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El mercado de los sexshop en Chile:

Negocio caliente

Los 25 nuevos locales especializados que se abrirán antes de marzo, dan cuenta que el comercio de pornografía y accesorios sexuales en nuestro país está que arde. Ni la crisis ni la pacatería han logrado inhibir este millonario consumo entre los chilenos. Tanto así, que se realizó la primera Feria del Sexo y The Moroso estuvo ahí para contarlo.
por Alejandro Morales y Maximiliano Valdés

Huérfanos con Santa Lucía es, sin lugar a dudas, las esquina más hot de Santiago. En ella, a sólo metros de distancia coexisten los dos principales sexshop de la capital -Velvet y Gallery- que, si bien no son los más antiguos y que existen otros cinco por Internet, son los primeros en exhibir su singular mercadería directamente en la vitrina. Ahí se pueden ver desde audaces portadas de revistas extranjeras hasta preservativos fluorescentes y de distintos sabores. Y en el interior de los locales, consoladores cuyo tamaño varía según el gusto del cliente y los más osados videos porno, incluidas las primeras producciones nacionales: "Confesiones de una adolescente (ninfomaníaca)", "Hanito, el genio del placer" y "Apelación sexual".

El primero pertenece a la cadena Amsterdam, del empresario holandés Henk Nijholt, quien también tiene otra tienda en la capital (Nueva Los Leones con General Holley), en Valparaíso y La Serena, a las que de aquí a marzo del 2002, sumará ¡25 nuevos locales!, abarcando ciudades como Antofagasta, Calama, Temuco y Viña del Mar.

Avecindado desde hace cinco años en estas tierras y con una polola chilena -"quien me entiende porque este es sólo mi trabajo"-, Nijholt contempla una inversión inicial de 250 mil dólares, entre juguetes para adultos, revistas pornográficas, películas triple equis y lencería erótica. Es que este administrador ya piensa en grande, avalado por sus socios de los Países Bajos, con una vasta experiencia en el barrio rojo de la ciudad homónima a sus locales. Según contó, los ejecutivos de la productora Seventeen, una de las más importantes a nivel europeo, y quienes le han dado distribución exclusiva de sus películas, ya estén pensando viajar hasta nuestro país a realizar castings con chilenos.

Si encontrarán modelos como las del viejo continente puede ser relativo, pero de que es un negocio rentable, no caben dudas. "Siempre el porno te va a dar de comer. Pasa mucho que debido a los vaivenes de las economías, algunos sectores dejan de ganar durante ciertos períodos. La pornografía siempre está bien -sonríe-. Siempre vienen los clientes hasta el sexshop y gastan dinero. Nunca baja. En todo caso, una cosa es mantenerse, y otra que te vaya muy bien. Aumentar el consumo es lo que cuesta", confidencia Nijholt.

Gallery, en tanto, por ser más antiguo -diez años en el mercado-, es un local orientado al público tradicional chileno, ese que según confiesa su dueño, Marcos Gallardo, está compuesto por hombres tímidos y mujeres que entran dicen que andan buscando un juguete para una amiga, "no para mí, cómo se le ocurre".

No obstante, según el empresario nacional, la mentalidad del consumidor está cambiando, y ello se refleja en que sus ventas se han incrementado enormemente y ha abierto nuevas tiendas en el centro. "Por lo menos un tercio de la población gusta de películas pornográficas y de implementos que ayudan en el placer sexual. Ahora hay parejas que demuestran soltura y que entran a la tienda y gastan treinta mil pesos en un consolador o un vibrador que les resolverá problemas de estimulación", comenta.

Mall del sexo

Dado el auge que ha experimentado el rubro en la última década, nada de raro estos artículos sean incorporados en la canasta familiar con que se calcula el IPC. De ello están convencidos los dueños de los sexshops capitalinos, principales organizadores de la Primera Feria de Sexo y Arte Erótico de Chile, realizada entre 11 y el 14 de octubre en el Centro de Eventos Laberinto.

"La pornografía no es nuestro mayor interés en la feria, puede que se venda bien, pero no es la idea de venir aquí", dice, en primera instancia, a The Moroso un vendedor detrás del mesón de Amsterdam en el recinto. Pero añade: "De todas formas, tenemos un sorteo de 10 películas triple x que son bien atractivas, pero le queremos dar preferencia a los aparatos y accesorios a la hora de promover la tienda", mientras pone la mirada en unas bombas de vacío para fortalecer las erecciones, prendas de látex y diferentes artículos de uso privado y misterioso que tiene a la venta. De todas formas, no pierde la oportunidad de mostrar su lista de precios de videos porno: 8 mil las europeas, 7 mil las nacionales y 15 mil los DVD. No se refiere a descuentos o películas piratas, pues "están trayendo mucho atado y es mejor hacerlo legal".

