Comunicarse.
Esta simple acción ha tomado gran importancia en el último
tiempo. Incluso se habla que estamos frente a una nueva revolución
industrial, donde las tecnologías se desarrollan en el ámbito
de las comunicaciones.
Cada vez es
más fácil producir equipos de alta tecnología.
Se dispone de mano de obra barata alrededor del mundo, y de gran
cantidad de expertos capaces de diseñar las mejores soluciones
tecnológicas mes a mes.
Tan vertiginoso se ha vuelto el crecimiento tecnológico en
comunicaciones que por estos días, que el que no tiene teléfono
celular es visto como un bicho raro, parte del pasado.
Hoy es posible ver televisión a través del teléfono
celular. Hace ya mucho tiempo que se puede navegar por Internet
y enviar e-mail. Es que ahora los celulares se llaman Sistemas de
Comunicación Personal (PCS en inglés) y son la apuesta
que realizan las empresas de telefonía. La idea es que a
través del aparato uno tenga múltiples posibilidades
de comunicación, no sólo la telefónica, sino
por Internet, por mensajes cortos o por e-mail. Por esto, además
de incluir tecnología de punta al fabricar un teléfono
celular, las empresas deben velar que su producto sea el mejor en
posibilidades de comunicación.
Sin embargo, la memoria es frágil. Muchos olvidan que los
inicios de este aparato fueron más bien patéticos
y dignos de recordar.
Kilo y medio
Martín Cooper trabajaba para la estadounidense Motorola desde
1954. Su misión era desarrollar aparatos portátiles.
Uno de sus primeros aportes fue un radiorreceptor portátil
para la Policía.
La
empresa decidió diversificarse de su más cercana competencia,
AT&T, que fabricaba teléfonos móviles para automóviles.
Motorola quería que sus usuarios pudieran llevar sus teléfonos
a cualquier parte, no sólo dentro del vehículo.
El 3 de abril de 1973 Cooper se detuvo en una calle de Manhattan
(por esos días con las torres gemelas recién inaguradas)
y tomó el teléfono celular que había creado.
Éste pesaba más de un kilo y medio y permitía
hablar sólo media hora antes de que se agotara la pila. Ante
la curiosidad de los transeúntes realiza la primera llamada
por un teléfono celular. En forma irónica, llamó
al jefe de investigación celular de AT&T.
Fue así como Cooper pasó a la historia por crear el
primer celular y hacer la primera llamada por uno de estos teléfonos,
97 años después que Alexander Graham Bell solicitara
la patente para inscribir su teléfono electromagnético.
No fue sino diez años después de la realización
de esa llamada, que apareció en 1983 la primera versión
comercial del Motorola DynaTAC. Desde ese momento, la tecnología
comenzó a crecer de manera vertiginosa. En menos de tres
años, solo esa empresa tenía más de 80 modelos
de teléfonos móviles.
Nokia y Ericsson en Europa y Sony en el Asia comenzaron a competir
en el mercado. Al poco tiempo el objetivo de las empresas era desarrollar
el teléfono más pequeño, con la mayor cantidad
de servicios.
Es así como en el año 2002, Sony y Ericsson se fusionaron
para crear el mejor teléfono del mundo: el T68i. En Chile
es comercializado por EntelPCS a un precio de 250 mil pesos. Su
peso es de 84 gramos, tiene pantalla a color, puede conectarse a
un PC, y la batería permite hablar entre 9 y 12 horas seguidas.
Comparándolo con el primer móvil, el avance ha sido
realmente increíble.
Chilito
El 8 de marzo de 1996, se fusionaron en Chile CTC Comunicaciones
Móviles SA y VTR Celular SA, creando así Startel,
la más importante empresa de telefonía celular en
ese momento.
Así empezó el negocio en Chile. Lentamente se fueron
sumando Bellsouth, Entel y la tímida Smartcom. A fines de
1997, Telefónica compró todas las acciones de Startel
y pasó a llamarse Telefónica Móvil.
