Periodismo y transición

Abierto intercambio de ideas en lanzamiento de libros del ICEI

Rafael Otano, Faride Zerán, Guillermo Sunkel y Carlos Peña

Luis Riveros, Rector de nuestra universidad

Faride Zerán, Directora del ICEI

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La primera línea de publicaciones de nuestro Instituto fue lanzada el lunes 22 en la Casa Central. Se trata de tres libros que abordan las dificultades del quehacer periodístico durante la transición a la democracia.

Con un intenso intercambio de opiniones se llevó a cabo el lanzamiento de tres libros del Instituto de la Comunicación e Imagen, en la Casa Central de nuestra Universidad. Luego de siete años de trabajo, como destacó la directora del ICEI, Faride Zerán, nuestra unidad académica lanza sus primeras publicaciones, referidas a las dificultades que ha enfrentado el quehacer periodístico durante la transición a la democracia.

Se trata de los textos "Narrativas periodísticas y escándalos políticos", de Guillermo Sunkel; "Treinta veces libertad: la censura nuestra de cada día", un conjunto de testimonios recopilados por Rafael Otano; y "Mordazas de la Transición", que reúne los trabajos realizados por el Programa de Libertad de Expresión de nuestro Instituto entre 1999 y 2001.

"Narrativas periodísticas y escándalos políticos", del Director del Centro de Estudios de la Comunicación, Guillermo Sunkel, se centra en la cobertura periodística de los casos MOP - Ciade y Corfo - Inverlink, para sostener la tesis de que el periodismo ha experimentado un cambio fundamental en el último tiempo, dejando de ser informativo para convertirse en narrativo. Según explicó el académico, hoy asistimos a un cambio de envergadura, al incorporarse elementos ficcionales al material periodístico, dándose lugar a estructuras narrativas incompatibles con lo informativo.

Esto ha traído como consecuencia, sostuvo Sunkel, el desdibujamiento de la relación entre las zonas duras (política, economía) y las zonas blandas (espectáculos, deporte) de los diarios. Además, el discurso narrativo opera en el periodismo de manera abductiva, de manera que a partir de un dato se prefigura un relato, o sea, el periodista parte de una teoría del acontecimiento. Por otro lado, el crecimiento de lo narrativo ha llevado a acrecentar la importancia noticiosa de los casos, haciendo que, como afirma Aníbal Ford, lo micro sea más valorado que lo macro. El uso de los casos tiende a la generalización, y se suele establecer una relación del caso con una serie social. Así, los temas que vemos en la prensa parten de la suma de varios casos, formando una serie narrativa.

Sunkel se refirió a la "lógica del escándalo" como la manera de operar de los medios en casos como el de Corfo - Inverlink o MOP - Ciade. Aquí la narración parte del suspenso y además se refiere a una persona: "Es una narración primitiva, vertical, donde hay una ritualización de la acción, y se separa a héroes de villanos exigiéndose al lector tomar partido". Tal como en la novela rosa.

De esta manera, en los escándalos de corrupción hay justicieros - que serían los jueces -, traidores - las instituciones y autoridades públicas - y una víctima: el público. En esta estructura, "los diarios asumen el rol de defensores y la prensa se presenta a sí misma como ayudante del justiciero, a la vanguardia de la transparencia", explicó.

Así, la prensa ha encontrado en el periodismo narrativo una instancia privilegiada de autolegitimación: la resurrección del mito del Cuarto Poder, asumiendo que hay una verdad y que ésta debe ser mostrada: "Ante la ausencia de un verdadero periodismo de investigación, el periodismo asume la serie del escándalo para reencontrarse con la misión de defender a los ciudadanos".

Rafael Otano: "La transición volvió ovejunos a los valientes de la dictadura"

Rafael Otano, Carlos Peña, Faride Zerán y Jorge Litvak

Guillermo Sunkel, profesor de nuestra Escuela

El profesor Rafael Otano se refirió al libro "Treinta veces libertad: la censura nuestra de cada día", donde recopila las experiencias de treinta personajes con respecto a la libertad de expresión durante la transición.

El académico destacó aspectos de este periodo que, según dice, eran imposibles de imaginar antes de los ´90. En primer lugar, "el silencio y omisión de territorios completos de la realidad social en los medios y en el debate público", que deviene de la inserción del concepto de "lo periodísticamente correcto". Incluso los medios que habían sido de resistencia, sostuvo Otano, aceptaron esto para no separarse del discurso y proteger así la democracia.

