N A C I O N A L
Nuevo Sector Gastronómico en Providencia:
La propuesta vanguardista de Mucca llegó para consolidar un sector gastronómico que ha abierto nuevos puestos de trabajo y reactivado un barrio olvidado de la zona Oriente.
Foto: www.chile.com
El Barrio Sagrado
Desde hoy, cada vez que quiera salir a cenar podrá optar por alguno de los restaurantes que ofrece la nueva área gastronómica nacida casi en el límite de las comunas de Santiago y Providencia. De cómo se insertan en el mercado y qué ofrecen al cliente hablamos en este reportaje.
por Nicolás Román

Tres metros de acrílico en franjas negro y celeste revisten la antigua puerta que quiebra desde hace cuatro meses el aspecto vetusto y gris de las calles Bilbao y Avenida Italia. En el mismo sector donde conviven un taller mecánico, una automotora, dos mueblerías finas y un par de almacenes de barrio se yergue este sello con que los diseñadores del restaurante Mucca pretenden atraer a sus clientes.

La puerta de este restaurante es también la primera puerta que un visitante puede encontrar en su recorrido por el sector. Desde ahí hasta Irarrázabal encontrará al menos doce invitaciones a la hora de almuerzo o cena, en precios que fluctúan entre los 8 mil y 25 mil pesos por persona, sin contar el menú a la hora de almuerzo que bordea los 4 mil. Para hallar el de su preferencia, sin embargo, no le quedará más remedio que dejarse llevar por alguna de las discretas presentaciones que los restaurantes del área han instalado -usualmente un pequeño farol, una placa de metal o en casos extremos una puerta que por sí sola marca diferencia con los roídos portalones de las viviendas vecinas - o sólo confiar en la sabia referencia de algún conocido.

Caminar por Condell o por Avenida Italia -las dos calles donde se encuentran las principales propuestas culinarias - sigue siendo a cualquier hora casi tan tranquilo como hace unos años. Aparte de la cercanía de un cuartel de Investigaciones, no hay toldos en la vereda, ni música, ni ruidos ni vendedores acechando a los clientes que se van satisfechos. Eso es precisamente lo que los inversionistas y administradores han buscado para su público: un sitio donde la actividad ocurra entre dos paredes y no exista ningún peligro.

Los vecinos, en su mayoría casas particulares y oficinas, también parecen aprobar la aparición de este barrio. Juan Carlos Navea, arrendatario de Avenida Italia casi al llegar a Rancagua, se muestra conforme, ya que "si bien en el tiempo probablemente los arriendos subirán, el sector sigue muy seguro y poco a poco está modernizándose". Aunque aún es pronto para dimensionar cuánto podría expandirse la oferta, puede estimarse incluso que comience a cambiar el aspecto de la zona en tanto se reemplacen las viviendas más antiguas por espacios diseñados especialmente de acuerdo a las nuevas necesidades.

Para acentuar la diferenciación con que se han posicionado rápidamente en el mercado, algunos sitios como el propio Mucca o el Pónle Cacao tienen sus estacionamientos privados interiores, haciendo aún más cómoda y segura la velada. Para el administrador del primero, Jorge González, la idea de potenciar este tipo de espacios permite que los peligros y vicios que han aparecido en otros barrios como Suecia o Bellavista no se repitan aquí. "A la gente le gusta salir a comer tranquila, sin cabros chicos en las calles o sin prostitución encubierta o abierta", asegura Navarrete.

Seguridad, calidad y buena ambientación son las principales apuestas del nuevo barrio. En la foto, el restaurant Mexicana.
Foto: De Mujer a Mujer

Pero las ganas de montar un sector culinario de excelencia no se quedan ahí. El tema estético cobra verdadera importancia, pues asiste un público exigente que gusta no sólo de una buena comida sino también una ambientación adecuada. Ejemplos no faltan: De Cangrejo a Conejo, con tonos oscuros y una ecléctica decoración de naturalezas muertas, hace honor al abanico de posibilidades que sugiere su nombre. Los Balcones, La Mitad del Mundo y Casa Mexicana sacan partido a su carácter nacionalista con sutiles decoraciones colonial peruana, ecuatoriana y todo el esplendor de la artesanía azteca, respectivamente

Para los más clásicos Greca o la simpleza de Añoranzas de mi Ecuador. Al otro lado, Mucca sorprende con una mezcla de sillones de los años sesenta con materiales más cálidos y una añosa estructura. Para llegar a ello, sin embargo, fue necesaria una completa renovación de las estructuras, al igual que la mayoría de los panoramas de la zona. Al más puro estilo neoyorquino o porteño en Argentina las bodegas centenarias de la antigua fábrica de sombreros Girardi han cedido paso a un amplio salón de mesas negras, piso de madera, paredes de ladrillo pulido y rincones pintados de negro y celeste que han sido realzados con serpenteantes luces de neón. Así de radical ha sido también en los otros locales, usualmente una adaptación de olvidadas casonas particulares que hoy remiten a cuidados salones limeños o a un aire marítimo que incita a un buen plato de pescado.

El nombre Mucca, que en italiano significa vaca, nació con la idea de englobar una serie de conceptos que representan a ese animal. Algunos de ellos se resumen en la simple idea de comer una buena carne, de corte tradicional, mientras que otros aluden a cuestiones más globales, como el carácter sagrado que el animal adquiere en ciertas culturas -haciendo una analogía con lo fundamental que para algunas personas puede resultar una buena comida-. Para cumplir con su objetivo, este lugar, probablemente el de mayor capacidad del área, posee un personal de planta de 32 personas, entre las que se cuentan 10 garzones, 10 cocineros y 5 administrativos.

Además de las consideraciones descritas de buena mesa, gusto estético y seguridad, una oferta de precios que beneficia finalmente al cliente es la ventaja que el encargado de finanzas de Mucca, Leonardo Navarrete, considera preponderante a la hora de elegir estos lugares. Con un volumen aproximado de 350 personas por día durante la semana, que aumenta a 100 más viernes y sábado, el restaurante aporta 200 sillas al volumen de unas mil que se estiman sólo en las 5 cuadras siguientes.

Con ese volumen de personas cada día, el éxito de la mayoría de los locales de comida de la zona no se ha hecho esperar. Otros sitios de perfil juvenil, como la discoteque Oz o el Centro Teatro Italia - que reemplazó a la anterior - no lograron pasar la prueba más importante, la del público, que no los ha premiado con la asistencia esperada.

Al privilegiar una amplia variedad de platos que comienzan con una carta fija para la hora de almuerzo, una bien cuidada ambientación temática, tranquilidad y seguridad, los restaurantes del nuevo barrio han podido demostrar que su objetivo de abrirse espacio en la agenda culinaria de los adultos de la ciudad no está tan lejos de alcanzarse.