C O N S U M I D O R E S
El mercado estudiantil:
Cómo nunca, los universitarios son el blanco de múltiples ofertas, muchas de las cuales están dirigidas especialmente en concordancia con sus posibilidades
Juventud divino tesoro...

Los jóvenes y en especial los universitarios son un segmento cada vez más atractivo para las empresas -sobre todo del sector turístico, financiero y las grandes tiendas-, las que al parecer dejaron las suspicacias de lado y se volcaron con todo a la conquista de lozanos clientes, generalmente sin ni uno y ávidos de descuentos preferenciales.

por Ana Yánez y César Vera

Los años universitarios. Una etapa sacrificada de la vida en que las noches se hacen día y los días noches -por los estudios claro está-, en que los gastos casi por arte de magia suben y el financiamiento comienza a decaer.

Años en que el pase escolar es “lo único que no se puede perder”, en que las monedas de a diez son las que verdaderamente aumentan el peso de los monederos. En que se celebra con regocijo el dichoso hallazgo de algún billete olvidado. Tiempo en el que pareciera que el período de “vacas flacas” se instaló perennemente y en que los panoramas gratuitos ocupan los primeros lugares de prioridad.

Pero los estudiantes son un “cheques a fecha” y así lo entienden ciertos sectores económicos. Hasta hace unos años era impensable que las grandes tiendas o ejecutivos de bancos se plantaran a la salida de algunas universidades a la “pesquisa” de nuevos y lozanos clientes.

Este hecho es un claro ejemplo de que en la actualidad los jóvenes y en especial los universitarios son un segmento atractivo para las empresas. Por consiguiente, los alumnos que cursan estudios superiores son, en la actualidad, objeto de múltiples estrategias como ofertas, descuentos, beneficios y facilidades.

“Es importante captar alumnos universitarios en los últimos años de estudio de su carrera, porque pronto serán profesionales”, señaló a The Moroso Gloria Riadi, ejecutiva de negocios del banco Santander Santiago.

“Esta entidad bancaria (con su programa específico para universitarios llamado “Canal Estudiante”) busca que sus jóvenes clientes tengan manejo de cuestiones financieras al momento de insertarse al mundo laboral. Además al confiar en ellos se persigue inculcar un sentimiento de fidelidad con nuestra institución”, agregó Riadi.

“A precio estudiante”

Tarjeta Internacional del Estudiante (ISIC) es una credencial internacional que promueve y facilita los viajes para los estudiantes en el mundo.
Fuente: ISIC.cl

Uno de los sectores especialmente tentados con la idea de apuntar hacia los jóvenes es el sector turístico. Según una encuesta efectuada por el Servicio Nacional de Turismo (Sernatur), en conjunto con el Instituto Nacional de la Juventud (Injuv) respecto de las vacaciones 2003, el 58% de los jóvenes -de entre 17 y 21 años- se toma vacaciones, muchos de los cuales viajan sin la compañía de su familia, decidiendo por sí mismos dónde y cómo pasar el tiempo de descanso.

En la presentación del informe, el director de Sernatur, Oscar Santelices, indicó que los jóvenes representan un nuevo mercado para el turismo interno que aún está poco explorado en cuanto a servicios, promociones y actividades especiales. De acuerdo con otros estudios realizados por Sernatur, el 87% del comercio turístico está dispuesto a realizar promociones para este segmento y un 89% aceptaría coordinarse o asociarse con otras empresas para poder diseñar estas acciones.

Una de las ofertas que se está desarrollando con fuerza en nuestro país es la de un tipo de turismo “a precio estudiante”. Y es que los estudiantes chilenos están viajando, y mucho.

“Últimamente están invirtiendo más en viaje que en otra cosa. Juntan dinero durante todo el año para irse de viaje cuando tienen la oportunidad”, explicó a ThM Carolina Pizarro, ejecutiva de “Andes Experience”, agencia especializada en viajes para jóvenes y distribuidora oficial en Chile de la Tarjeta Internacional del Estudiante (ISIC).

“No es un turismo de lujo. Viajan con lo justo, entonces cualquier descuento es significativo. Por eso antes de viajar preguntan por tarifas preferenciales, se enteran de la tarjeta ISIC y la compran”, comenta Pizarro.

ISIC es una credencial internacional que promueve y facilita los viajes para los estudiantes, otorgándoles descuentos en transportes, pasajes aéreos, seguro de viajes ISIS y además, les otorga beneficios especiales en entretención, alojamiento, museos, restaurantes, librerías, discotecas, tiendas de ropa, etc., en alrededor de 5000 ciudades de más de 90 países.

Desde 1993, la UNESCO reconoce a esta tarjeta como el único documento de identidad estudiantil de validez internacional. Su costo es de ocho mil pesos y su duración es de un año. Los requisitos son: ser estudiante a tiempo completo, tener más de 12 años y menos de 26.

Según la ejecutiva, los descuentos dependen mucho del lugar de destino: “por ejemplo, en Europa las rebajas están más relacionadas con actividades culturales, en cambio, en el Centro y Sudamérica están más ligadas a la entretención”.

