Realizado en Casa Central:
Conclusiones del seminario sobre libertad de expresión
Con el objetivo de ampliar el debate sobre la libertad de
expresión, en general, y sobre los mecanismos para
defenderla, en particular, el Programa de Libertad de Expresión
de nuestra escuela realizó el seminario "Libertad de
expresión: los desafíos para una defensoría",
el pasado jueves 14 de diciembre de 2000, en la Casa Central
de la Universidad de Chile.
El encuentro contó con representantes de diversos
sectores, en el ánimo de difundir esta discusión
entre la sociedad civil. Expusieron ante una reducida, pero
entusiasta concurrencia Carlos Peña, decano de la Facultad
de Ciencias Jurídicas de la Universidad Diego Portales;
Juan Pablo Cárdenas, periodista y director de la radio
de la Universidad de Chile y del diario electrónico
Primeralinea.cl; Ernesto Galaz, Jefe de la División
Jurídica del Ministerio Secretaría General de
Gobierno; Patricio Westphal, Presidente del Movimiento Universal
Anticensura (MUAC) y Juan Domingo Milos, Presidente del Capítulo
Chileno del Ombudsman.
Este último abrió la sesión refiriéndose
al surgimiento de la figura de Defensor del Pueblo en diversas
sociedades occidentales con el objetivo de desarrollar nuevas
formas de control social, de relación entre la ciudadanía
y el Estado.
La institución que Milos preside ha participado
en la discusión del proyecto del gobierno del presidente
Ricardo Lagos que crea la figura del Defensor del Pueblo.
En ese sentido, manifestó sus dudas en que finalmente
se apruebe y se refirió a las objeciones que, desde
distintos sectores, han surgido ante dicha iniciativa. Entre
éstas, Milos distingue las de forma, como que es un
ente ajeno a nuestra idiosincracia, que generaría mayor
burocracia, que no hay financiamiento, entre otras; y las
de fondo, resumidas en la pregunta si acaso están los
poderes públicos hoy, en nuestra sociedad, preparados
para aceptar una figura investigadora, exigente de las instituciones,
que denuncia y recomienda.
En cuanto a una Defensoría para la Libertad de
Expresión, Juan Domingo Milos estimó posible
que un organismo como éste funcione como un capítulo
dentro de una defensoría más general. Agregó,
a pesar de la poca confianza en que el proyecto enviado por
el Ejecutivo al Congreso tenga un final feliz, que el Defensor
del Pueblo debe ser una figura que representa a la ciudadanía
al interior del Estado.
La intervención de Juan Pablo Cárdenas,
en tanto, discrepó de esta última idea, señalando
que una Defensoría de la Libertad de Expresión
debe nacer de la ciudadanía, de una sociedad civil
organizada. Que sea un defensor que, primero que nada, deienda
el derecho al pueblo a estar informado.
En ese sentido, y en el marco de la eterna discusión
que ha sufrido la ley de prensa en el Parlamento, Cárdenas
afirmó que el objetivo fundamental de un debate como
el que se plantea es el de adecuar el funcionamiento jurídico
a la libertad de expresión.
En abierta crítica a la ley de prensa en los últimos
trámites parlamentarios, Cárdenas señaló
que "en Chile, lo que se hace es restringir, no liberalizar".
Finalmente, el periodista hizo referencia a las condiciones
de los periodistas con las empresas de comunicaciones, donde
hay una autocensura institucionalizada y los sindicatos y
el Colegio de periodistas son ineficaces, si es que no inexistentes.
La intervención de Patricio Westphal tuvo como
eje la cultura autoritaria y poco tolerante presente en la
cotidianeidad de Chile, la que permea el ejercicio de la autoridad.
Como ejemplo, rescató la ocasión en que el ministro
de Energía, Oscar Landerretche, en medio de la crisis
eléctrica de hace un par de años, contestó
a una crítica de un diputado diciendo que "cuando cualquier
ciudadano se siente con el derecho a criticar a una ministro,
la democracia está en peligro".
Carlos Peña planteó diversas interrogantes
sobre las cuales reflexionar en torno al tema. La primera
de ellas es la distinción entre qué entendemos
libertad de expresión y, según esa definición,
cuál es la solución institucional que mejor
la protege.
Recogiendo la tradición liberal clásica,
donde el individuo tiene la capacidad inherente de tener opinión
sobre los demás y de manifestar su autonomía
intelectual, la protección que cabe es la de asegurar
el repliegue del Estado en relación a esta autonomía,
impidiendo cualquier injerencia de éste en ella. La
figura que representa esta tradición es la del individuo
hablando en una esquina a viva voz sin que nadie lo coacte.
Una segunda vertiente es aquella que no sólo concibe
la libertad de expresión como propiedad individual,
sino que como capacidad de comunidad política, donde
se desarrollan procesos de deliberación colectiva.
La figura que Peña utilizó para ejemplificar
esta corriente es la del foro. En cuanto al diseño
institucional, esta concepción reclama del Estado,
según Peña, una actitud positiva, activa, tendiente
a que el Estado promueva la expresión de todas las
voces en este foro.
Ernesto Galaz, en tanto, hizo una breve exposición
sobre el proyecto del Defensor del Pueblo enviado por el gobierno
al Parlamento y las iniciativas que han impulsado tendientes
a proteger y ampliar la libertad de expresión en Chile.
Programa
Libertad de Expresión
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Lunes
18 de diciembre de 2000
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