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Chile sale al mundo
(cuando se lo permiten)
El juego de las desconfianzas
Empresas nacionales en el extranjero:
Chile sale al mundo
(cuando se lo permiten)

Ha terminado la III Cumbre de las Américas en Québec, Canadá, y pese a las insistentes peticiones para no "alcalizar" la reunión, el libre comercio acabó siendo tema central. No obstante, las dificultades que enturbian a las empresas chilenas en el ejercicio por expandirse hacen desconfiar de este predicado libre comercio.

por Hassan Apud, Fabiola Samhan y Rodrigo Toledo

Desde hace un tiempo a esta parte, las antenas del gobierno (y de todos los de la Concertación) apuntan a liberalizar el intercambio comercial con las alianzas estratégicas más importantes del orbe. Ahora bien ¿qué tan trascendental puede resultar la concreción de estos acuerdos? Los miles de manifestantes que salieron a la calle para protestar en Québec demuestran que el libre comercio no representa una panacea para la población del planeta. Más bien genera inmensas dudas sobre el futuro, en especial para quienes son pequeños productores o microempresarios, quienes ven con temor la competencia descarnada que se está comenzando a incubar, y que al parecer no tiene piedad con los peces más pequeños.

Estos peces pequeños, generalmente productores de un país subdesarrollado o en vías de desarrollo, han vivido en carne propia la aparición de nuevas artimañas en el actual sistema económico mundial. Todos tratan de proteger lo suyo, es verdad, pero siempre a costa de alguien que sale perjudicado.

En los últimos tres años las acusaciones de dumping (competencia desleal) en contra de productos chilenos se han triplicado. Se prevé que esta situación cada vez será una tendencia mayor porque hay más intercambio comercial y esta es una forma, entre otras, que los países usan para protegerse.

En los últimos años distintas empresas nacionales han sido acusadas de dumping tanto en Estados Unidos como en otros países, lo que ha significado importantes desembolsos de dinero para las compañías en la defensa, aunque sean inocentes. En el caso de algunas, incluso, la situación las ha llevado a la quiebra. Le sucedió a CMPC en Brasil el año pasado, a los productores de uva este año, a los salmoneros en el pasado cercano y ya parece una costumbre periódica que a los productores les significa una millonada en abogados y un desmedro a su capacidad de competir. Hay que recordar que cuando los tribunales norteamericanos determinan la existencia de dumping, se aplica una sobretasa al producto extranjero, que va a dar directamente a los bolsillos de los "inocentes" acusadores.

La expansión de la inversión nacional hacia el extranjero ha tenido también otras trabas, como los países que, a raíz de una crisis interna, deciden elevar los aranceles aduaneros. Tal es el caso de Argentina, que con la llegada del ex ministro Domingo Cavallo como "Baywatch" de una economía en su tercer año de recesión elevó sus aranceles. Según la Cámara de Comercio de Santiago, se produjo un incremento en 0,8% de arancel efectivo general (de 3,6% a 4,4%) que pagan los productos chilenos en Argentina.

Y suma y sigue, pues están también los problemas ambientales, la xenofobia y otras vallas que las empresas criollas -a estas alturas, dotadas de cuero de chancho- deberán superar si su objetivo es trascender las limitadas fronteras del comercio interno.

Lucchetti: el monstruo de los Pantanos de Villa

Uno de los casos que más polémica ha causado, es el litigio por la instalación de la fábrica de pastas Lucchetti, perteneciente al grupo Luksic, en una reserva ecológica peruana denominada Pantanos de Villa, donde habitan más de 550 especies de aves.

Esta historia no es reciente, data de 1996 cuando por la cifra de 1.500.000 dólares, se adquirieron 5 de las 296 hectáreas –hace 20 años eran 600- y se comenzó la construcción de la planta bajo un permiso del SERPAR (Servicios de Parques de la Municipalidad de Lima), pero al parecer, este certificado de compatibilidad era para industria ligera, por lo que el alcalde y enemigo del fujimorismo, Alberto Andrade inició una batalla judicial que todavía continua.

