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La nueva revolución cultural española

El estilo Zapatero

Tiene cara de niño bueno. Nunca trata mal a sus rivales. No habla golpeado. Pero José Luis Rodríguez Zapatero en un año de gobierno transformó a la sociedad española más que en toda una década.

Se enfrentó con Estados Unidos, consiguió aprobar las bodas entre homosexuales y se convirtió en el nuevo referente del socialismo mundial. Y todo sin dejar de lado la imagen inocente que le valió el apodo de Bambi.


Por Tobías Palma y Sebastián Rivas Vargas



Dos cosas ocurrieron en la segunda semana de marzo del 2004 que transformaron radicalmente el curso de la política en España hasta ese momento. El primero fue el 11-M, el atentado al sistema de trenes interurbanos de Madrid que significó el desembarco de Al Qaeda en Europa y el cumplimiento de una de las amenazas proferidas por Osama Bin Laden.

La segunda fue la inesperada caída del gobernante Partido Popular (PP, centroderecha) en las elecciones del 14 de marzo, y el consecuente ascenso al poder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE, izquierda). La derrota por parte del PP se explicó como una reacción a los atentados: hasta el día anterior a los ataques, los sondeos marcaban una clara ventaja ante los socialistas. Sin embargo, el apoyo entregado por el Partido Popular a la malmirada guerra de Irak liderada por Estados Unidos le pasó la cuenta.

En la otra esquina, el PSOE aprestaba su regreso después de ocho años al Palacio de La Moncloa, sede del gobierno español. Su última salida había sido en medio de una serie de escándalos de corrupción que incluso provocaron que Felipe González, emblemático líder de la colectividad, no pudiera terminar su último período al mando de la nación.

Esta vez el PSOE venía con una cara nueva. Un joven diputado que venció a las figuras históricas del partido, los denominados “barones”, y se instaló con una política de oposición constructiva llegaba a disputar la elecciones con el entonces líder del CPP, Mariano Rajoy. Su nombre era José Luis Rodríguez Zapatero.

Su tierno rostro le hizo presa de una serie de burlas, que van desde su notable parecido al personaje cómico inglés Míster Bean a su apodo de “Bambi”, por lo inocente e ingenuo. Sin embargo, Zapatero no se dejó amilanar: en menos de cuatro años devolvió al PSOE a la primera línea de la política española con su atípico estilo.

Lobo con piel de cordero

Para explicar este fenómeno, en España se habla del “talante” de Zapatero, una palabra que representa su buena actitud ante todo y que le permite ganar la confianza de la gente. El profesor de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile, Rafael Otano, quien además nació y vivió en España, es tajante al plantear lo que, según él, marca al líder socialista:

“El talante de Zapatero es hablar con amabilidad. Nunca se enfrenta con los demás descalificando o atribuyendo malas intenciones. Dice las cosas de una manera que no es agresiva, pero con una dureza tremenda”, señaló el académico a CTN.

Muestra de esa dureza fue la primera decisión de su gobierno: retirar las tropas españolas de Irak, ganándose la enemistad de Estados Unidos. En menos de 48 horas, todos los militares hispanos abandonaron sus puestos y volvieron a su patria. La medida sorprendió a pesar de estar en su programa, porque muchos apostaban que Zapatero no sería capaz de hacer tal desprecio a la alianza con George W. Bush.

Pero vendrían sorpresas mayores: el gobierno español decidió patrocinar una iniciativa que permitiría el matrimonio entre personas del mismo sexo. La medida pareció apuntar directo a la Iglesia Católica, que considera a España como un emblema del catolicismo mundial desde la Reforma, en el siglo XVI, cuando fue una de las pocas naciones que se mantuvo fiel e incluso peleó a favor de los postulados del Vaticano.

Después de meses de durísima lucha, en que los partidarios y detractores de la iniciativa salieron a manifestarse, y la Iglesia encabezada por el papa Benedicto XVI presionó para que la ley no se aprobara, el pasado 30 de junio el Congreso de los Diputados sancionó definitivamente la llamada Ley de Parejas de Hecho, convirtiéndose en el tercer país en el mundo que permite el matrimonio entre homosexuales. Una ley sumamente liberal para uno de los bastiones del catolicismo.

Una feroz disputa

Esta propuesta en particular generó una polarización en la sociedad española. Los sectores más conservadores hablaron de una persecución emprendida por el gobierno de Zapatero en contra de la Iglesia Católica. La situación repercutió hasta Chile. A pesar de las reticencias del Arzobispado chileno a vertir una opinión sobre el tema, el movimiento cristiano Acción Familia destinó gran parte de su sitio web a denunciar la conducta anticristiana del PSOE.

