N A C I O N A L
Nuevo sistema de concesiones produce cambio en el sistema penitenciario :
Irse en cana ya no será lo mismo

El número de presos en Chile cada año y las cárceles se han visto siempre colapsadas. La calidad de vida de una persona privada de libertad deja mucho que desear. Hacinamiento, pocas posibilidades para la rehabilitación y reinserción laboral son problemas que el Gobierno quiere cambiar.

   
por Angela Quevedo y Daniel Soza

Imagine que es detenido por algún problema que tuvo. ¿En qué es lo primero que piensa cuando sabe que va a ir a la cárcel? De seguro, a su mente vendrá la imagen de un gran compañero de celda, lleno de tatuajes, y que de mirarlo se sentirá amenazado. Le darán sensaciones de asco cada vez que piense en la comida que le darán y lo más probable es que pensará en alguna forma de escapar prontamente de esa pesadilla.

Pues bien, si buscamos actualmente algún argumento para destruir esa idea, la verdad es que no encontraremos nada. Las cárceles que hay en Chile se encuentran en pésimas condiciones, hay un gran número de reos que viven con problemas de hacinamiento, que no tienen posibilidades de insertarse laboralmente pues los recintos penitenciarios y el sistema actual no ofrece un cambio en la forma de vida de los presos, según estudios del Ministerio de Justicia. Más del 50 % de aquellas personas que quedan en libertad vuelven a delinquir, lo que sumado a las constantes fugas desde las diferentes cárceles, dejan una sensación amarga cuando hablamos del tema.

Frente a esta situación, el Gobierno ha comenzado un nuevo proyecto denominado "Programa de Concesión de Infraestructura Penitenciaria", cuyo objetivo principal es avanzar hacia un sistema más eficiente, capaz de otorgar garantías de seguridad a la ciudadanía y, a la vez, proporcionar verdaderas alternativas de rehabilitación para un importante porcentaje de la población penal. La iniciativa la encabeza el Ministerio de Justicia en conjunto con la Unidad de Concesiones del Ministerio de Obras Públicas y según sus propios impulsores representa uno de los mayores esfuerzos realizados en el país en materia de infraestructura penitenciaria. Pero también busca realizar un proceso de modernización a través de una alianza pública-privada. De esta manera, terminar con la compleja situación que enfrenta el sistema penitenciario.

El programa consiste en la construcción de diez establecimientos penitenciarios ubicados en distintas regiones del país. En total éstos tendrán una capacidad que va desde los 1300 a los 2000 internos cada uno, generando más de 16 mil nuevas plazas, en más de 350 mil metros cuadrados construidos, alcanzando un nivel de inversión total cercana a los 260 millones de dólares. Pero la gracia de este megaproyecto es que el dinero no saldría completamente del Estado, sino que se utilizará un sistema mixto de construcción y administración de los recintos penales. Esta modalidad constituye una política de inversión de largo aliento, sin precedentes en la historia, según las propias declaraciones emanadas desde el ministerio.

Para que se construyan las diez cárceles se realizarán períodos de licitación, donde los privados presentan diversos proyectos que cumplan con los requisitos que el ministerio ha colocado previamente. "El concesionario construye el recinto penitenciario, provee todo su equipamiento, realiza la mantención de las instalaciones y presta servicios de alimentación, salud, trabajo, educación y rehabilitación de los reclusos. Por su parte, Gendarmería se encarga de mantener la administración de los establecimientos penales y la custodia de los internos", señala el Subsecretario de Justicia, Jaime Arellano.

El programa se dividió en cuatro grupos a lo largo de todo el país. Estos fueron llamados a licitación de manera independiente y, por lo tanto, no están siendo construidos al mismo tiempo. Se espera que ya para el año 2006 estén todos los establecimientos en funcionamiento.

El grupo I esta compuesto por establecimientos de alta seguridad de Iquique, La Serena y Rancagua, mientras que el grupo II esta compuesto por Antofagasta y Concepción. Ambos fueron adjudicados por el Consorcio BAS S.A., que está constituído por las empresas Besalco S.A.; Astaldi S.A.; y Sodexho Chile S.A. Por otra parte, el grupo III fue concesionado a la empresa Vinci Constructions Grand Projetc, la cual se hará cargo de la construcción de los recintos penales en Valdivia, Santiago I y Puerto Montt. Finalmente el grupo IV es el único que aún no ha sido concesionado, aunque dentro de este primer semestre se realizará su licitación. Aquí se encuentran las cárceles de Santiago II y la cárcel de Talca.