Además el profesor criticó la falta de autorregulación en el manejo del vocabulario que se hace en la prensa, y que sirve para distorsionar las informaciones. "El eufemismo y la omisión se han hecho prácticas comunes", destacó, señalando que la diferencia entre discurso y práctica se repite entre quienes manejan el discurso público. "Se usan palabras engañosas, clasistas y tramposas", dijo, criticando el hecho de que lo periodistas acepten e incorporen estos clichés sin siquiera preguntarse por su sentido, señalando que "los manuales de estilo son planos y aceptan lugares comunes que son la negación de un periodismo auténtico".

El académico destacó que "la transición chilena se ha hecho en un relato de normalidad, como si hubiese sido la única transición posible", señalando que hubo muy pocas críticas y quienes criticaron produjeron indignación en el oficialismo. "La censura de la dictadura se convirtió en autocensura", concluyó, afirmando que hubo un amilanamiento de los periodistas ante el poder económico, político y religioso, "que volvió ovejunos hasta a los más valientes de la dictadura".

Carlos Peña: "Es un error intelectual ponerse nostálgico"

Los asistentes al lanzamiento presenciaron un interesante debate

Gustavo González, Loreto Rebolledo y Jorge Litvak

Luego de las exposiciones de Sunkel y Otano, tomó la palabra el académico de la facultad de Derecho de nuestra Universidad, Carlos Peña, quien se encargó de entregar una visión bastante opuesta y más bien crítica de lo presentado anteriormente.

Respondiendo a las críticas de Sunkel con respecto a la pose fiscalizadora de la prensa, Peña sostuvo que esto no debiera ser sino motivo de alegría. "¿No era esa la función de la prensa?, ¿No debemos aplaudir que medios tímidos se pongan insolentes? A causa de esto se dañan imágenes, pero ¿no es ese el costo de la prensa inquisitiva?", cuestionó.

Si bien el académico reconoció las ideas del profesor Sunkel con respecto al surgimiento del periodismo narrativo, sostuvo que su análisis no es del todo fructífero para comprender ciertas transformaciones, sobre todo en un mundo donde la infraestructura de la comunicación cambia tan rápido. Peña señaló que no hay que demonizar al periodismo narrativo, ya que los vínculos entre prensa y literatura son naturales e históricos.

El profesor destacó que, antes de cualquier análisis, hay que considerar los cambios que ha habido en el consumo de medios: el concepto de público es cada día más difuso, ya que no se reduce a un lector ilustrado y raciocinante. "Hoy hay consumidores de todo tipo de historias y no veo nada de malo en eso", sostuvo. El asunto es que hay una dificultad para reconocer la diversidad de las mayorías. La prensa no cambia porque sí, si se habla de escándalos es porque hoy hay interés por los escándalos de todo tipo, lo que proviene de cambios sociales profundos.

A los medios, sostuvo Peña, inevitablemente los mueve su condición de industrias. "El mercado comienza a disolver nexos entre elites y mercado, actuando una nueva mayoría que incomoda a las elites", señaló, criticando la mirada epistémica y casuística que se hace de la prensa, sin tener una visión amplia del contexto social en que ésta se desarrolla.

También hay cambios políticos que explican los cambios en la prensa, dijo Peña, señalando que la lógica del escándalo no es de por sí fantasmagórica. Así destacó la importancia de que durante este tiempo los periodistas hayan destapado casos de corrupción y pedofilia, cosa que hasta hace poco tiempo no sucedía. "Sería estúpido pensar que la prensa no tiene amarras, pero me parece un exceso quejarse de autocensura... creo que es un error intelectual ponerse nostálgico por temas perdidos". Lo que sucede hoy, señaló, es que los medios muestran lo que les interesa a las audiencias.

Peña sostuvo que la novelización siempre se ha dado, el problema es que hoy causa escozor porque llega a las elites. Sin embargo, concluyó que "esas mayorías a las que las elites de izquierda y derecha miran con desdén, seguirán cambiando esto (la prensa) para mejor".

Cerrando el debate, el rector de nuestra Universidad, profesor Luis Riveros, destacó la importancia de la realización de este tipo de trabajos y discusiones académicas, recalcando que los periodistas deben ser formados en el debate, ya que "es distinto formar a periodistas que formar a empleados de medios".