Los fundamentos son frases pronunciadas por los mismos políticos socialistas, que aparecen citadas en el mencionado portal. Por ejemplo, el eurodiputado y destacado dirigente del PSOE Josep Borrel señaló que “detrás del cristianismo se esconden la Inquisición, la tortura, la quema de libros, la aberrante enseñanza moral de la Iglesia en materia sexual”. A través de su actuar, Acción Familia pretende advertir a los chilenos sobre las influencias de las políticas de Zapatero en el programa de Michelle Bachelet (ver recuadro).

CTN intentó conversar con Juan Antonio Montes, representante de Acción Familia, para profundizar en sus impresiones acerca de la situación en España, pero hasta el cierre de esta edición éste se encontraba fuera del país.

Completamente distinta es la visión del secretario de Movimientos Sociales y relaciones con las ONG’s del PSOE y principal impulsor de la Ley de Parejas de Hecho, Pedro Zerolo, quien visitó Chile a comienzos de agosto y conversó con CTN sobre la importancia de su aprobación:

“Es una referencia el que España se coloque entre los tres primeros países en reconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo y en erradicar una intolerable discriminación, que era la que sufríamos los homosexuales sólo por el hecho de serlo. Tiene un valor importantísimo y estoy convencido de que va a generar un efecto de simpatía en el mundo entero”, dijo a este medio el dirigente español.

Zerolo no cree que la política de Zapatero sea en contra de la Iglesia Católica: “Quieren interesadamente aparecer como víctimas cuando no lo son, como agredidos cuando no lo son, y lo único que buscan es apoyar a aquellos partidos que, como el PP, defienden un modelo donde sólo caben ellos”, afirmó el político hispano a CTN.

Cumpliendo sus promesas

Este nuevo estilo de hacer política ha sido aceptado por los españoles. Según dos recientes encuestas, del diario El Mundo y del Centro de Investigaciones Sociológicas de España (CIS), Zapatero es el político mejor valorado, con una nota superior a 5,5 en una escala de 10. Mientras tanto, su partido sigue superando en apoyo al PP por un margen de entre 3 a 5,5 puntos porcentuales.

Otano señaló a CTN que el motivo de este apoyo es la forma en que se ha comportado en su mandato: “Lo que llama la atención es que está cumpliendo lo que había prometido, cosa que en política es extrañísima. Se pensó que Zapatero se iba a echar para atrás, lo que era clásico en España, pero se atrevió a sacar a los soldados de Irak al mes siguiente de ser elegido, y enfrentarse a Estados Unidos”.

Sin embargo, en el horizonte de Zapatero aparecen desafíos duros. Por una parte, la crítica situación que vive la Unión Europea deberá contar con su especial atención, pues España es uno de los países que más se ha beneficiado gracias a subsidios agrícolas y de infraestructura que probablemente desaparecerán a partir del año 2007.

Además, deberá lidiar con las demandas de las comunidades autónomas, una suerte de pequeños estados dentro de España. Si bien Zapatero ha mostrado su disposición a entregar más autonomía, sobre todo en cuanto a la administración de recursos fiscales, las demandas pueden tornarse complicadas en algunos casos, como Cataluña y el País Vasco, pues estas comunidades buscan cada vez mayores grados de independencia política del gobierno central.

Finalmente, está el fantasma del terrorismo vasco, con la organización ETA. El PSOE desea iniciar un diálogo, pero con la condición de que previamente los etarras depongan las armas. La propuesta de los terroristas es conversar, pero sin desarme. Aún no se llega a un acuerdo.

Por lo visto, a Zapatero le espera un año difícil, en el que deberá mantener a toda costa su talante si quiere salir ileso. Pero nada parece imposible para Bambi, el hombre que remeció a España y la hizo entrar en una nueva revolución cultural a fuerza de amabilidad y sonrisas.

La conexión chilena con Zapatero

En julio, la candidata presidencial de la Concertación, Michelle Bachelet, viajó a España para entrevistarse con Rodríguez Zapatero. La cita se extendió por más de dos horas, y luego de ella la abanderada se mostró interesada en copiar algunos de los proyectos del gobierno del PSOE en un eventual mandato suyo.

El caso más emblemático es el del gabinete paritario, es decir, que haya tantos ministros hombres como mujeres. Bachelet señaló públicamente que, en caso de ser elegida Presidente, replicará en Chile este modelo aplicado por Zapatero en España.

Sin embargo, no es el único aspecto en que hay semejanzas. Como Zapatero, Bachelet también es un personaje ajeno a los “barones” chilenos del PS, y que busca marcar su diferencia con los políticos históricos a partir de un contacto con la ciudadanía.

Asimismo, importantes organizaciones ligadas al PS, como el Instituto Igualdad, están coordinando la venida a Chile de autoridades españolas. Éste fue el caso de Pedro Zerolo, figura clave para la ley de matrimonios homosexuales, y en los próximos meses visitarán el país el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, y la Vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.

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