Un resort para reos

Estos nuevos establecimientos son diseñados a fin de permitir una implementación de un eficiente sistema de reinserción social, para lo que se consideran celdas individuales para todos los internos de máxima y alta seguridad. En el caso de los internos de media y baja seguridad, sólo la mitad de esta población dispondrá de calabozos colectivos para un máximo de tres internos en cada una de ellas. Todas los cuartos contarán con baño completo en su interior, aunque aún no deciden el tamaño del espejo.

Como si el cambio no se notará ya, se incorporará en todos los establecimientos, una zona laboral con talleres industriales y artesanales en los patios, que potencien el trabajo y capacitación de internos. Además se implementarán salas de clases normales y técnicas en todos los módulos o bajo la modalidad de escuela centralizada para que los reclusos puedan nivelas las deficiencias que posean en educación.

Pensando en la acumulación de energía que estas personas tienen durante su cautiverio, se deben implementar áreas deportivas en cada módulo y un gimnasio general para eventos mayores.

Para completar este paraíso penitenciario, en cada área deben considerarse oficinas para la atención profesional de los internos, entre las que cuenta una legal, una médica, una social y una sicológica. También debe diseñarse, un área de salud de alta tecnología y capacidad resolutiva, que permita el manejo de especialidades médicas tanto a nivel de policlínico como a nivel de tratamiento, examen y hospitalización, con el fin de evitar la salida de internos de los establecimientos y así las posibles fugas que los malandrines en alguna oportunidad pueden idear.

Estas condiciones, entre otras, han permitido incrementar las superficies construidas y de patios por interno, alcanzando los 27 metros cuadrados por individuo, lo que refleja un brusco cambio desde la deplorable realidad que se vive hoy en nuestras cárceles y el sueño de establecimientos que se anhela para dos años más.

Súper Vigilantes

No sirve mucho tener instalaciones o una infraestructura adecuada para tener a los reclusos si no se cuenta con el equipo indicado para asumir la responsabilidad. Por ende es necesario hacer una implementación en los equipos con los cuales Gendarmería hace su trabajo, optimizando la presencia de la Institución al interior de los recintos. Los gendarmes contarán con circuito cerrado de TV, barreras vía microondas, iluminación estratégica, detectores de humo, planes de emergencia y sistemas de allanamiento tecnológico. Todo lo que pudo ver usted en la última película norteamericana, donde al final, el protagonista igual lograba escapar.

"Aquí se conjugan las eficiencias de dos sectores: del privado en la edificación y tecnología de punta en seguridad y del estatal a través de los conocimientos de Gendarmería en materia penitenciaria que son reconocidos en toda Latinoamérica", aclara el Director Nacional de Gendarmería, Juan Carlos Pérez. De ahí que los desafíos son bastante claros. Todos los funcionarios que trabajen en los nuevos recintos penales deberán recibir una capacitación adecuada y permanente para hacer su trabajo de la mejor forma. Además, la preparación para los nuevos funcionarios de Gendarmería también se va modificando para que los problemas y las ineficiencias que en algún momento se presentaron, aparezcan nuevamente.

De vuelta a la selva...

Una vez que los reclusos recuperan su libertad, las posibilidades de volver a delinquir están siempre presentes. De hecho el porcentaje de personas que logran una óptima reinserción en la sociedad es muy baja, pues sus antecedentes son mal vistos por los empleadores. Actualmente los recursos destinados al área de reinserción no alcanzan a cubrir un diez por ciento de la población penal. En el nuevo sistema se busca dar cabida alrededor de un 80% de la población que albergarán estos penales.

A través del Programa de Concesiones de Infraestructura Penitenciaria se incorpora un sistema integral de reinserción social. La idea es entregar a los internos valores sustentables en el tiempo a través de la creación de hábitos de higiene, de nivelación educacional, de tratamiento psicológico, de capacitación técnica, de actividades laborales, de actividades culturales, deportivas y recreacionales. Es decir, cada uno de los subprogramas no son trabajados de manera aislada, sino que se constituyen en una cadena de valor que sin duda aumenta las probabilidades de reinserción. sostiene el Director Nacional de Gendarmería, Juan Carlos Pérez.

"Es una apuesta arriesgada, aunque con muy pocas probabilidades de llegar a un fracaso, pues el interés por parte de los privados para participar en el programa asegura su éxito" comenta el Coordinador General de Concesiones, Camilo Rojas. Efectivamente, gran parte de los recintos ya están en construcción. y a mediados de este año se dará inicio a la licitación del último grupo. Ya para el 2006, usted podrá tener la tranquilidad que de ir a la cárcel y constatar que su peor pesadilla ya no se cumplirá.


Sitios relacionados
www.mop.cl
www.gendarmeria.cl
www.minjusticia.cl