Crisis del Sistema Previsional Chileno
¿Cambio radical o reformas parciales?
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Augusto Iglesias y Manuel Riesco presentaron sus propuestas en torno al sistema previsional |
Una cobertura completa y pensiones que permitan una calidad de vida digna para la tercera edad son algunas de las demandas al actual sistema previsional. En el auditorio de nuestro Instituto, Manuel Riesco y Augusto Iglesias expusieron sus propuestas para mejorar el sistema.
La cobertura de las AFP e INP, el nivel de pensiones asistenciales y mínimas, los problemas que existen y las soluciones que se plantean fueron los temas expuestos en la conferencia "Crisis del sistema previsional chileno" desarrollada el jueves 10 de noviembre en el auditorio de nuestro Instituto. La exposición estuvo a cargo de Manuel Riesco, candidato a senador por Santiago oriente del Pacto Juntos Podemos Más, y Augusto Iglesias, economista de la Universidad Católica y ex gerente de AFP Habitat.
Considerando el creciente envejecimiento de la población nacional y las bajas pensiones a las que están accediendo actualmente los ancianos, es una preocupación generalizada lo que sucederá con la generación de jóvenes de hoy, para quienes es muy difícil conseguir un contrato, un sueldo fijo y con ello una cotización permanente que pueda asegurar un fondo para la vejez.
Hoy el 10% del sueldo de un trabajador se descuenta para las cotizaciones mes a mes y es colocado en manos de las AFP e INP. El sistema establece que mientras más dinero cotice alguien, más alta será su pensión al momento de jubilarse, ya que ésta resulta de una fórmula donde se multiplica el número de años de cotizaciones por un porcentaje del salario.
Manuel Riesco sostuvo que "este sistema no asegura una pensión digna a futuro ya que ese dinero las AFP lo invierten en la bolsa o se lo prestan a los empresarios, jugando con el dinero de la gente... Las autoridades están más preocupadas de defender el sistema financiero que de las pensiones de los chilenos". Según los datos del expositor, sólo en el mes de octubre las AFP perdieron más o menos 2.5 millones de dólares, que comparativamente significan la mitad de lo que se gasta en educación en un año.
Otro problema que planteó Riesco es la cobertura del sistema, ya que hay personas que quedan fuera de él y no asegura ingresos para la vejez (el total de ancianos que no recibe pensión es de entre treinta y cuarenta mil según la encuesta Cacen). Augusto Iglesias, que tiene una postura menos crítica al sistema de AFP, sostuvo que esto se debe a "que hay gente que no cotiza y otros que cotizan muy poco".
El total de adultos mayores en Chile es de 1.5 millones, de los cuales 1.4 millones recibe pensiones. Estos se reparten en programas que se dividen en tres pilares: para los no contribuyentes (financiados por el estado), para los que cotizan a través de su sueldo y para los que cotizan voluntariamente.
En el primer pilar se encuentran las pensiones asistenciales PASIS, que benefician a personas bajo condiciones de vejez, invalidez o deficiencia mental, que además deben ser pobres y no recibir pensión de ningún otro programa. El problema de las PASIS es que las pensiones que entrega son muy bajas, de 38 mil pesos. Luego están las pensiones mínimas, que se les pagan a los afiliados de alguna AFP o INP que no logran acumular el dinero suficiente para sus pensiones, es decir, que reciben sueldos bajos.
Conformando el segundo pilar y con una cobertura total de entre un 65% y un 66% de las pensiones se encuentra el sistema de AFP e INP, que existe desde la década del 80. Junto con éstas se encuentran las pensiones para las Fuerzas Armadas agrupadas en Capredena y Dipreca, para las cuales el estado aporta un cierto porcentaje según el tiempo y el monto de las cotizaciones.
En el tercer pilar están los programas de pensiones voluntarias, donde cada persona elige la cantidad que quiere cotizar, y que representan un bajo porcentaje de afiliados.
Haciendo una radical crítica a este sistema, Manuel Riesco sostuvo que "claramente los problemas se centran en el sistema de AFP e INP; que conforman realmente el único pilar que existe, ya que a la gente no se le deja optar por otra cosa". Iglesias en cambio señaló que el problema no radica en el sistema de AFP, sino que "los resultados del sistema previsional son el reflejo de lo producido en el mercado del trabajo, donde cada día aumenta el desempleo".
Riesco propuso un cambio radical, señalando que es necesario que volvamos al sistema antiguo, donde el empresario cotizaba por el trabajador y los fondos eran administrados por el Banco del Estado; eliminando al sistema privado definitivamente e implementando un fondo solidario que iguale la pensión de hombres y mujeres - que es más baja-, y que de estabilidad a la pensión contributiva.
Augusto Iglesias, en cambio, expuso una postura más blanda. "Crisis del sistema previsional no hay, perfeccionamientos hay que hacer muchos", sostuvo. Entre estos cuentan mejorar los sistemas de inversiones de las AFP; reformar el sistema de pensiones de las Fuerzas Armadas y de Orden, subir las tasas de cotización y subir la edad de jubilación de la mujer de 60 a 65 años.
A pesar de las divergencias, las propuestas ambos expositores apuntan a que se requieren cambios en el sistema previsional, coincidiendo en que se necesitan más fondos para las pensiones asistenciales PASIS y que urge mejorar los beneficios tributarios.
Texto: Gina Norambuena Martínez
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Fecha
de publicación:
Domingo 20 de noviembre, 2005 |
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