Poco a poco se fue poblando el empedrado patio del centro de eventos del Club de Huasos Gil Letelier. El reloj marcaba las 20:30 y una tenue luz salía entre los arbustos que rodeaban el lugar.
Los amigos, los viejos compañeros de universidad se volvían a reencontrar. Cundían los abrazos, las sonrisas. Pronto, todo fue amenizado con una copa. La oferta era pisco sour o vaina. También había bebida para los que no deseaban alcohol. La noche demostró que ese selecto grupo resultó ser una minoría. No diré nombres, pues puedo arriesgar una querella. O algún aludido puede pensar que se trata de un atentado a su imagen.
Lo mejor, o dentro de lo mejor de la jornada se ubicó en un costado del patio. El "Team Mistral" mostró la cara bonita del marketing del pisco. Bueno, dicen que una imagen vale más que mil palabras.
Especialmente emotivo fue el encuentro de algunos ex alumnos de la primera generación. Pura historia. Ernesto Merino, Antonio Marinovic y Alejandro Cabrera. Alguien se preguntaba cuánta edad sumaban.