“Otra diferencia que se observa es que antes, los estudiantes viajaban por corto tiempo. Ahora no. Se van a una ciudad europea, toman un tren y siguen recorriendo y emprenden regreso desde otro punto. El tipo de reserva tarifa estudiante te permite hacer eso, o sea, aparte que es por un año, tú pagando un cambio de fecha puedes extenderlo hasta el día que se te ocurra dentro del año y hacerlo efectivo desde cualquier otro punto dentro de Europa. Entonces tienes la flexibilidad de tomar un destino y después volver desde otro”, explica Pizarro.

La línea aérea Lan también ofrece tarifas preferenciales para estudiantes de hasta 23 años cumplidos. En este caso es de un 30% de descuento en pasajes para vuelos nacionales. Pero tiene restricciones: no se puede volar en temporada alta, es decir, Semana Santa, vacaciones de invierno y verano, ni durante los fines de semana largo. Pese a las limitaciones, Hugo Rojas, ejecutivo de ventas de la empresa, señaló a ThM que la iniciativa ha tenido buena acogida sobre todo en alumnos universitarios de regiones.

Los bancos y las tiendas no se quedan atrás....

Desde la década de los 90 en adelante los bancos y las tiendas comerciales han incorporado la política de integrar al público joven otorgándoles beneficios que en años anteriores nadie estaba dispuesto a brindar. En la actualidad por el sólo hecho de cumplir 18 años se puede acceder a múltiples opciones, ya sean tarjetas de crédito, préstamos y cuentas corrientes con sus respectivas líneas de crédito, sin tener una renta fija.

Según contó a ThM Benjamín Ruiz, ejecutivo de ventas del Banco Chile, “los jóvenes tienen una serie de beneficios que antes no existían. A nosotros nos interesa mucho atraer al sector joven de la sociedad, pues ellos son los futuros profesionales del país. Creemos en ellos y es importante tenderles una mano”.

En el caso de las tiendas comerciales ocurre algo similar. Falabella, Almacenes París, Ripley y otros han desarrollado, con buena acogida, sus propias estrategias de acercamiento al público joven. Típicamente, ofrecen tarjetas de cuenta con variados beneficios.

“Antes era muy complicado que un estudiante pudiera comprar un equipo de música, una chaqueta o lo que sea de otra forma que no fuese al contado. Hoy el panorama es distinto. Cada joven puede dirigirse a nuestras oficinas y pedir abrir una cuenta. En cosa de horas tiene la tarjeta en sus manos y puede realizar su primera compra, incluso, con un descuento importante”, indicó Patricia Romo, vendedora de la tienda Ripley.

Los bien y mal ponderados

Desde la década de los 90 en adelante los bancos comenzaron a desarrollar una política tendiente a integrar al público joven ofreciéndole servicios como tarjetas de créditos y cuentas corriente sin necesidad de tener una renta fija
Fuente: Banco Santander-Santiago

Desde hace años que los cines y los teatros han solidarizado con la escasez monetaria de los estudiantes. La mayoría de las salas de exhibición en Chile y algunos museos como el de Arte Contemporáneo, Histórico Colonial y Bellas Artes ofrecen precios especiales para los estudiantes, permitiendo un mayor acceso a los panoramas culturales y de entretención.

En la misma línea, el diario El Mercurio dispone para estudiantes de la Educación Superior un descuento del 40% en la suscripción. Esto permite recibir la publicación completa durante un año y pertenecer al “Club de Lectores”, el cual a su vez ofrece múltiples rebajas en compras y eventos. La iniciativa lleva ocho años y cuenta en la actualidad con cerca de 15 mil suscritos. “Esta campaña busca inculcar el hábito de lectura entre quienes serán el futuro de Chile”, explica a nuestro sitio Danitza Devcic, jefa de ventas de suscripciones del diario.

Pese a que los jóvenes en general se han vuelto un público objetivo tentador, aún hay áreas en las que persisten profundas limitantes. Por ejemplo, todavía pesa el rótulo de “carga” en el sistema de salud público o privado y la falta de oportunidades para acceder a estudios superiores en los sectores más desposeídos y medios. Y cómo no hacer una pequeña mención más al Pase Escolar, claro ejemplo de las dificultades que persisten en la búsqueda por mantener beneficios al estudiantado.

Asediados por la publicidad. Centro de múltiples ofertas orientadas a sus intereses y limitado poder adquisitivo. Consumen y viajan. Son los “cheques a fecha” para algunos sectores de la economía. La estrategia que mejor les viene es la de los precios bajos.

Por eso, hasta ahora los descuentos parecen ser los anzuelos más efectivos para los universitarios. Descuentos que en su mayoría se presentan bastante restringidos por horas, días, acreditaciones y prohibiciones, pero que al fin y al cabo igual marcan una diferencia. Es de esperar que esta tendencia arroje saldos positivos en nuevas y mejores oportunidades para los estudiantes en vez de generar un serio problema como sería el de un elevado endeudamiento juvenil. ¡Así sea!

Datos generales cuenta corriente destinada a estudiantes de los últimos años de carrera :

1. Debes tener entre 18 y 29 años inclusive (posiblemente más).
2. Si estás estudiando, algunos bancos aceptan a alumnos dependiendo de la carrera, universidad y/o instituto, y del año que estés cursando. Si bien algún banco podría abrirte una cuenta corriente al segundo año de estudio, la mayoría exige estar en los últimos años de la carrera.
3. Si estás trabajando, en algunos bancos se exige un mínimo de renta y un mínimo de antigüedad laboral.
4. No figurar en el boletín comercial.

(Fuente: Capital Joven)



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