M E D I O A M B I E N T E
La Farfana y el Plan de Saneamiento Hídrico:
La Farfana está ubicada en Maipú, en un terreno de 145 hectáreas de superficie.
PURAS CUENTAS ALEGRES


La Planta de Tratamiento de Aguas Servidas La Farfana, que fue inaugurada oficialmente el pasado 29 de octubre por el Presidente de la República, se ha convertido en un verdadero orgullo nacional. Nadie se atreve a poner en duda la larga lista de beneficios asociados a ella. El único pero que se escucha tímidamente es el de algunos consumidores que miran con recelo el recargo que tendrán las cuentas agua.

por Daniela Estrada

Por qué no repertirlo. La Farfana es la Planta de Tratamiento de Aguas Servidas más grande de Latinoamérica y una de las cinco más importantes del mundo. Es considerada la inversión ambiental más significativa de la historia de Chile y la principal obra del Plan de Saneamiento Hídrico. Por sí sola es capaz de tratar el 50% de las aguas servidas generadas por todos los habitantes de Santiago.

Podríamos agregar, además, que gracias a esta instalación nuestro país lidera el ranking de cobertura sanitaria elaborado por la Asociación de Entes Reguladores de Agua Potable y Saneamiento de las Américas (Aderasa). Tanto en el acceso a agua potable y alcantarillado como en el tratamiento de los residuos líquidos.

Por lo visto, no son pocos los méritos que ostenta La Farfana.

Se calcula que una persona que vive en una ciudad grande usa en promedio 250 litros al día. Sólo en nuestro país se descargan diariamente al alcantarillado cerca de 2 mil 500 millones de litros de aguas servidas domésticas. Las aguas van contaminadas con grasas, detergentes, productos químicos y excretas, entre otras sustancias, y corresponden a una población urbana de 13 millones 822 mil habitantes. Esto, según las cifras que maneja la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS).

Las cuentas de Aguas Andinas

Desde 1999 que se está ejecutando el Plan de Saneamiento Hídrico impulsado por el Gobierno, el cual ha logrado la puesta en marcha de 162 sistemas de tratamiento de aguas servidas a lo largo del país. Los encargados de la construcción y el mantenimiento de estas instalaciones son las empresas sanitarias privadas. Una de ellas es Aguas Andinas.

Su trabajo parte desde la captación del agua en los cursos naturales hasta su devolución al ecosistema. Entre tanto, realiza la producción y distribución del agua potable, la cual también requiere pasar por un complejo proceso.

El Plan de Saneamiento de Aguas Andinas incluye las ya construidas plantas de El Trébol (2001) y La Farfana (2003) y la futura Los Nogales, proyectada para el 2009. Además de otras 13 instalaciones ubicadas en localidades pequeñas. La inversión total de La Farfana fue de 350 millones de dólares y durante su construcción se generaron más de 2 mil 500 empleos. Se calcula que la empresa sanitaria invirtió 65 mil pesos por cada santiaguino.

Con todas estas plantas en funcionamiento se espera descontaminar el 100 por ciento de las aguas servidas de la Cuenca de Santiago. Actualmente, entre La Farfana y El Trebal, se descontamina más del 70 por ciento. Recordemos que a principios de los '90 la cobertura de aguas contaminadas alcanzaba a un 4 por ciento. Y hasta 1998 se trataba sólo el 16 por ciento.

Las comunas -y sectores- que desecharán total o parcialmente sus aguas en la Planta La Farfana son:
Santiago - Providencia - Macul - La Reina - Ñuñoa -San Joaquín - Peñalolén - La Florida- San Miuel - La Granja - La Cisterna - San Ramón - Pedro Aguirre Cerda -Quinta Normal - Lo Espejo - Estación Central - Las Condes - Pudahuel - Lo Prado.

El verdadero costo de todo esto, dicen los más perspicaces, es la privatización del agua nacional. Pero lo cierto es que esta inversión no se hubiera realizado si Aguas Andinas hubiera seguido perteneciendo al Estado. Por lo menos así lo dicen las cifras.

Cuando la empresa Aguas Andinas era parte del sector público, el monto de inversión era de 19 mil 578 millones de dólares (1996). El año 2000, cuando pasó a manos privadas, la inversión creció a 32 mil 013 millones de dólares. Por su parte, en el año 2001 hablamos de 93 millones 697 mil millones de dólares y en el 2002 de 98 mil 186 millones de dólares. Y para el 2003 la inversión siguió creciendo hasta alcanzar los 102 mil 102 millones de dólares.

