Transgénicos en Chile

¡Mozo, hay algo extraño en mi comida!

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Radiografía de hombre con asbestosis
La industria forestal podría ser afectada por la biotecnología

 

Datos para debatir

Greenpeace ya cuenta con una guía para el consumidor que estipula qué alimentos están libres de transgénicos y cuáles no. Es de distribución gratuita.

Muchos asimilan los posibles efectos de los transgénicos con lo ocurrido con el asbesto. "Hace 50 años, cuando se comenzó a trabajar con asbesto en las fábricas, nadie pensó que ahora se iban a estar muriendo los trabajadores de asbestosis, porque no lo conocían", afirma Verónica Vergara, de Greenpeace.

Los empresarios temen que si Chile no avanza en materia de transgénesis, ocurra como con el salitre del norte: la ciencia finalmente creará productos mejores y más baratos que nuestros recursos naturales. Así lo ejemplifica Dinamarca: "Chile es un país forestal porque los árboles crecen más rápidos que en el norte. Pero eso durará hasta que fabriquen un árbol biotecnológico, que crezca mas rápido y ahí perderemos nuestra ventaja".

Tocar el tema de los alimentos transgénicos en Chile ha sido difícil para organizaciones como Greenpeace, debido al poco espacio que les otorgan los medios de comunicación. Así lo confiesa Vergara: "Cuando tú hablas de que Nestlé y Líder usan transgénicos, estás peleando con economías tan grandes que te ponen la pata arriba porque auspician los noticiarios y diarios de este país".

A pesar de que en Chile se prohibe el cultivo de transgénicos para su comercialización dentro del país, una resolución del servicio Agrícola Ganadero (SAG), de 1993, autoriza la siembra de semillas transgénicas con fines reproductivos. La condición es que el producto sea para la exportación. "Es absurdo, porque compañías internacionales, que se dedican al cultivo y reproducción de semillas, usan los campos chilenos y después venden la cosecha a la industria de alimentos de Estados Unidos. Después nosotros comemos los alimentos que ellos producen con semillas chilenas", señala el gerente medio ambiental de la Sociedad de Fomento Fabril (SOFOFA), Jaime Dinamarca.

El año 2000, el Ministerio de Salud redactó un decreto para el etiquetado obligatorio de productos transgénicos, que firmó la entonces ministra Michelle Bachelet y el presidente Ricardo Lagos. Sin embargo, la medida nunca se puso en práctica. Actualmente, la Cámara de Diputados acaba de aprobar un proyecto que establece el etiquetado obligatorio para los productos transgénicos. Ahora espera la aprobación del Senado.