Esa vez, la Corte Suprema favoreció a la empresa chilena, y nuevamente puso en discusión el veredicto judicial, por el descubrimiento de una alta red de corrupción que se inició con el Presidente anexando a las fuerzas armadas y al poder judicial. Esto, sumado a más de 1.590 cintas conocidas como "vladivideos" que involucran entre otras personas al ex presidente de Lucchetti en Perú, Gonzalo Menéndez, en una conversación comprometedora, en la que expresa la exigencia de que la resolución judicial sea a favor de la firma chilena.

Así, el conflicto que podría pensarse como un abuso más hacia las empresas chilenas en el extranjero para reducir su competitividad respecto al mercado local, pasa a tener un cariz oscuro e irregular que aún no ve solución pronta.

Por un lado, el consorcio chileno defiende su inversión que alcanza los 100.000.000 de dólares y que genera 300 puestos de trabajo, argumentando que la planta ha incorporado desde sus inicios una tecnología limpia y planes de mitigación compatibles con los estándares ambientales, sin producir deshechos como sí lo hacen según ellos, las empresas vecinas como 3M y Kimberly.

Desde el ángulo opuesto, están los grupos ecologistas liderados por el Alcalde de Lima que defienden uno de los últimos reductos ecológicos de la sobrepoblada capital peruana –el 17% del área verde de esa ciudad- y han trasformado un tema mayormente judicial en un conflicto nacional, con una campaña de desprestigio hacia la fábrica de Lucchetti, acusándola de corrupción de funcionarios y tráfico de influencia. Llamando a no consumir sus productos, petición que no ha sido escuchada por la ciudadanía, pues las pastas de dicha marca lideran el mercado con un 30% del consumo.

A pesar de lo anterior, Andrade espera que se reabra el caso y se cambie la resolución dada por el juez Percy Escobar en 1998, aunque en términos legales el caso esta jurídicamente zanjado y aún así se decrete que el juicio fue fraudulento, la norma señala que ésta tiene un plazo de caducidad de seis meses, período que ya se cumplió.

De esta discusión donde cada cual pareciera tener sus razones de peso, surgen preguntas; pero todas tienen respuestas convincentes. Como ¿Por qué Lucchetti se empeñó en construir su planta en las inmediaciones de Pantanos de Villa? Y la explicación tiene una razón logística. El lugar se encuentra a un kilómetro de la carretera panamericana sur, lo que le da acceso a los principales mercados mayoristas de Lima y se ubica a 10 kilómetros de un muelle granelero que permite descargar trigo sin cruzar toda la ciudad.

Su disposición a apoyar a la empresa chilena Lucchetti en la disputa que la firma mantiene con autoridades municipales peruanas, manifestó el Ministro del Interior, José Miguel Insulza, quien además criticó la manipulación de este tema con fines electorales en dicho país.

"Me parece perfectamente justo que las empresas se tengan que ceñir por las leyes de los países en los cuales se establecen. Pero esas cosas deben verse en los tribunales de justicia y no sobre la base de una política de linchamiento ante la opinión pública", expresó el ministro al ser inquirido por la situación que enfrenta la firma chilena en Perú.

En tanto el Canciller peruano, Javier Pérez de Cuéllar, cerró toda posibilidad de intervención de su gobierno por el caso Lucchetti en Perú por cuanto, dijo, "se encuentra radicado en los tribunales de justicia".

Cabe destacar que Lucchetti entró al mercado inca después de un estudio de riesgo y determinados convenios que resguardan la inversión extranjera. Este es uno de los puntos por los cuales los gobiernos no han querido inmiscuirse dejando todo en manos de la resolución judicial. En este punto es importante destacar los temas que se debatieron en la III Cumbre Interamericana en la cual se sobrepuso las necesidades de una economía libre ante las restricciones laborales y medio ambientales. Bush a diferencia de Clinton, influenciado por grupos ecologistas y sindicales, tiene una política más realista y de mayor agresión frente a la protección del libre mercado. A pesar de ellos hay analistas políticos que hablan de que estos dos objetivos deben ser planteados como paralelos y no como contraopuestos para poder satisfacer ambos equitativamente.