Años más tarde, la Subsecretaría de Telecomunicaciones
obligó a terminar con el sistema que operaba en Chile, que
obligaba al propietario de un celular a pagar también el
costo de la llamada. Nació el "Quien llama paga".
Tal vez el hito más importante en la telefonía celular
chilena, aunque a su competencia le duela admitirlo, lo estableció
Entel PCS. El año 1998 creó la campaña publicitaria
de Faúndez, un maestro de oficios múltiples que utiliza
el teléfono celular para no perder ningún "pololo".
A través del sistema prepago, controlaba su gasto y, aunque
se acabara el dinero para llamar, el teléfono todavía
recibía llamadas.
Fue con esta campaña donde la gente comenzó a comprar
teléfonos de prepago, con un precio promedio de 40 mil pesos,
equipos pequeños y livianos y que generalmente incluían
la mitad del precio en llamadas o minutos.
Poco a poco las empresas fueron posicionándose en el mercado.
Smartcom, aunque fue adquirida por el grupo Endesa España,
no ha sido capaz de mejorar su señal. Cuando pensaba colocar
más antenas ante los reclamos de sus usuarios, las leyes
para colocar las repetidoras de señal se hicieron más
duras e hicieron más difícil la instalación.
Entel y Telefónica iniciaron una competencia fuerte que se
mantiene hasta hoy, mientras que Bellsouth tiene su público
cautivo y no compite de gran forma contra las dos grandes.
QRS XTR?
El
año 2002, las empresas de telefonía móvil se
unieron por primera vez, en una de las decisiones más inteligentes
de su corta historia en Chile. Permitieron el envío de mensajes
de texto desde y hacia celulares de cualquier compañía.
De esta forma, se puede mandar mensajes desde un móvil Entel
a uno Smartcom sin problemas.
Entel PCS inició este año una agresiva campaña
publicitaria con un modelo usado hace ya varios años en el
resto del mundo, creando un lenguaje de abreviaciones para decir
más cosas en un solo mensaje de 160 caracteres. Comnkt c/
tu cel, significa comunícate con tu celular. Claro. En el
mundo, de un tiempo a esta parte, el SMS (short message service)
es toda una moda, sobre todo en los jóvenes, que gastan menos
dinero para comunicarse con sus amigos.
Un mensaje de texto vale 50 pesos para el que lo envía. "Vas
a la fiesta?" envía uno. "Sí", contesta
el otro. Este sólo acto de comunicación vale 100 pesos,
50 por cada parte. Si uno llamara al otro, probablemente hablarían
más de un minuto entre saludos y preguntas y gastarían
alrededor de 300 pesos, que es el precio promedio del minuto de
llamada.
El futuro está en los SMS en el segmento juvenil. Tanto es
así, que el popular servicio de mensajería de Internet
ICQ, permite enviar mensajes desde ICQ a celulares, siempre y cuando
las compañías móviles estén habilitadas
para ello. En Chile todavía no se puede hacer uso del servicio
porque ninguna empresa lo tiene.
Se ha avanzado bastante en telefonía móvil en Chile,
y el futuro se ve auspicioso, siempre y cuando las empresas estén
al servicio de los usuarios y no se preocupen sólo del lucro.
En los nuevos planes se cobran 30 pesos por minuto al que recibe
una llamada, lo que sería un retorno a los tiempos cuando
no existía el Calling Party Pays (quien llama paga) . Por
ahora no hay leyes que impidan esto, pero el tiempo dará
la razón a los usuarios y se llegará a un momento
en que las empresas obtengan el máximo beneficio del negocio,
pero sin perjudicar a los consumidores que finalmente son los que
hacen posible el crecimiento de las empresas.
N de la R: al momento de escribir este reportaje, el periodista
envío un SMS y recibió dos llamadas.
|