Egresaron los últimos sobrevivientes de la "Vieja Escuela"
Adiós a los hijos de Belgrado
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Egresados 2005 |
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Francisca Babul, una de las mejores estudiantes de su generación, junto al profesor Rafaél del Villar |
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Claudio Salinas, acompañado del profesor Alejandro Guillier, compartió honores con Francisca Babul. |
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Familiares de los egresados asistieron a la ceremonia |
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El miércoles 7 de diciembre se efectuó la ceremonia de egreso de los estudiantes de quinto año de nuestra Escuela. En una atmósfera cargada por las emociones y los recuerdos, hubo tiempo para reivindicar el deber ético y el compromiso social con que este nuevo grupo de profesionales de la comunicación se abre paso al mundo.
Con una ceremonia cargada de aplausos, flashes de cámaras fotográficas, emociones y palabras de agradecimiento, el miércoles 7 de diciembre se dio la despedida oficial a cuarenta jóvenes que, luego de cinco años de estudio, egresan de nuestras aulas para convertirse en flamantes periodistas. Familiares, amigos y académicos colmaron el Auditórium de la Libertad de Expresión para despedir a esta generación que ingresó a nuestra Escuela en el año 2001, constituyendo el último grupo de estudiantes que tuvo la experiencia de pasar por su antigua sede, ubicada en la calle Periodista José Carrasco Tapia (ex Belgrado 10). De esta manera, el egreso de esta promoción de periodistas marca el fin de una difícil transición donde nuestra carrera pasó del más profundo abandono, en esas tres casas en cuyas dependencias operó una vez el Cuartel General de la disuelta Dirección de Inteligencia Nacional (DINA); a instalarse en el moderno edificio que ocupa hoy, pasando a formar parte de una unidad académica independiente: el Instituto de la Comunicación e Imagen.
Durante el acto se vivieron momentos de gran emotividad y alegría, como cuando, a través de una carta leída por el director de nuestra Escuela, Gustavo González, la recién egresada Francisca De la Vega realizó una donación de un numeroso contingente de volúmenes a la biblioteca del ICEI, pertenecientes a la colección privada de su abuelo, el destacado periodista y antiguo director de nuestra unidad académica, Mario Planet.
Otros momentos emotivos lo constituyeron la premiación a los tres alumnos con las más altas calificaciones a lo largo de la carrera (Francisca Babul, Claudio Salinas y Hans Stange), y el "anecdotario generacional", que rememoró con ayuda de un video, producido por los mismos estudiantes, algunos de los más sabrosos pasajes de su periplo de cinco años. Gustavo González hizo lo propio alabando las iniciativas -sólo como un ejemplo, como se esmeró en puntualizar- de algunos estudiantes que han dejado en alto el nombre y la calidad de la enseñanza de nuestra alma mater: Hans Stange y Claudio Salinas, cuyo libro sobre Colonia Dignidad será lanzado en los próximos meses; Francisca Solar, que se apronta a publicar un libro de ficción, y Paulette Dougnac, que se desempeña como editora de nuestro sitio web.
Y si bien fue una celebración en la que abundaron los discursos panegíricos y la esperada combinación de nostalgia y humor, una vez más se recordó el compromiso ético y el rol de servicio público intrínsecos al periodismo.
El director de Extensión y profesor de nuestra Escuela, Sergio Campos, se refirió al difícil paso que sorteó este grupo de estudiantes al actual edificio del ICEI, en el campus Juan Gómez Millas, subrayando que ellos "forman parte de una generación que vivió una transición muy fuerte, que seguramente se la llevan impresa en el alma y en el espíritu, y los acompañará durante muchos años. Ese trozo de historia que vivieron en Belgrado 10, constituye también para ellos, como para nosotros, una marca que se transformará en una estampa en sus vidas".
Por su parte, la directora de nuestro Instituto, Faride Zerán, se pronunció respecto al esfuerzo conjunto con el que han podido llevarse a cabo los "sueños de futuro" de ésta y varias otras promociones de egresados: "Éste fue un trabajo de todos, de ustedes, de los que egresaron antes, porque nuestro motor para el cambio fue restituir la excelencia académica y profundizar el espíritu y la mirada innovadora de la mejor tradición de la Universidad de Chile". Y sobre este punto, agregó: "Juntos hemos rescatado los valores de un periodismo crítico e independiente, cuya demanda ética, de rigor y veracidad, son la base para cada uno de ustedes, en tanto protagonistas del periodismo de este milenio. Porque en sus hombros descansa la responsabilidad de informar y de procesar y auscultar los fenómenos de la comunicación. A ustedes les corresponderá ejercerlo, en un mundo cambiante, signado por un tiempo de espectáculo y estupidez en los medios. En el ejercicio del periodismo encontrarán muchas de las respuestas para develar las claves en las que se debaten éstos, nuestros tiempos".
Finalmente, aprovechó para referirse a lo que calificó como el "permanente desafío" de la labor periodística, arguyendo que para llevarla a cabo de buena forma "hace falta más que un título, un grado o un cartón. Deben estar concientes de que un periodista nunca deja de estudiar, de leer, de investigar, de aprender, aún cuando se hayan formado en la más exigente de las universidades. Y es que estamos ante un sino de nuestra profesión: navegar en las turbulencias de cada tiempo, sumergirnos en sus precariedades, cursar sus grandezas y debilidades, sin perder de vista que aunque a veces nos dejemos arrastrar por el torrente, nuestras plumas y voces deben rendir cuenta al único y más fiero de todos los poderes, el que nos habla de la búsqueda de la verdad, de la independencia y de la visión crítica". Por este motivo, llamó a los egresados a apostar por los diplomados y magísteres que ofrece el Instituto de la Comunicación e Imagen, asunto que atiende a la constante demanda de especialización que exigen las condiciones actuales de la comunicación, como asimismo al "compromiso de la Universidad de ser siempre los mejores".
En tanto Alejandro Guillier, presidente del Colegio de Periodistas de Chile y docente de nuestra Escuela, destacó el papel fundamental que juega la formación universitaria para analizar críticamente y elaborar soluciones creativas ante los problemas del mundo contemporáneo, como también para la constitución de los pilares de la democracia, basada en la participación integral de la ciudadanía. Esto lo definió como un "mandato ético e intelectual" que la Universidad impone: "La misión de ustedes es ayudar a que todos encuentren, en esta sociedad que crece, un espacio para encontrar su propia identidad, junto con el otro, para ir concluyendo en conjunto a Chile. Esa es la tarea del comunicador: generar espacios de encuentro, de diálogo entre los ciudadanos".
El académico enfatizó que el periodismo es y debe ser siempre una profesión desarrollada junto a todos los actores de la sociedad, y una misión que trasciende los logros personales. Respecto a esta idea, argumentó que "esta no es una tarea de personajes individuales, de grandes profesionales o de héroes. Aquí se necesita el trabajo de equipo. Por consiguiente, necesitamos formar un estilo de trabajo, pero también de convivencia en el medio laboral, para que en conjunto podamos formar las condiciones que le permitan a cada uno hacer su trabajo". Asimismo, invitó a los recién egresados a sumarse a las tareas del Colegio de Periodistas, para "crear condiciones propicias sobre las cuales desarrollarse con un sentido de servicio público en el periodismo".
Texto: Ignacio Guajardo
Fotografías: Elizabeth Harries |
Fecha
de publicación:
Lunes 12 de diciembre, 2005 |
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