El problema que enfrenta Lucchetti en Perú fue considerado por el presidente de la Cámara Chileno-Peruana de Comercio, Sergio Málaga, como un hecho aciago que no debiera afectar las inversiones del grupo Luksic en el país andino, puesto que los ejecutivos de la empresa realizaban un legítimo ejercicio de lobby cuando se entrevistaron con el ex asesor de Fujimori, Vladimiro Montesinos, y en definitiva fueron ellos los perjudicados, porque se violó su derecho a la privacidad.

"En todos los países del mundo se hace lobby. Hay que defender los intereses de las inversiones", aclaró el dirigente. "No es lícito que a nadie se le tome su opinión sin que, al mismo tiempo, se le esté informando que ésta se va a dar a conocer públicamente", como ocurrió en este caso.

Sergio Málaga aseguró que pese a la polémica suscitada "las cosas se van a manejar con el mayor y más absoluto apego a la justicia".

Es más. El dirigente gremial proyectó un aumento de los capitales de nuestro país hacia la nación andina, donde ya existen unos 300 empresarios chilenos, dado el clima de transparencia actual que reina en Perú.

Mientras, el ministro de Economía y Finanzas del Perú, Javier Silva Ruete desestimó que el Poder Ejecutivo de su país intervendrá en este problema, que es considerado por lo demás como una cuestión netamente judicial.

El infierno de LanPerú

Manejos poco claros y ataques constantes de sus socios han significado la pérdida total de derechos de LanChile en esta compañía.

Entre las crisis que han sufrido las empresas chilenas en el extranjero en el último tiempo se cuenta la de LanPerú, empresa de la cual Lan Chile posee el 49% de las acciones.

Las continuas desaveniencias legales entre la empresa chilena y su socio, PerúVal, determinaron que de la justicia peruana emanara una medida cautelar que le suspendió sus derechos políticos, retirándolos del directorio. El hecho es sumamente grave, pues Lan Chile, como accionista mayoritario, pretendía efectuar cambios en el directorio y reorientar las políticas del servicio aéreo.

PerúVal, sin consentimiento de nadie, nombró nuevos directores y asesores externos, desconociendo los derechos de la compañía chilena. Según informó la empresa en la junta, en la que participaron sólo ellos, se procedió a nombrar nuevos directores y asesores externos, sin precisar nombres.

En todo caso, la disposición precautoria de la justicia peruana que impidió la participación de Lan Chile como accionista de LanPerú no es antojadiza. Todo este problema se basa en las acusaciones que pesan sobre LanChile por la utilización poco transparente de los derechos de carga en los vuelos de Lima a Miami.

La sucesión de hechos determinó que una magistrada peruana acogiera la petición de Peruval de sacar a Lan Chile de la administración de LanPerú, interviniendo la compañía. Las secuelas de esta acción judicial incluyeron, además, el término de los vuelos internacionales y domésticos de la aerolínea.

No obstante, la compañía nacional no culpa a la justicia peruana del conflicto, sino que descarga todos los dardos sobre su socio PerúVal, representado por el ex presidente de LanPerú, Lorenzo de Souza. Según ejecutivos de Lan Chile, Souza habría convencido a varios jueces para que los sacaran definitivamente del mercado.

Por ahora, la decisión de Lan Chile es permanecer en el mercado peruano y luchar por recuperar el patrimonio de LanPerú que se ha visto fuertemente afectado en términos de imagen a raíz de este conflicto. No obstante, los cambios políticos y el reordenamiento que vive el vecino país hacen difícil una pronta solución. De hecho, mientras no haya un gobierno legítimamente elegido es difícil que las instituciones del país, y sobre todo el poder judicial, funcionen correctamente. Por esta razón, una solución pronta al conflicto se ve más que difícil, y lo único que Lan Chile puede ver claramente en su horizonte.


Foto: El Mercurio