"El Gobierno decidió privatizar las sanitarias para obtener recursos frescos, los que han sido destinarlos a sectores más prioritarios, como la salud y la educación. Probablemente la inversión en plantas de tratamiento se hubiera demorado más si el agua hubiera continuado en manos públicas. Pero de todas formas son inversiones que en algún momento tenían que haberse abordarse", explica a The Moroso, la jefa del Gabinete de la Superintendencia de Servicios Sanitarios, María Concepción Palominos.

Este traspaso implicó también una férrea fiscalización por parte del Estado. "Cada vez que entra en operación una nueva planta de tratamiento de aguas servidas, la superintendencia realiza un proceso de observación y fiscalización. Y una vez que la SSIS lo autorice la empresa puede aplicar el cobro", agrega.

Costos y beneficios

El positivo impacto que tendrá la Planta La Farfana en la calidad de vida de los santiaguinos es uno de los aspectos que más ha sido destacado durante estas semanas. Es un hecho que se verán reducidos los riesgos de enfermedades contagiosas como el cólera, el tifus y la hepatitis, los que están directamente relacionados con el consumo de producros regados con aguas contaminadas. Según la Organización Mundial de la Salud, en el planeta mueren diariamente 9 mil 300 personas como consecuencia de estas patologías. Con ello se evitará, asimismo, pérdidas de días laborales y escolares.

También se ha puesto incapié en la eliminación de los malos olores en las zonas aledañas a los cauces contaminados y su recuperación como zonas de recreación. Las personas podrán volver a bañarse en los ríos, lo que puede traer importantes consecuencias para la salud mental de los chilenos. Es posible, además, fomentar la industria turística.

Desde una visión netamente económica, el tener acceso a agua limpia para el riego, entrega mayor competitividad para participar en los mercados mundiales, lo cual es parte de las condiciones que se han establecido en los acuerdos de libre comercio suscritos por Chile. No es un hecho menor que las mayores economías del mundo pongan gran énfasis en el tratamiento de los alimentos.

Asimismo, y tal como lo señaló al diario El Mercurio el ministro de Obras Públicas, Javier Etcheberry, se espera que una vez completado el Plan de Saneamiento de la Región Metropolitana, una superficie total de 130 mil hectáreas serán recuperadas para el cutivo agrícola y regadas con aguas libres de contaminación.

La SISS posee un teléfono gratuito (800 381 800) para en caso de duda o reclamos por el servicio entregado por las empresas sanitarias

Cobro a clientes

Desde el 20 de septiembre que los santiaguinos están pagando recargo tarifario por la entrada en funcionamiento de la Planta La Farfana. Pero los usuarios capitalinos -desde el año 2001, por la puesta en marcha de El Trebal- ya cancelaban 400 pesos por consumo promedio de 20 metros cúbicos. Ahora, por los mismos 20 metros cúbicos, están pagando mil 100 pesos adicionales. Sin embargo, los clientes más pobres pueden acceder al subsidio de agua potable. Quienes ya cuentan con este beneficio deben pagar por metro cúbico consumido 27 pesos.

"Acá rige el concepto del que contamina paga. Pero para aplicar los cobros se ha buscado una gradualidad", dice Palominos. La idea es que, a pesar de que en estos momentos el servicio no cubre la totalidad de la región, todos paguen una tarifa. Esto, porque el cobro se asimila a la cuenca donde se encuentran los residentes que generan los residuos líquidos contaminados. "Este es un concepto de justicia porque si el recargose fuera aplicando solamente a los grupos de personas que van teniendo tratamiento, las tarifas serían mucho más significativas", acota.

Todas las tarifas -ya sea de tratamiento de aguas servidas, agua potable o alcantarillado- cubren los costos de operación, inversión, mantenimiento y prevén una rentabilidad adecuada. De todas maneras, confiesa la autoridad, la recepción de las personas ha sido más que positiva. "Nos habíamos preparado para tener una mayor reacción y para atender reclamos de usuarios. Sin embargo, no se produjo un incremento notorio. Creo que surtió efecto la campaña comunicacional de Aguas Andinas y el apoyo de la Superintendencia", concluye la Jefa de Gabinete.

 

Las cifras en términos medioambientales -a escala mundial- son preocupantes. Cacule: el 71 por ciento de la Tierra está cubierta por agua, pero el 97 por ciento de ésta es salada, por lo cual no sirve para el consumo humano. El 3 por ciento restante corresponde a agua dulce, sin embargo el 87 por ciento de ésta se concentra en los polares y glaciares. Sólo el porcentaje restante es utilizable por las personas. Y si le agregamos a esto los elevados índices de contaminación la situación empeora aún más.

Sitios relacionados:
www.siss.cl
www.aguasandinas.cl