En el stand del Gallery, que también se presentó al evento se expresa la misma política, "todas las cintas a 5 mil, que igual es barato, pero la gente se ha interesado más por los vibradores y las cosas que no conocían. Es que el porno igual es conocido, pero nosotros tratamos de ofrecer algo más que eso. Algo que complemente la sexualidad y logre ese contacto con el cuerpo sin miedo al placer que le hace tanta falta a los chilenos", cuenta la anónima jefa del local, instalada en un pequeño escritorio que le sirve de caja.

La entretención para adultos (extraño eufemismo para la pornografía y los juguetes eróticos) trató de sobrepasar la imagen pervertida y marginal en esta primera feria temática sobre el mercado del sexo en Santiago, para acercarlo a la fantasía, la desinhibición y la responsabilidad personal y colectiva de la sexualidad. A los sexshops mencionados, se les sumaron sus complementos literarios y fotográficos, más una tienda de bromas y otra de tatuajes. Todo ambientado con cuadros, performances y música ad hoc, de manera que espontáneamente nacían conversaciones y charlas motivadas por la curiosidad y la confianza de un lugar predispuesto a un tema más limitado por la vergüenza que por el tabú.

La oferta de artículos fue de lo más variada: desde los chocolates artesanales con formas genitales; condones de las más diversas características de olor, sabor, color y texturas; vibradores con múltiple velocidad, tipos y tamaños (cuyos precios iban desde seis mil hasta sobre los 40 mil pesos); bombas de vacío para "erecciones perfectas y tratamientos de crecimiento del pene" (desde 15 mil pesos); ungüentos que prometen una mayor excitación y placer; anillos de pene "que retardan la eyaculación y ayudan a mantener el miembro erecto por sólo ocho lucas"; y unas misteriosas bolitas unidas con un cordel cuyo uso no fue explicado (pero que collares decorativos, claramente no son).

Fantasías fotográficas

Tal vez el puesto más original de la feria fue una pequeña mesa casi perdida al final de un pasillo. El único producto presentado era un libro con fotos. Al hojearlo se veían variadas fotografías eróticas, bastante llamativas, todo con distintos personajes y ambientación. El dependiente a cargo explica: "Somos una productora que hacemos books eróticos de estudio. La gente viene y nos dice lo que quiere, entonces armamos escenarios, le prestamos vestuario, maquillaje y todo lo posible para poner en las fotos sus propias fantasías sexuales", agregando que éstas pueden ser sadomasoquistas, transformistas, artísticas, individuales, en parejas, grupales y hasta zoofílicas, dependiendo de los gustos del cliente. La intención es que quede lo mejor posible, así que se ensaya y hacemos que la gente se relaje. Después entregamos siete fotos, más una ampliación y todos los negativos para asegurar la privacidad".

El nombre de la agencia es Versus y los precios van desde 15 mil pesos para una sesión individual. Aumenta entre más gente y más exigencias requiera el trabajo. De todos modos, aseguran gran calidad y el apoyo de maquilladoras, iluminadores, diseñadores y fotógrafos para que el cliente quede conforme. El teléfono de contacto es el 09-6941508. Pasamos el dato porque, quien sabe, más de alguna persona, fuera de su vida privada, anhela con convertirse en porno star.

Butacas XXX

Dos meses después del debut oficial de las salas triple equis en Chile, el negocio ha demostrado ser tan rentable que, según informaciones de prensa, ya se anuncia el próximo debut de dos nuevos cines especializados en cintas porno en el centro de Santiago, uno de los cuales estaría dedicado exclusivamente al mundo gay.

Fuera del cine Apolo, ubicado en la calle Diagonal Cervantes, está funcionando con excelente taquilla el Hard Cinema, en el ex teatro El Ángel. Mientras el Apolo ofrece un programa doble con dos filmes europeos, el Hard Cinema proyecta una película norteamericana. A pesar de que los argumentos de las tres películas no difieren mucho entre ellos existen espectadores de sobra para las dos salas.