la experiencia, las estadías en el extranjero pueden desarrollar
otro valor agregado: los idiomas. Hablar varias lenguas es por cierto
un valor agregado en ciertas áreas, pero una necesidad en
otras. Secciones internacionales o revistas de viajes requieren
profesionales a lo menos bilingües. Y saber inglés es
un requisito básico para utilizar bien todas las posibilidades
de Internet.
Salvo
trabajos especializados en el tema, poco importa ser un experto
en tecnología. La virtud indispensable es saber reportear
a través de la red, aseguró Valdebenito, quien además
es especialista en tecnología y periodismo digital.
Todos
los “pelusones” se van al cielo
Felipe
Contreras es el editor general de “La Tercera”, por
lo que su cargo lo convierte en el “San Pedro” del diario.
Con la autoridad que este rol le otorga, Contreras aclara las cosas
que de verdad importan en el camino periodístico.
La
vida académica no es relevante porque según Contreras
“un tipo que hace la carrera a los tumbos puede llegar a ser
muy buen periodista”. Incluso ser “porro” podría
ser una ventaja. Los mandamientos del periodista insisten en que
debe ser audaz, despierto, aventurero, inquieto. Características
que, por tradición, se han asociado con los “pelusones”
que han salido adelante con más ingenio que buenas notas.
El
único dato académico significativo, a juicio del profesional,
es el de la formación. Más allá de las disputas
sobre cuál es la mejor escuela, la Universidad de Chile,
Católica y Diego Portales son las que dan a luz mejores periodistas,
aseguró Contreras, titulado de ésta última.
Sin
embargo, el trabajo en terreno puede llegar a ser mucho más
importante que la Casa de Estudios en que estudió. Se busca
gente con mucha vida, pero del tipo que se mide en cantidad de vivencias
y no de velitas en la torta. Toda experiencia es útil. Incluso
haber vendido helados en las micros ayuda, no por el background
teórico que pueda aportar, sino por la personalidad inquieta
que refleja.
De la misma manera, ser un periodista que proviene de una familia
con menos recursos puede ser incluso un elemento a favor. En palabras
de Felipe Contreras “una persona de extracción social
más humilde probablemente va a rendir más en el trabajo
que una persona a la que se le ha dado todo más fácil”.
El
currículum no salva
Frente
a la experiencia, el currículum resulta poco relevante. En
el medio nacional son anecdóticos los casos de personas que
consiguen un puesto exclusivamente por la lectura de su historial.
En el caso de los periodistas, las formas más frecuentes
de ingresar a un medio son: continuar trabajando después
de hacer la práctica o llegar desde otro medio. En ambos
casos, el trabajo que desarrolla cada periodista se conoce de antemano.
Así, a la hora de ser contratado, el por muchos sobrevalorado
currículo, sucumbe ante la entrevista personal y la práctica
profesional.
Al
fin y al cabo, las cosas no han cambiado tanto desde sus orígenes.
A pesar de los miles de años de historia de la humanidad,
los hombres aún necesitamos comer, dormir, amar e ir al baño.
A pesar de los avances tecnológicos y teóricos, los
periodistas necesitan seguir siendo buenos periodistas. Esta es
la llave maestra que abre las puertas del cielo.
Conocer países tan desconocidos como Tuvalú y Nueva
Caledonia, tener la pared empapelada de cartones, ser poliglota
y haber acumulado pericia como vedette o lector profesional; no
sirve de nada si toda esa experiencia no se refleja en el trabajo
periodístico. El gran pórtico del edén se abrirá
y la gloria envolverá al buen periodista.
Test de
salvación
Para saber cuán cerca estás de alcanzar
la medida del periodista perfecto, responde con un “sí”
a cada una de las características que te reflejen.
Luego lee los resultados y descubre si vas por el buen
camino.
Características
1. Nunca tienes los pies en la tierra,
porque te la pasas volando y los únicos lugares
del planeta que te faltan por conocer son la Atlántida
y el Dorado.
2. Sabes desde el idioma de los Elfos
hasta las señales que emiten las ballenas. Destronaste
en el Record Guiness al poliglota de “Viva el
Lunes”.
3. Tu cartón de periodista tiene
el timbre de la Universidad de Chile, Católica
o Diego Portales.
4. Te manejas tan bien en la red que
Bill Gates te paga para que no desarrolles ningún
proyecto que amenace su hegemonía.
5. Tenías 5 meses cuando le
pagaban a tu madre por probar en tu trasero la calidad
de las cremas anticoceduras. Desde entonces debes trabajar
para mantenerte.
6. Tras encontrar la crónica
de vacaciones que escribiste a los 9 años, en
Suecia evalúan crear el premio Nobel de periodismo
para dártelo a ti.
Resultados
a) Más allá de las exageraciones,
el último ítem se refiere a ser buen periodista.
Si no respondiste que sí al punto seis, cómprate
una guayabera, porque dicen que el infierno es caluroso.
Recuerda que si no eres un buen reportero, no tienes
espacio en el cielo de los medios.
b) Si la respuesta al punto seis fue
un rotundo sí. Suma un punto por cada ítem
que te describa. Mientras más puntos acumules,
más posibilidades tienes de ganar.
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Texto:
Estefanía Etcheverría
Fotos: ImageBank |
Viernes
23 de julio, 2004 |
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